lunes, 7 de febrero de 2022

¿Cómo sería el mundo sin redes sociales?

El mundo sin redes sociales sería muy diferente a como lo entendemos ahora. Para empezar, nos veríamos obligados a salir más de casa para conocer gente o encontrar pareja...

¿Te has preguntado alguna vez cómo sería el mundo sin redes sociales? Lo cierto es que ya lo sabes porque lo has vivido en más de una ocasión. Son varias las veces en las que grandes tecnológicas como Instagram, Facebook y WhatsApp han caído, es decir, estuvieron fuera de servicio durante varias horas. Y, admitámoslo, la experiencia no fue positiva para una parte amplia de la población.

Imaginar un mundo sin estos recursos puede parecer apocalíptico para algunos y el paraíso para otros, es cierto. Ahora bien, lo que no podemos negar es que ya no concebimos nuestra realidad sin estas herramientas que, para bien o para mal, nos han cambiado la vida. Nos costaría mucho volver a esos plácidos años 80 o 90 cuando no existían los influencers y para mantenernos informados, comprábamos los periódicos o escuchábamos la radio o la televisión.

Pongámonos ahora en este curioso dilema, intentemos pensar por unos minutos cómo sería nuestro día a día sin Twitter, Instagram, TikTok, Facebook, Linkedin o Pinterest.

Los escenarios posibles

Al imaginar un mundo sin redes sociales lo primero que sentimos es una extraña sensación de vacío y silencio. No podemos aventurar si algo así sería “bueno” o “malo”, basta con decir que sería “diferente”. Nos convertiríamos (nuevamente) en una sociedad menos interconectada. La información no fluiría de manera tan rápida y no tendríamos canales para expresarnos con tanta facilidad.

En ese universo utópico, muchos de nosotros seríamos tal vez algo diferentes. Solo quienes ya han conocido un mundo sin redes y sin internet se adaptaría (quizá) mucho más rápido. En cambio, los jóvenes tendrían que afrontar poco más que un trauma existencial y de identidad. Pero se adaptarían, porque a fin de cuentas si hay algo que define al ser humano es la adaptación.

Imaginemos cómo sería esa posible realidad en la que los móviles servirían por fin para eso que fueron diseñados originalmente: para llamar por teléfono.

1. Tendrías que salir más para conocer gente

Si hay algo que nos permiten las redes sociales es conocer a infinidad de personas sin tener que salir de casa. Es cómodo, rápido y nos permite además conectar con gente con las mismas aficiones e intereses. En caso de no contar con este recurso, no tendríamos otra opción que salir mucho más de casa.

Es más, nos costaría incluso un poco más encontrar pareja. Según un estudio de la Universidad de Harvard, las redes sociales han impactado en nuestras relaciones románticas en las últimas décadas. Sin este recurso, la cosa se pondría quizá un poco más difícil…

2. Tardarías más en enterarte de las cosas (o no te enterarías)

En la actualidad, es posible saber qué sucede en cualquier parte del mundo solo con echar un vistazo a nuestro móvil. Las noticias discurren a cada segundo, no hace falta esperar al telediario de las 21 horas o al periódico de la mañana. Las redes sociales son el espejo de la inmediatez y el reflejo de un planeta hiperconectado.

Sin este recurso seríamos una sociedad menos informada y menos sensible también a las realidades de más allá de nuestros entornos cercanos.

3. Volverían a ponerse de moda las cartas, el envío de postales y las revistas

Si nos preguntamos cómo sería el mundo sin redes sociales, deberíamos visualizar un día a día sin imágenes gráficas. Se acabaron las fotos. Nuestra mirada ya no tropezaría a diario con los selfies de nuestros amigos y familiares. Ya no veríamos esas capturas de nuestros instagramers favoritos mostrándonos sus desayunos, sus sesiones de gimnasio o viajes de ensueño.

No tendríamos otra opción que volver a las revistas especializadas del kiosco para entretenernos con aquellas temáticas que nos apasionan. También a las cartas y postales para saber de quienes están lejos.

4. Se acabaron los likes, habría que buscar otras fuentes de refuerzo y estimulación

Los adictos a los likes se verían obligados a lidiar con el síndrome de abstinencia. Porque en ese mundo de redes sociales ya no existirían los refuerzos sociales de los “me gusta”, ni las miradas que juzgan o los comentarios que ensalzan o que hunden.

5. Ya no tendrías “seguidores”

A no ser que fuéramos una secta, se acabó el tener miles de seguidores. Como se acabaría también el contar con centenares de amigos a los que jamás hemos visto, pero con quienes interaccionamos de manera habitual.

6. No podrías cotillear la vida de los demás

¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Acabamos de conocer a alguien que nos gusta y al instante, consultamos todas sus redes sociales. En poco más de veinte minutos podemos saber cuáles son sus aficiones, quiénes son sus amigos, quiénes han sido sus anteriores parejas, su ideología, el nombre de sus mascotas…

En ese universo con las redes sociales caídas ya no tendríamos otra referencia de las personas más que la obtenida de la interacción diaria. Se acabaría el cotillear vidas ajenas o vigilar qué publican los demás para deducir cómo son.

7. Buscarías otros canales de expresión o para darte a conocer

En ese mundo sin redes sociales no existiría Twitter para expresar nuestras opiniones o pelearnos con los demás. Tampoco contaríamos con Instagram para dar a conocer nuestras aficiones o intereses. No podríamos iniciar campañas altruistas, denunciar problemas sociales o visibilizar realidades concretas…

En una realidad sin estos recursos, las voces de millones de personas se apagarían o deberían encontrar otros medios más complejos.

8. Tendrías más tiempo para otras cosas

Puede que también tú seas de los que no pueden vivir sin wifi y sin estar revisando las notificaciones cada cinco segundos. Puede que también seas de los que se pasa horas por las noches con Instagram o TikTok. En un mundo sin redes sociales, nos encontraríamos de pronto con todo ese tiempo que hemos perdido con estos recursos.

Leeríamos más libros. Estaríamos más conectados con la vida real y no con la vida online. Puede, que hasta nuestra salud mental saliese ganando…

Para concluir, la vida sin redes sociales sería muy diferente para la gran mayoría, pero igual para aquellos que no hacen uso de ellas. Estaríamos obligados a recordar los cumpleaños de nuestros amigos y familiares y, posiblemente, hasta los móviles dejarían de traer cámaras delanteras para hacer selfies…

Los cambios serían infinitos, pero sobreviviríamos. De hecho, el ser humano ha vivido sin ellas miles de años…

domingo, 6 de febrero de 2022

7 películas sobre la esquizofrenia

El cine a menudo nos brinda grandes oportunidades para conocer circunstancias muy distintas a las nuestras. Así, tomando al séptimo arte como referencia, hoy queremos hablar de la esquizofrenia.

De todos los trastornos psicóticos, la esquizofrenia es, por término medio, uno de los más limitantes. De hecho, su seriedad implica que cerca del 50 % de las personas afectadas se vean incapacitadas. Si quieres saber cómo funciona y por qué puede tener efectos tan devastadores sobre la calidad de vida, te invitamos a ver estas películas sobre la esquizofrenia que te harán reflexionar.

La vida de estos personajes es una clara manifestación de fuerza y valentía y, sobre todo, sirve para comprender la realidad en la que se encuentran.

1. Benny & Joon, el amor de los inocentes (1993)

Benny & Joon es una película estadounidense del año 1993 protagonizada por Johnny Depp y dirigida por Jeremiah S. Chechik.

Joon es una joven que, a partir de la muerte de sus padres, empieza a experimentar alucinaciones e ideas delirantes, viviendo en un universo totalmente imaginario. Entonces, su hermano dedica todos sus esfuerzos a cuidar de ella, aunque la llegada de Sam hará que tanto los problemas como el amor se intensifiquen.

2. Una mente maravillosa (2001)

Una película sobre la esquizofrenia basada en un caso real. Hace un repaso a la vida de John Forbes Nash, un matemático con esquizofrenia paranoide que llegó a ganar un Premio Nobel en el año 1994.

Como bien afirma un estudio desarrollado en la Universidad de la Frontera en el año 2016, la película muestra de forma biográfica cómo el matemático estadounidense:

  • Tuvo que afrontar situaciones extravagantes y confusas hasta reconocer que padecía de esquizofrenia.
  • Además, también tuvo que enfrentarse a las circunstancias (tanto médicas como familiares) para manejar su enfermedad y seguir adelante con su vida y su hogar, lograr su sueño de ser profesor en la Universidad de Princeton y, finalmente, ser galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1994.
En definitiva, Una mente maravillosa muestra la evolución de la enfermedad de Nash y lo importante que es en estos casos la conciencia de enfermedad.

3. Cisne negro (2010)

Darren Aronofsky dirige esta fantástica película. El guion sigue los pasos de una bailarina (interpretada por Natalie Portman), que emprende la búsqueda de la perfección artística.

Sin embargo, a lo largo de la trama de Cisne negro se producen sucesos que hacen que el espectador se termine preguntando qué está sucediendo en realidad.

4. Diario íntimo de Adèle H. (1975)

Se trata de un clásico. La película Diario íntimo de Adèle H. está basada en la vida de Adèle Hugo (una de las hijas de Víctor Hugo).

El metraje nos muestra sus problemas físicos y mentales, relacionados sobre todo con su forma obsesiva de experimentar un amor no correspondido; un sentimiento que la terminó consumiendo.

5. Ángeles sin cielo (1993)

Esta obra, dirigida por Sergio Corbucci, refleja la amistad entre un joven con esquizofrenia y un veterano de la guerra de Vietnam. Su relación comienza cuando coinciden en un albergue para personas sin hogar.

De alguna forma, los dos encuentran un reflejo en el otro con el que se sienten identificados.

6. Donnie Darko (2001)

Se trata de una de las películas de culto más destacadas hasta el momento. Está dirigida por Richard Kelly y muestra a través de realidades paralelas y viajes en el tiempo la historia de un adolescente con esquizofrenia y sonambulismo.

Gracias a Frank, un extraño personaje vestido de conejo, Donnie se salva de la muerte y se crea un universo tangente, la realidad que no debe suceder. No obstante, Frank le avisa de que en 28 días el fin del mundo sucederá y a partir de ahí, Donnie trata de evitar que esto ocurra, por lo que intenta regresar en el tiempo para deshacerse de algunos eventos trágicos. La duda es: ¿son reales o no?

7. K-Pax (2001)

K-Pax habla sobre la vida de Prot, un hombre del que no se sabe nada y afirma proceder de un planeta lejano (K-Pax) al que quiere volver en algún momento. La información que proporciona sobre este planeta resulta ser cierta, aunque conocida solo por algunos astrofísicos. Sin embargo, esto no quiere decir que no tenga una enfermedad mental.

A Prot lo ingresan en un psiquiátrico por sus creencias delirantes y revoluciona la vida del resto de personas del centro, así como la visión de vida de su psiquiatra. A lo largo del film se va desgranando la historia de Prot y los motivos por los que su mente ha creado una historia paralela para protegerlo de lo que ocurrió un 27 de abril.

Sin duda, K-Pax es una película que nos hace reflexionar y rompe con muchos mitos sobre la enfermedad mental.

Para los personajes de estas películas es muy difícil diferenciar lo que es real de lo que no. Son historias que nos permiten hacernos una idea de las dificultades que tienen que afrontar las personas que sufren este trastorno.

En todos los relatos hay una parte de ficción, pero también hay una relación honesta con la realidad compleja a la que se tienen que enfrentar cada día.

sábado, 5 de febrero de 2022

El cerebro de Heslington, un extraño fenómeno

El caso del cerebro de Heslington ha despertado la curiosidad de científicos y legos. Hasta el momento, no hay ninguna explicación completa para este fenómeno. En eso reside buena parte de la fascinación que produce.

En el año 2008, la comunidad científica se vio sorprendida por el hallazgo que un grupo de arqueólogos hizo en la población de Heslington, Inglaterra. Se trataba de un cráneo que contenía parte de su cerebro. Fue bautizado como el cerebro de Heslington.

Este descubrimiento no tendría nada de extraño si el cráneo no hubiera tenido más de 2600 años de antigüedad. Por lo tanto, el fragmento de cerebro se habría logrado conservar de manera inexplicable a través del tiempo.

La trascendencia de este hecho involucra adicionalmente la posibilidad de adentrarse en los secretos del envejecimiento cerebral. Así mismo, la posibilidad de enriquecer el conocimiento para obtener curas contra enfermedades como el alzhéimer.

¿Qué sucedió en Heslington?

El hallazgo sin precedentes sorprendió a los científicos, pues no se explicaban cómo se había producido el fenómeno. Hay que tener en cuenta que los órganos, como el cerebro, son especialmente susceptibles a la descomposición. En condiciones normales, tras la muerte de cualquier individuo sobreviene una potente actividad química asociada a la degradación. Dicho proceso natural y espontáneo solo puede ser interrumpido con técnicas de momificación.

Tales técnicas tienen como objetivo preservar el cuerpo con fines rituales o científicos para su posterior investigación. Sin embargo, en el llamado cerebro de Heslington no había ninguna señal de tratamiento de conservación. Esto dejó muchas preguntas sin responder.

Historia del cerebro de Heslington

El cráneo fue encontrado en un área lodosa del poblado inglés de Heslington, por lo que de inmediato se dio a conocer como el cerebro de Heslington. Al datar su edad se determinó que tenía más de 2600 años de antigüedad; es decir, que correspondía a la Edad de Hierro.

Al parecer, se trataba de un hombre de entre 26 y 45 años de edad y cuya muerte se habría producido por decapitación. Todo indica que poco tiempo después del deceso, su cabeza fue enterrada en esta zona de pantano.

Los investigadores no lograron explicar por qué en el cerebro de Heslington no se dio el proceso de descomposición. En especial si se tiene en cuenta que no había pasado por un proceso de embalsamamiento después de la muerte.

Estudios posteriores

Hoy sabemos que tras la muerte, órganos como el cerebro se descomponen excepcionalmente rápido. Esto se debe a un proceso natural conocido como autolisis, en el que las enzimas corporales inician un proceso de destrucción de células y tejidos.

Algo que aumentó aún más la confusión fue que no se encontraron restos de cabello o piel en el cráneo. Si bien, aspectos como el ambiente húmedo, el frío y la pobreza en oxígeno de este entorno a buen seguro favorecieron la conservación, no respondían a los interrogantes. Debía haber algo más.

Al respecto, una investigación reciente parece despejar esta serie de interrogantes. El grupo de científicos liderado por Axel Petzold del University College London abordaron el problema desde un punto de vista molecular.

La investigación de Axel Petzold

Esta investigación se centró en los diferentes tipos de proteínas presentes en la muestra de estudio. Después de un trabajo cuidadoso en el laboratorio durante un año, lograron identificar la presencia de más de 800 tipos de proteínas.

Un aspecto que llamó la atención del equipo fue hallar proteínas muy resistentes, cuya respuesta estaba íntimamente ligada con la inmunidad. Dichas proteínas se habían plegado formando estructuras compactas y estables, como una especie de escudo de protección.

Esto explicaría el principal motivo por el cual los microorganismos no pudieron acceder al fragmento de cerebro. Según el estudio, las proteínas ácidas fibrilares gliales y los neurofilamentos son las responsables de su preservación.

Dudas no resueltas

Está claro que la investigación de Petzold y su equipo explica por qué el cerebro de Heslington no se descompuso externamente. Sin embargo, no explica por qué no se inició el proceso de autolisis internamente por parte de las enzimas.

Los autores del estudio suponen que, de alguna manera, un fluido ácido debió haber entrado en contacto con el tejido cerebral interno para inhibir las enzimas. La evidencia forense sugiere, que antes de su decapitación, el hombre fue colgado o golpeado en su cabeza.

Una probabilidad adicional abre la posibilidad de la presencia de algún tipo de enfermedad en el individuo que haya producido este tipo de efecto. Aunque muchos factores pudieron haber intervenido en la preservación del cerebro de Heslington, el interrogante persiste.

Este caso es único en el mundo, lo que impide realizar estudios comparativos que arrojen luz sobre el hecho. Solo resta esperar a que nuevos estudios aporten información que permita despejar dudas. Al menos por ahora, el caso del cerebro de Heslington continúa siendo, en buena medida, la inspiración para una buena cantidad de preguntas que no hemos sido capaces de contestar.


viernes, 4 de febrero de 2022

Los arquetipos femeninos, según la mitología griega

Los arquetipos femeninos de la mitología griega están representados en las diferentes diosas del Olimpo clásico. Hablan de distintas formas de ser, sentir y actuar.

Los arquetipos femeninos son patrones de conducta que están presentes en la psique de la mujer y en el inconsciente colectivo. Corresponden a rasgos compartidos que no siempre son explícitos, pero que crean modelos, y estos, con frecuencia, aparecen representados en las distintas mitologías.

La mitología griega es un buen ejemplo de una verdadera colección de arquetipos femeninos. Las diferentes diosas de la antigüedad clásica representan esos modelos que también aparecen en mitos y leyendas de otras culturas.

Aunque los arquetipos femeninos corresponden a las diferentes representaciones de la mujer, estos rasgos también se pueden encontrar en los hombres, aunque modelados de una manera distinta. También están presentes en los mitos modernos, esta vez encarnados en influenciadoras, heroínas de película o figuras célebres.

Los arquetipos femeninos en los griegos

La mitología griega es muy rica en arquetipos femeninos. Los estudiosos del tema indican que las divinidades femeninas de la antigüedad se clasifican en tres grupos: las diosas vírgenes, las diosas vulnerables y las diosas alquímicas.

Como puede suponerse, las diosas vírgenes representan lo inaccesible de la faceta femenina. Las vulnerables hablan acerca de la mujer atravesada por el drama de lo humano; por su parte, las diosas alquímicas hacen referencia a los “misteriosos” poderes de la mujer. Los arquetipos femeninos, representados en diosas, para los griegos fueron los siguientes.

1. Artemisa, la guerrera

Artemisa era una diosa virgen que representaba autonomía y desafío. Podríamos decir que corresponde a la mujer que desafía el poder masculino: la feminista. A su vez, guarda distancia emocional, y esto la hace hermética e inaccesible. Es la gran amiga o hermana de otras mujeres, pero al mismo tiempo mantiene una tensión con el hombre.

2. Atenea, la estratega

Atenea es otra de las diosas vírgenes que retan a lo masculino. Representa la habilidad mental, el cálculo y la astucia, sin empatía alguna. Lo suyo es la practicidad, la funcionalidad. De todos los arquetipos femeninos es el que más se acerca a lo masculino. La ambición y el éxito la dominan y tiene gran habilidad para establecer alianzas con los hombres.

3. Hestia, la mujer sabia

A diferencia de Atenea, la diosa Hestia tiene una inteligencia que se expresa como sabiduría y no como estrategia. Es sensible e intuitiva, solitaria por naturaleza y virgen por falta de interés en los asuntos materiales. Disfruta de la espiritualidad y lleva a cabo enriquecedores procesos de introspección. Representa la esencia espiritual de la mujer.

4. Hera, la esposa

Dentro de los arquetipos femeninos, la diosa Hera es el que representa a la mujer como creadora de compromisos. Es muy emocional y sensible, con gran capacidad para establecer vínculos estrechos y apasionados con los hombres. Suele ser dominada por la ira, los celos y la sed de venganza; por eso pertenece al grupo de las diosas vulnerables. Es leal hasta el fin.

5. Deméter, la madre

Se trata de una figura luminosa que fertiliza o hacer crecer y desarrollarse a todo lo que le rodea. Es sensible y trabaja por el bienestar de otros. Es generosa y nutre a quienes acoge bajo su abrazo. En su faceta negativa, tiende a crear y alimentar vínculos de dependencia; también es proclive a la depresión. Forma parte de las diosas vulnerables.

6. Perséfone, la niña

Dentro de los arquetipos femeninos no podría faltar el de la niña, que no hace referencia a una edad en particular, sino a un patrón de personalidad.

Perséfone representa a la mujer soñadora y romántica, capaz de llevar la realidad a un estado de ensueño. Para que sus ensoñaciones se hagan realidad, no duda en manipular a otros. Así mismo, huye cuando se impone lo ordinario. Es la última de las diosas vulnerables.

7. Afrodita, la amante

Afrodita es el único de los arquetipos femeninos que representa a la diosa alquímica. Esto se debe a que su rasgo esencial es la creatividad. Es emocional, sensual y ama la belleza. Quiere mejorar la realidad para hacerla más agradable y sabe disfrutar del placer. En su faceta negativa puede ser volátil e impulsiva.

Una mujer, muchos arquetipos femeninos

Cada mujer llevaría dentro de sí a todos los arquetipos femeninos. Sin embargo, lo usual es que uno de ellos se manifieste de manera más pronunciada que los demás. Esto no es obstáculo para que el patrón dominante cambie con el tiempo o a través de procesos evolutivos.

Como en todos los arquetipos, cada uno tiene un lado luminoso y una sombra. El primero hace referencia a las virtudes y el segundo a una tergiversación de las mismas. Si bien no son clasificaciones psicológicas formales, sí constituyen un punto de referencia para reflexionar.

jueves, 3 de febrero de 2022

¿La satisfacción corporal mejora con la edad?

Todos tenemos complejos y aspectos de nuestra imagen que desearíamos cambiar. Pero, ¿depende esto del momento vital en que nos encontremos? Descubre cómo varía la satisfacción corporal con la edad.

Hoy en día podemos encontrar hombres y mujeres de todas las edades preocupados por su aspecto físico y tratando de reducir o disimular sus aparentes “defectos”. Sin embargo, en el imaginario colectivo, los complejos y el rechazo al cuerpo suelen estar más asociados a lo femenino y a la adolescencia. Un interesante estudio se ha propuesto comprobar la veracidad de esta hipótesis y dar respuesta a la pregunta de si la satisfacción corporal mejora con la edad.

Nuestra apariencia es nuestra carta de presentación e, indudablemente, el aspecto de las personas tiene amplias repercusiones. Ajustarnos a los cánones de belleza socialmente establecidos puede facilitarnos la tarea de encontrar empleo, emparejarnos o gozar de más relaciones de amistad. Por ello, no es de extrañar que la satisfacción con el propio cuerpo sea una de las metas más perseguidas.

Ahora bien, ¿cómo afecta el paso de los años a esta premisa? ¿Nos liberamos de estas exigencias a medida que crecemos o, por el contrario, el natural deterioro físico asociado al envejecimiento aumenta la insatisfacción? Los resultados encontrados son, cuanto menos, interesantes.

La satisfacción corporal y la edad: ¿cómo se relacionan?

El estudio, publicado en la revista Body Image, contó con la participación de 15 264 personas, de las cuales un 62,9 % fueron mujeres y el resto hombres. La investigación tenía el propósito de evaluar cómo evolucionaba la satisfacción corporal de los participantes a lo largo de un periodo de seis años: de 2010 a 2015.

Para ello, se les pidió que indicaran su grado de acuerdo o desacuerdo con la siguiente afirmación: “estoy satisfecho con la apariencia, el tamaño y la forma de mi cuerpo”. En función de sus respuestas a lo largo de las diversas mediciones en distintos años se extraerían conclusiones.

El objetivo era comprobar si esa preocupación o percepción negativa de la propia imagen aumentaba o disminuía a medida que los individuos maduraban. Y, además, saber si existían diferencias entre hombres y mujeres en dicha evolución. Algunas de las principales conclusiones a las que llegaron los investigadores tras analizar los datos fueron las siguientes:

  • La satisfacción corporal mejora con la edad, tanto en hombres como en mujeres, aunque lo hace de forma leve.
  • En líneas generales, las mujeres menores de 54 años muestran una trayectoria ascendente en su satisfacción corporal. Es decir, con el paso de los años, se sienten más conformes y contentas con su imagen.
  • Los hombres se encuentran más satisfechos con su cuerpo durante toda la vida, en comparación con las mujeres.
La influencia social y cultural en la satisfacción corporal

Estos hallazgos ponen de manifiesto la gran influencia que tiene la cultura y el entorno en el grado de satisfacción corporal. Y es que las anteriores premisas llevan a considerar lo siguiente:

La presión social hacia las mujeres es mayor

Aunque los hombres también son juzgados por su apariencia e instados a encajar en unos cánones de belleza, la presión social hacia las mujeres en este aspecto es mayor. La valía de la mujer sigue estando muy asociada a su aspecto físico y esto coloca sobre ellas una exigencia mucho más grande.

Con la edad, las prioridades cambian

En indudable que, a medida que envejecemos, el cuerpo se aleja de los ideales sociales de juventud y belleza. Esto a simple vista podría llevarnos a experimentar una mayor preocupación por nuestro aspecto y un rechazo más grande hacia nuestra imagen.

Sin embargo, con la edad, el aspecto físico pierde relevancia y las personas comienzan a valorar otros asuntos. La plenitud, las relaciones sociales, la autorrealización o incluso la salud encabezan la lista de prioridades y esto hace que resulte más sencillo aceptar el propio cuerpo y sentirse conforme y satisfecho con él.

Los movimientos de aceptación corporal son prometedoramente positivos

Afortunadamente, ciertos movimientos, como el body positive, parecen ayudar a que la satisfacción corporal de las mujeres mejore. Esta corriente, que promueve la diversidad y la actitud compasiva y positiva hacia el propio cuerpo, ha cobrado auge en los últimos años y está logrando que cada vez más mujeres y niñas se valoren más allá de los estrechos estándares establecidos.

En suma, podemos decir que la satisfacción corporal se mantiene relativamente estable a lo largo de la vida, aunque puede presentar una ligera tendencia ascendente. La forma en que nos vemos condiciona nuestra capacidad para relacionarnos, nuestra autoestima y el éxito que obtenemos en la vida; por lo mismo, es fundamental que trabajemos y sanemos esa relación con nosotros mismos.

miércoles, 2 de febrero de 2022

"Ama": la película sobre una mala madre

Ama hablar sobre la mala madre, esa que vemos todos los días en nuestro barrio, que nos ha cuidado y nos sostiene.

Ama es una película sobre mujeres, en concreto sobre el mito de la mala madre. Escrita por mujeres y rodada por ellas. Ama es la ópera prima de Júlia de Paz Solvas, escrita junto a Nuria Dunjó López. Ambas también crearon el corto en el que se inspiró la película con la misma protagonista.

Cuando Julia y Nuria terminaron la Universidad se quedaron impresionadas por la lectura del libro Madres arrepentidas, de la socióloga israelí Orna Donath. Un libro cuyo título causa rechazo.

Quizás nos imaginemos a las madres arrepentidas como mujeres que abandonan a sus hijos, negligentes y egoístas. Sin embargo, las madres arrepentidas solo son madres que apuestan por una visión más real de la maternidad, pues la experiencia les ha sobrepasado sin que ello signifique que dejen de querer a sus hijos.

¿Qué es una mala madre?

Hemos nacido con muchas convenciones, mandatos sociales y verdades universales que nos han sido impuestos y no debatidos. Si hay una acusación más fuerte que el ser llamada “puta” para una mujer, es ser llamada “mala madre”.

Hemos escuchado siempre que una mala madre no puede ser una buena persona. Asumiendo esa premisa, se sobrentiende que cualquier cualidad de una mujer no puede ser tenida en cuenta si no está arropada también por su papel como “buena madre”.

Si fuera una buena profesional, una buena amante o una amiga estupenda, asumiríamos que es una especie de mujer sin empatía, que no es de fiar y que cualquier rato que pasemos con ella no merece más allá que la simpatía superficial que pueda causarnos. Una mala madre no es de fiar.

“Ama”: el relato de Pepa

Con planos cortos, cámara al hombro y poca contextualización (adivinamos que se trata de Benidorm por la referencia a Penélope), aparecen los primeros planos de Pepa. Interpretada por la sevillana Tamara Casellas, se enfrenta al papel de una madre invisible para el mundo. Su poderosa actuación no ha pasado desapercibida y ha sido premiada con la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga.

Pepa se hace cargo de un tipo de maternidad común. Una maternidad desbordada con tan solo una hija, cuando nos venden que se pueden tener cinco y la maternidad ni tan siquiera marcarte, como esa ligera cicatriz que Pepa tiene en su vientre y acaricia sin que sepamos qué piensa realmente.

Pepa tiene dos rosas tatuadas en los hombros. Una melena descuidada, algo áspera y con los restos de un tinte que debió ser llamativo en otra época. La piel con las llamadas “imperfecciones” que cada una tenemos al lavarnos la cara por la noche.

Pepa es el blanco perfecto. La diana en la que cualquiera vería todos los defectos clavados en su frente. Es lógico que las cosas le salgan mal, no ha hecho nada de lo socialmente establecido para que les salgan bien.

La cinta avanza, y las circunstancias apremian a Pepa. A veces el argumento cede y decimos “¡venga, que tienes una hija, cuídala!”, mientras ella se desintegra más y más.

La madre soltera

De pequeñas no queremos ser malas madres, y muchas tampoco queremos ser madres solteras. El concepto “madre con un padre para sus hijos” entra en el lote como una flecha disparada a fuego dentro de lo que entendemos como una “maternidad bonita, plena y sin estigmas”.

A la madre soltera se le ensalza desde una visión mitificada o se le rechaza. Sin embargo, hay un mundo de opciones dentro de lo que conocemos como “madre soltera”. Puede ser que haya decidido tener un hijo recurriendo a la inseminación artificial teniendo una pareja que no ve estable a largo plazo.

Otro supuesto es que se haya quedado embarazada y su pareja le haya sugerido abortar, pero ella haya seguido adelante. O que junto a su pareja decidieran tener un hijo y que él terminara con la relación antes del parto o lo hiciera ella al considerar que no quería a ese padre ausente para su hijo.

Puede ser que haya tenido un hijo sola tras una noche de sexo con cualquiera. Puede ser que se quedara embarazada el día que con su pareja de años decidieron decirse y hacerse el último adiós. Hay tantas historias de madres solteras como de madres acompañadas.

La mala madre y la madre perfecta, pero desconocida que nos venden

Puede ser que no nos guste Pepa como madre. Que desde el primer plano no nos identifiquemos ni empaticemos con ella. No hace falta ser madre, con ser hijas y mujeres ya sabemos lo que para la sociedad es ser una buena madre.

Eso de irse de fiesta y dejar a los hijos al cuidado de otros no es de ser una buena madre. Eso lo hacen los hombres, respondiendo a su necesidad de salir y despejarse, pero eso no está en el ADN de una madre.

El devenir de Pepa: las similitudes con nosotras mismas

Tras juzgarla inmediatamente y estar sentadas en un lugar más confortable para ver la película, algo comienza a inquietarnos. Pepa sufre lo mismo que la mayor parte de la población: inestabilidad laboral en un trabajo que no parece corresponder al de un adulto, ansiedad y tristeza.

¿No es ese un mal que apremia no solo a las madres, sino casi a generaciones enteras? A Pepa se le caen las lágrimas al estar con Diego. No sabemos nada de la historia de Pepa, lo que hace que nos fijemos más en las secuencias. Nuestro interés las hace mucho más interesantes.

Vemos cómo mira a Diego, al que llama “mi amor” con lágrimas en los ojos. Su actitud fiera y algo borde se desmorona ante el que “presuponemos” que es el padre de su hija.

Ese padre que sonríe a su hija, reprende a su madre y se va, dejándolas en la calle. ¿Quién de nosotras no ha sufrido por amor? Paralelamente a esto, Pepa no para de seguir recibiendo llamadas de su madre y nos preguntamos: “¿por qué no se va de una vez con su familia?”. Pero, ¿quién de nosotras no se fue de casa con muchos reproches a sus padres, dispuesta a comerse el mundo, pero este la devoró a ella?

Luego está su trabajo, que lo podría cambiar todo, y nos invita a reflexionar  sobre esa ocupación tan pueril e inestable, pero ¿quiénes de nosotras, sobrecualificadas, hemos aceptado trabajos para los que no se requiere cualificación y por mera supervivencia?

Todas tenemos algo de mala madre

Cuando vemos la historia de Pepa, llega un momento en el que es probable que ya no sintamos ni superioridad moral ni compasión por ella. Solo miedo e indignación. De tantos cuentos inventados, por tantos mitos acerca de la maternidad. Entendemos a esa Pepa harta de todo intentando tomar aire debajo del mar.

Pepa es la perdedora del cuento de las princesas, la que nunca quisimos ser de pequeñas, pero a la que nos parecemos peligrosamente en algunas ocasiones.

Al final de la película, “perdonamos” a Pepa, a nuestras madres, a la chica de aquel grupo que fue madre muy pronto y no logró ponerle los apellidos del padre. Nos perdonamos a nosotras mismas y queremos abrazar a Pepa y a su hija muy fuerte, en un verdadero cuento de hadas, de princesas y algo de brujas.

martes, 1 de febrero de 2022

L-Teanina: beneficios de este aminoácido para tu salud

L-Teanina es un aminoácido que se encuentra fundamentalmente en las hojas de la planta de té y tiene numerosos beneficios para la salud física y mental.

La L-Teanina es un aminoácido que se encuentra en las hojas de té. Se descubrió en la década de los 40 y cuenta con una serie de beneficios importantes para la salud. Es posible encontrar dicho nutriente en alimentos de origen vegetal, como algunos hongos. Algunos expertos le atribuyen propiedades a nivel organoléptico, como la de aportar sabor umami.

Es importante tener en cuenta que existen multitud de aminoácidos distintos en los alimentos. Asegurar un consumo de estos nutrientes contribuye a mejorar el funcionamiento del organismo, pues cada uno de ellos afecta a partes muy concretas de la fisiología humana.

¿Cómo actúa la L-Teanina?

En el organismo, la L-Teanina cuenta con la capacidad de facilitar la relajación y el sueño. Esto sucede debido a que incrementa los niveles de GABA en el cuerpo. También de serotonina y de dopamina. Ambos neurotransmisores son indispensables para asegurar un descanso adecuado, al menos así lo evidencia una investigación publicada en la revista The International Journal of Biochemistry & Cell Biology.

Además, el aminoácido puede ayudar a modular los estados de ánimo, la concentración y otras sensaciones como el apetito. Asegurar un aporte regular del mismo contribuiría a una síntesis óptima de neurotransmisores a nivel cerebral, lo que se traduciría en una comunicación interna más eficiente.

Por otra parte, otra de las propiedades que se le atribuyen a la L-Teanina es que cuide de la producción de determinadas ondas cerebrales. Estas se asocian con un estado de relajación cuando la persona se encuentra despierta -se ha visto que existen actividades que las potencian, como la meditación-. Este tipo de ondas están muy relacionadas con la creatividad, por ejemplo, por lo que puede ser muy positivo cuidar de su funcionamiento.

Beneficios de la L-Teanina

Entre los principales beneficios de la L-Teanina destacamos su incidencia sobre la calidad del sueño por medio de un aumento de la relajación. De acuerdo con un estudio publicado en Pharmaceutical Biology, su consumo podría incrementar la duración de la fase REM, lo que se asocia con un mejor descanso. Se estudia su suplementación para conseguir alcanzar un descanso óptimo.

Incluso se especula con la posibilidad de administrar el aminoácido en niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad para conseguir un sueño más profundo y reparador. Si bien es cierto que los resultados de los ensayos todavía no son sólidos, resultan esperanzadores.

Por otra parte, la L-Teanina podría ejercer un efecto positivo sobre los niveles de presión arterial, reduciéndolos. Con esto se consigue disminuir la incidencia de los problemas de tipo cardiovascular.

También se han identificado efectos positivos a partir de su consumo en personas con esquizofrenia, puesto que en estos casos se reduciría la ansiedad. La capacidad de atención y la memoria de estos pacientes se vería potenciada, lo que ayuda al aprendizaje.

Otros puntos dietéticos importantes

No solo es necesario asegurar un aporte de L-Teanina para conseguir que el sueño sea óptimo. Existen otras estrategias a nivel dietético que se consideran importantes de cara a facilitar el descanso. El aminoácido triptófano tiene mucho que ver al respecto, puesto que actúa como precursor de la serotonina y la melatonina. Hay varios alimentos que lo contienen, como es el caso de los frutos secos.

También hay que reducir la ingesta de ultraprocesados con grasas trans y con azúcares simples. Estos compuestos incrementan los estados inflamatorios en el organismo, condicionando negativamente el descanso y rompiendo el estado de equilibrio emocional. Conviene también realizar ejercicio para enlentecer la oxidación.

La L-Teanina y su relación con el descanso y la salud mental

Como has visto, la L-Teanina es un aminoácido que juega un papel clave en el descanso. Se encuentra fundamentalmente en el té y en algunos hongos, por lo que no es habitual en la dieta de muchas personas. Aun así, su inclusión en la pauta puede llevar asociados beneficios importantes.

La clave está en combinar buenos hábitos de vida para conseguir mejorar el estado de salud y garantizar un adecuado descanso. La práctica deportiva se torna esencial. También mantener una buena dieta y evitar el consumo de sustancias tóxicas. Por último, no se debe olvidar la importancia de la exposición a la luz solar de forma frecuente.