viernes, 23 de diciembre de 2022

Percepción extrasensorial: ¿es posible leer mentes o sentir la presencia de espítirus?

¿Es posible leer mentes o sentir la presencia de espíritus? Las investigaciones sobre la percepción extrasensorial señalan una distancia significativa en este campo entre lo que parece que ocurre y lo que sucede en realidad.

Los casos de personas con supuestas habilidades psíquicas especiales, como la telepatía o la clarividencia, son frecuentes en la historia. A este tipo de capacidades se les suele catalogar como percepción extrasensorial. Hay quienes aseguran que desarrollar este tipo de “don” es posible, mientras que otros descartan esa idea.

A pesar de que parece ser un tema que se vincula a lo “mágico” o “místico”, se han hecho intentos serios de investigarlo de forma científica. Los hallazgos al respecto son interesantes, apuntando la idea de que existe una distancia considerable entre lo que parece que sucede y lo que sucede en realidad.

¿Qué es la percepción extrasensorial?

El término “percepción extrasensorial” (PE) hace referencia a un conjunto de supuestas capacidades psicológicas sobrehumanas. Se les llama “extrasensoriales” porque, según su descripción, no dependerían de los sentidos humanos “normales”, como la vista o el oído. Este tipo de percepción se asocia con otro tipo de habilidades sensoriales que no conocemos bien.

Desde una perspectiva histórica, la PE es un tema común dentro de las culturas humanas. Las sociedades antiguas solían confiar en el talento de chamanes o curanderos que poseían supuestas habilidades anormales. Por lo general, su poder se relacionaba con la presencia de alguna deidad, espíritu o demonio.

Sin embargo, hasta el siglo XX no se empezó a investigar este fenómeno en el ámbito de la ciencia. De esta manera, Joseph Banks Rhine, un botánico de los Estados Unidos, empezó a realizar experimentos sobre percepción extrasensorial. Por lo tanto, se considera una de las figuras principales en el auge de la parapsicología como un campo de investigación.

Tipos de fenómenos extrasensoriales

Continuando con lo anterior, Rhine desarrolló investigaciones con la finalidad de comprobar distintos fenómenos extrasensoriales. A raíz de esos estudios, se pudo profundizar en la comprensión de estos conceptos que conoceremos a continuación.

Telepatía

La telepatía es una supuesta habilidad psíquica que permite a quien la posee hacer diferentes cosas. En primer lugar, la persona podría leer los pensamientos y las emociones de otro sin necesidad de que las exprese. Asimismo, sería capaz de transmitir sus propias ideas a la mente de alguien más sin usar ningún tipo de lenguaje.

Uno de los experimentos de Rhine para aportar datos a favor de la telepatía se basó en las cartas Zene. Hablamos de una serie de naipes con figuras que el experimentador baraja para luego elegir una carta. La idea era que el participante intente adivinar el naipe usando su habilidad telepática.

Clarividencia

Otro fenómeno de percepción extrasensorial conocido es la clarividencia. Se trata de la supuesta capacidad de tener visiones acerca de las personas o los eventos. Por ejemplo, un clarividente podría adivinar la ubicación de alguien que ha desaparecido usando su habilidad.

Un experimento famoso de clarividencia lo desarrolló Upton Sinclair, un escritor estadounidense. Sinclair aseguraba que su esposa era capaz de reproducir con exactitud los dibujos que él hacía, sin verlos. Es decir, era como si ella pudiera visualizar las figuras desde la distancia a través de una especie de visión remota.

Médiums

Los médiums suelen ser personajes frecuentes en las películas de terror por la supuesta habilidad de contactar espíritus o demonios. Aquellos que se identifican como médiums afirman poder escuchar o sentir a seres de otros mundos. Por esa razón, es común que se involucren en la investigación de fenómenos paranormales como “casas encantadas”.

Una de las médiums más famosas es Lorraine Warren, una parapsicóloga estadounidense. Ella, en conjunto con su esposo, se encargaban de investigar distintos casos de actividad “sobrenatural”. De hecho, la popular película El Conjuro, se basa en uno de sus casos.

¿Es posible desarrollar algún tipo de percepción extrasensorial?

Quienes defienden la existencia de la percepción extrasensorial, suelen decir que es una capacidad humana innata. En otras palabras, nacemos con dichas habilidades, pero permanecen “dormidas” por la falta de estimulación o práctica. Siguiendo esta lógica, sería posible despertar nuestros dones psíquicos si nos ejercitamos para ello.

Algunas técnicas que tienden a recomendarse con este objetivo son la meditación o el yoga. También se incluyen ejercicios de visualización mental, uso de cristales con propiedades “místicas” y otro tipo de rituales. Ahora bien, ¿de verdad es posible? Veamos qué dice la evidencia científica.

Evidencia científica sobre la percepción extrasensorial

Para empezar, los experimentos que se realizaron en el pasado para evaluar ese tipo de percepción se criticaron en su momento. Por ejemplo, en el caso de las cartas de Zener, se habló de un factor estadístico en el que se consideraba la probabilidad de acierto por azar. En este mismo sentido, los experimentos de Sinclair también fueron cuestionados por su falta de rigurosidad científica.

Por otro lado, muchos de los conceptos sobre los que se basa la PE, tampoco se pueden comprobar con experimentos. La existencia de fenómenos como los chakras o la energía psíquica son incompatibles con lo que sabemos de la anatomía humana. Muchos de ellos se basan en textos religiosos antiguos con descripciones inexactas del cuerpo humano.

Además, la evidencia experimental es contraria a lo que plantean los teóricos que defienden la PE. Huang (2019) publicó un artículo en el que explica que lo más probable es que los fenómenos extrasensoriales se asocien a falsas percepciones. Según el autor, una falsa estimulación interna se confundiría con un estímulo objetivo que se detecta a través de los sentidos.

De modo similar, Liu (2021) realizó un metaanálisis sobre los estudios de telepatía. En sus conclusiones señala que, bajo condiciones experimentales, los efectos de la telepatía son casi “nulos”. Así, a pesar de que las hipótesis sobre la percepción extrasensorial sean interesantes, no hay suficiente evidencia científica que las apoye.

jueves, 22 de diciembre de 2022

El movimiento de la neurodiversidad: personas neurotípicas y neurodivergentes

El movimiento de la neurodiversidad defiende la idea de las personas tienen cerebros con algunas diferencias y de que estas deberían ser reconocidas como una manifestación más de la variabilidad entre las personas.

Las definiciones y las diferencias entre personas neurotípicas y personas neurodivergentes son temas de actualidad en la psicología. El movimiento de la neurodiversidad defiende la idea de que nuestros cerebros son diferentes. Pese a ello, deberían ser tratados por igual por las personas, el lugar de trabajo y los entornos externos.

La palabra “neurotípico” describe a una persona que piensa y procesa la información de manera típica dentro de su cultura y que aprende habilidades y alcanza hitos del desarrollo casi al mismo tiempo que sus compañeros.

Por el contrario, el término “neurodivergente” describe a quien procesa la información de una manera diferente. Las personas con autismo y con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y condiciones similares a veces se identifican como neurodivergentes.

El movimiento de la neurodiversidad

La neurodiversidad tiene mucho que ver con el espectro en el que se mueven nuestros pensamientos; en este contexto, las diferencias en la cognición son tomadas como variaciones. El concepto se hizo popular en la década de 1990, cuando la socióloga Judy Singer propuso que el autismo surge del cerebro que funciona de manera diferente a las personas no autistas.

Singer también resaltó que esto no es una falta, sino una diferencia. Desde entonces, la neurodiversidad se ha convertido en un movimiento, cambiando la forma en la que entendemos la variabilidad de formas de pensar y procesar la información.

Utilizar palabras como neurodivergente o neurodiversa puede ser una forma de desvirtuar la discusión sobre si el autismo o el TDAH son una enfermedad o un trastorno de salud mental. Estos términos tienen consecuencias sobre cómo se aborda la salud psicológica, ya que apuntan a que las personas simplemente tienen una manera diferente de entender e interactuar con el mundo, separándose de una escala peor-mejor.

Sin embargo, algunos argumentan que el término “persona neurodiversa” es aún mejor. Esta palabra se acoge o apuesta por admitir como iguales en valor de las distintas formas en que los individuos piensan y se comportan. En lugar de enmarcar una forma como típica y la otra como atípica, la “neurodiversidad” abarca un continuo de posibilidades.

Personas neurodivergentes o neurodiversas

El término “neurodivergente” describe a las personas que procesan la información de una manera muy particular y se comportan de una manera no esperada o poco común. En esta línea, es factible discutir diagnósticos, como el autismo, fuera del marco de la significación clínica.

Según la organización benéfica ADHD Aware del Reino Unido, entre el 30 % y el 40 % de la población es neurodivergente. Sin embargo, al igual que con el término “neurotípico”, este no tiene un significado fijo. La neurodivergencia se presenta de muchas formas.

Así, las personas que presentan las siguientes condiciones pueden considerarse neurodivergentes:

  • TDAH: con frecuencia tienen altos niveles de energía, lo que puede causar hiperactividad y dificultad para quedarse quieto en la escuela o el trabajo. Por lo tanto, mantenerse enfocado u organizado también puede ser difícil. Sin embargo, estos rasgos también pueden significar que las personas con TDAH son espontáneas y dinámicas en sus interacciones sociales. Lo que para unas personas es agotador, para otras es estimulante.
  • Dificultades de aprendizaje: afectan la forma en que alguien aprende o recibe información. Por ejemplo, la dislexia afecta la capacidad de lectura de una persona, mientras que la disgrafía a la escritura y la motricidad fina. Las personas con estos diagnósticos no carecen de inteligencia o son incapaces de aprender. Simplemente, se benefician del aprendizaje de diferentes maneras a las establecidas formalmente.
  • Autismo: el autismo afecta a cómo alguien procesa la información sensorial y esto influye en cómo piensa y se comunica. Por ejemplo, una persona autista puede ser muy sensible a ciertos sonidos y ruidos o tener problemas para leer las señales sociales. Otras pueden tener intereses muy específicos y profundos. Los efectos varían mucho de una persona a otra.
  • Síndrome de Tourette: las personas con síndrome de Tourette tienen una afección neurológica que provoca que tengan movimientos o sonidos involuntarios, conocidos como tics.
  • Sinestesia: las personas con sinestesia experimentan los sentidos de diferentes maneras. Por ejemplo, pueden ver colores o formas cuando escuchan música o saborear ciertos sabores cuando escuchan palabras.
  • Algunos consideran que algunas formas de superdotación son también son neurodivergencia. Un ejemplo serían las personas con hipertimesia, ya que tienen una memoria muy precisa de sus propias experiencias de vida.
Como curiosidad, en un estudio de 2018 se compararon datos de Estados Unidos, India y Japón sobre los criterios que usan los médicos para hacer diagnósticos o dictámenes diferenciales de los trastornos del espectro autista. Los investigadores encontraron que, si bien muchos rasgos eran consistentes entre los grupos, otros dependían de la cultura.

Personas neurotípicas

Por otro lado, el término neurotípico describe a alguien que piensa y procesa la información de una manera esperada para su cultura y entorno. Así, las principales características de las personas que tienen un desarrollo neurotípico son las siguientes:

  • Alcanzan hitos del desarrollo en un momento similar al de otros niños, como aprender a hablar.
  • Tienen habilidades sociales u organizativas que son similares a las de sus otros compañeros.
  • Son capaces de tolerar algunas molestias sensoriales, como ruidos fuertes sin mucha dificultad.
  • Poseen la capacidad de adaptarse a los cambios en las rutinas.
  • Pueden concentrarse en clase o en el trabajo durante períodos prolongados.
  • Tienen intereses variados o pasatiempos típicos para la edad de la persona.
Una persona neurotípica no necesariamente tiene todos estos rasgos o en todas las situaciones. Por ejemplo, algunas personas sin autismo pueden sentirse abrumadas por ciertas experiencias sensoriales, como estar en una multitud. Algunos niños también tienen retrasos en el aprendizaje del habla u otras habilidades que no son el resultado de ningún diagnóstico.

Por lo tanto, el significado “neurotípico” también es subjetivo hasta cierto punto. Lo que la gente considera típico puede variar según el contexto.

Celebrando las diferencias

La forma en que las personas perciben y entienden el mundo y a quienes les rodean es una negociación constante de límites. Términos como neurodiverso y neurotípico pueden ayudar con esto. No obstante, hay que tener en cuenta que el concepto de lo que es típico también varía drásticamente según la cultura y los contextos dentro de esa cultura.

Las variaciones en el desarrollo neurológico se entienden mejor cuando somos conscientes de que existen predisposiciones orgánicas y genéticas muy diversas, que según el contexto pueden sentir mayor adaptación curricular y laboral. Contemplar y abrazar esas diferencias nos hace mejores personas y profesionales.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

Las 10 mejores películas de Keanu Reeves

Acción, drama, fantasía, terror... Son muchos los géneros en los que ha trabajado Keanu Reeves, un actor que deja huella. Hoy os traemos una selección de sus mejores películas.

En Hollywood han pasado a la historia numerosos actores por tener papeles protagonistas en importantes películas. Muchos de ellos se han hecho un hueco en el mundo de la fama y otros han preferido quedar en un segundo plano. Para tener una aproximación a los mejores filmes de uno de los actores más aclamados del cine, queremos hacer un repaso de las mejores películas de Keanu Reeves.

Aunque su lugar de nacimiento fue el Líbano, su nacionalidad es canadiense. Reeves ha obtenido elogios de distintos tipos, tanto en el mundo del cine como también a nivel personal, ya que destaca por llevar un estilo de vida sencillo y humilde. Veamos cuáles han sido las mejores producciones en las que ha participado como actor.

1. Las amistades peligrosas (1988)

Dirigida por Steven Frears, Las amistades peligrosas es una historia ambientada en la Francia barroca del siglo XVIII. Una marquesa llamada Merteuil quiere vengarse de su amante, siendo este el argumento principal que, según avanza la historia, se iva complicando la trama, precisamente en el momento en que se ven involucradas otras personas.

En este caso, Keanu aparece como un joven profesor de arpa, atractivo y simpático. Esta será una de las primeras apariciones de este actor en el mundo del cine.

2. Mi Idaho privado (1991)

Una de las películas de Keanu Reeves más interesantes y, probablemente, de las menos conocidas. En ella representa a un joven llamado Scott Favor que, junto con otro Mike Waters, van a ganarse la vida prostituyéndose en las calles de Portland. A partir de ahí, se desarrolla una trama entretenida y cargada de emoción.

La dirección viene a cargo de Gus Van Sant, quien quiso que la figura que representa Keanu sea la de un chico rebelde, hasta que el amor llame a su puerta.

3. Le llaman Bodhi (1991)

Bajo la dirección de Katryn Bigelow, se narra la historia de Johnny Utah (Keanu Reeves), agente del FBI infiltrado para acabar con una banda de atracadores, los cuales utilizan caretas de presidentes de Estados Unidos cuando realizan los robos.

Sin embargo, todo se tuerce cuando Utah conoce a Bodhi, el jefe de la banda, quien va a influir notoriamente en la vida del joven policía.

4. Drácula de Bram Stocker (1992)

De uno de los cineastas más reputados de la historia, Francisco Ford Coppola, nace Drácula de Bram Stocker. En ella, se muestra la historia de un joven abogado llamado Jonathan Harker, que viaja hasta Transilvania para conocer al Conde Drácula.

Se revitaliza, así, la imagen de Drácula, todo bajo una interesante ambientación gótica en la que convergen los sentidos de los personajes junto con las emociones del espectador.

5. Pequeño Buda (1993)

Un filme dirigido por Bernardo Bertolucci en el que Jesse Konrad, un niño residente en Sattle, recibe a una congregación de monjes budistas que, sin mayor dilación, estiman que es la reencarnación del Lama.

En Pequeño Buda se trabaja una idea un tanto fantasiosa y épica, por lo que puede que en algunos momentos parece que existe cierta evasión de la realidad. En este caso, el propio Keanu aparece como Buda.

6. Speed: Máxima potencia (1994)

Una historia llena de acción y aventura en la que un policía de Los Ángeles llamado Jack Traven (interpretado por Keanu), consigue sortear el peligro en más de una ocasión. Sin embargo, se verá envuelto en un problema mucho mayor: un autobús con una bomba programada que explotará si se reduce la velocidad a menos de 80 km/h.

Esta película, dirigida por Jan de Bont, consigue dos Óscars a efectos de sonido y no es para menos, ya que la historia consigue que el espectador desprenda adrenalina e impresiona el tipo de rodaje que se realiza.

7. Pactar con el diablo (1997)

Un thriller psicológico dirigido por Taylo Hackford en el que Keanu Reeves interpreta a Kavin Lomax, un joven abogado con una carrera talentosa que pierde un caso importante. Tras el fracaso, recibirá una gran oferta de un bufete importante dirigido por John Milton, interpretado por Al Pacino.

La película ofrece una trama en la que se complican algunas acciones a través del oscuro John Multon que, básicamente, se va a interponer en la vida de Taylor.

8. Matrix (1999)

En este filme, Lilly Wachowski y Lana Wachowski son las directoras. Ha sido categorizada como una obra maestra de la ciencia ficción, en la que la reflexión llega hasta el espectador y se trata, en todo momento, de entender el porqué del mundo de Matrix.

Thomas Anderse es un programador que tiene una vida paralela como hacker en la que se llama Neo. El argumento muestra una historia cargada de incógnitas; no obstante, se irán resolviendo. El propósito es que el espectador trate de participar en la comprensión de una de las mejores películas de Keanu Reeves.

9. Constantine (2005)

Dirigida por Francis Lawrence, Constantine es una película en la que se trabaja la ficción, la fantasía y el drama. John Constantine (Keanu Reeves) tiene un don inesperado: puede reconocer a los ángeles y a los demonios. Este se suicida ante el tormento que suponen las visiones que tiene, pero regresará de nuevo a la Tierra como un ser mortal.

Keanu Reeves interpreta un papel en el que el personaje engloba el heroísmo y la desilusión por la vida, del mismo modo que está enfrentado con el más allá.

10. Matrix Resurrections (2021)

Las hermanas Wachowski vuelven a realizar uno de los argumentos más controvertidos de la historia del cine. De nuevo, la ciencia ficción toma protagonismo para mostrarnos la vida de Neo, quien vuelve a entrar en el mundo de Matrix tras tomar la pastilla roja receta por Morfeo.

En definitiva, una de las mejores películas de Keanu Reeves con la que, sin lugar a dudas, va a pasar a la historia como uno de los grandes actores de Hollywood.

martes, 20 de diciembre de 2022

Efecto Woozle: mentiras que parecen verdad

El efecto Woozle es un fenómeno que se produce como consecuencia de diferentes sesgos cognitivos. Este consigue que tergiversemos la realidad sin cuestionarnos la veracidad de determinadas afirmaciones.

¿Alguna vez has escuchado a alguien decir que una mentira que se dice 1000 veces se convierte en verdad? Las personas solemos pensar que nuestra capacidad para distinguir entre lo real y lo falso es muy aguda. Sin embargo, fenómenos como el efecto Woozle evidencian lo común que es creer en hechos no comprobados.

Siguiendo esta línea, este fenómeno tiene distintas implicaciones en ámbitos como la ciencia, el periodismo y la cultura. En algunos casos, incluso puede ser peligroso porque podría causar pánico en la población. En este artículo, verás ejemplos comunes para comprenderlo mejor.

¿Qué es el efecto Woozle?

En el libro infantil Winnie The Pooh existe una historia donde Winnie the pooh y su amigo Piglet consiguen un rastro de huellas. Los amigos llegan a la conclusión de que se trata de un “Woozle”, un animal muy raro. En buena medida, motivados por este hecho, deciden seguir el rastro de la criatura. Sin embargo, caminan y caminan, sin encontrar rastro de la criatura.

Más adelante, los dos protagonistas descubren que estuvieron caminando en círculos y siguiendo sus propias huellas. De este modo, se dan cuenta de que el Woozle nunca existió, aunque ellos habían creído que sí por el rastro.

El efecto Woozle es un fenómeno que ocurre cuando se citan estudios científicos poco confiables. Así, las personas pueden llegar a creer que dicha información es verdadera, solo porque se replica o se cita en muchas ocasiones.

Beverly Houghton popularizó el término cuando habló de un caso en los Estados Unidos. Un investigador publicó un estudio sobre violencia doméstica en el que participaron 80 familias. La mitad de los grupos familiares tenían historial de violencia doméstica. Por ende, el autor concluye que el 55 % de su muestra presentaba violencia doméstica.

Más tarde, otro científico redacta un libro y cita el estudio de violencia doméstica, pero sin dar detalles de la muestra. Por lo tanto, el autor sugería que en el 55 % de todas las familias estadounidenses había violencia doméstica. Después, otras personas citaron el libro y comenzó a difundirse la creencia de que la mitad de las familias experimentaban violencia doméstica.

No obstante, un estudio con una muestra de 80 familias no es lo bastante grande para afirmar tal cosa. Pero, debido a que se citó de forma muy frecuente, se llegó a creer que era un hecho científico.

¿Por qué ocurre este fenómeno?

Existen diferentes factores que pueden contribuir a que ocurra el efecto Woozle cuando se busca información científica. Uno de estos sería el sesgo cognitivo de confirmación que hace valorar más los datos que apoyan nuestro punto de vista. Por ejemplo, si alguien considera la violencia doméstica como un problema común, podría ver el estudio anterior como evidencia de ello.

Otro ejemplo podría ser la creencia de que los hombres tienden a ser más infieles que las mujeres. En este caso, la persona podría encontrarse con un estudio sobre 50 parejas en el que hubo infidelidad y más de la mitad fueron hombres. Como resultado, podría ver ese dato como una confirmación de su creencia y citarlo para defender su argumento.

Luego, otras personas que piensan de forma similar, podrían ver la cita y considerarlo un hecho científico. Entonces, también citarían el estudio y comenzaría a difundirse una información falsa como evidencia científica confiable.

Otra variable que favorece el efecto Woozle es el pensamiento tribal o de grupo. A menudo, nos guiamos por lo que piensa la mayoría sobre algo. Por lo tanto, si vemos que muchas personas apoyan una idea particular, es muy probable que terminemos por creer en dicha información.

Implicaciones de este fenómeno

El fenómeno del Woozle tiene varias consecuencias en el campo de la ciencia y la comunicación. Para ilustrarlo mejor, podemos mencionar un caso reciente que ocurrió en el contexto de la pandemia por COVID-19. Un grupo de científicos publicaron un estudio sobre los efectos de la Ivermectina en células infectadas con el virus.

En esta misma línea, los investigadores aplicaron altas dosis de Ivermectina a placas con células infectadas y pudieron eliminarlo. Algunas personas vieron este estudio como una prueba de que dicho medicamento era un tratamiento eficaz para el virus. Sin embargo, había dos problemas con esa afirmación:
  • Los efectos de los fármacos en placas de células no son iguales a cuando se administran vía oral, intravenosa o intramuscular.
  • La dosis de Ivermectina que se debía aplicar para matar el virus era muy alta y en humanos podía resultar tóxica.
A pesar de ello, muchas personas creyeron que usando Ivermectina podían curar el virus y citaron el estudio para comprobarlo. De este modo, vemos como el efecto Woozle puede ser peligroso en el ámbito científico y comunicativo. Lo que en la superficie puede parecer evidencia sólida, es en realidad información tergiversada.

Ejemplos del efecto Woozle

Uno de los casos más famosos del Woozle involucra al famoso físico Albert Einstein. Con frecuencia, aparece en internet una supuesta frase dicha por él: “solo existen dos cosas infinitas, el universo y la estupidez y humana”. Pero, la verdad es que, Albert Einstein nunca dijo tal cosa.

De manera más reciente, Kelly (2019) desarrolló una investigación sobre el litio en el tratamiento de la depresión bipolar y el Woozle. El autor menciona que algunas guías colocan el litio como la mejor alternativa para dicha afección. Mientras tanto, otros libros desaconsejan el uso de ese fármaco. Al realizar una revisión, concluyó que las guías que promueven el uso de litio sufren el fenómeno del Woozle.

En conclusión, es importante que los investigadores sean prudentes a la hora de citar otros estudios en sus investigaciones. Citar un estudio sin contextualizar lo suficiente o dar los detalles correctos puede generar un efecto Woozle involuntario.



lunes, 19 de diciembre de 2022

El deseo sexual en los hombres

Uno de los mitos más extendidos es que los hombres mantienen su deseo sexual constante con independencia de las circunstancias. Ahora bien, ¿es así? Lo analizamos.

Desear es querer algo con vehemencia y anhelo. El deseo es siempre la aspiración hacia algo que no se tiene en el momento. Es una tendencia humana que impulsa hacia la búsqueda de aquello que está ausente y sin la cual no se puede alcanzar la plenitud. Con el deseo sexual pasa lo mismo.

Este deseo anima al ser humano a buscar un encuentro sexual por diferentes motivos: reproductivos, sociales, personales, etc. Surgen ante esa falta percibida a nivel relacional y desencadena una serie de comportamientos que pretenden acercar a la persona a ese fin tan anhelado, el sexo.

¿Qué es el deseo sexual en los hombres?

Es un estado psicológico que busca iniciar y mantener la conducta sexual humana, desencadenado por estímulos internos o externos. Básicamente, es el impulso que mueve a las personas, en este caso a los hombres, hacia un encuentro íntimo con otra persona, para compartir intimidad, mantener una relación, para disfrutar y sentir placer, etc.

El deseo sexual en los hombres aparece en la pubertad, algunas veces asociado con eyaculaciones involuntarias durante el sueño. Este deseo puede mantenerse hasta alrededor de los 50 años, para posteriormente comenzar su declive, acompañado en algunos casos, de un descenso también de la libido.

El deseo sexual en los hombres y algunos factores asociados

Los factores asociados a este tipo de deseos son de tipo biológicos, psicológicos, sexuales, relacionales y culturales (Nimbi et al., 2020):

Factores biológicos

Los andrógenos, como la testosterona, son fundamentales para la conducta sexual en hombres. De hecho, las investigaciones realizadas sobre el tema han demostrado que se requiere un nivel mínimo de andrógenos para experimentar deseo sexual.

Se sabe también que la testosterona aumenta el deseo de tener sexo sin compromiso y, por consiguiente, de un mayor número de parejas sexuales. La satisfacción de estos deseos suele reducir los niveles de testosterona en la sangre después del coito, pero no el nivel de deseo percibido (Puts et al., 2015).

Las hormonas sexuales son liberadas en el torrente sanguíneo por las glándulas y viajan al cerebro, donde sensibilizan determinadas regiones de la corteza, haciéndolas más receptivas a los estímulos y pensamientos sexuales.

Factores psicológicos

Si bien es cierto que los estados de ánimo pueden promover o inhibir el deseo sexual, los estudios sobre el tema nos ofrecen resultados contradictorios. Hay investigaciones que señalan que los niveles bajos de deseo sexual se asocian a la falta de afectos positivos relacionados con la sexualidad que con la presencia de emociones más negativas (Nimbi et al., 2018; Nimbi et al., 2019).

También se ha encontrado que la depresión y la ansiedad están asociadas a bajos niveles de deseo sexual. En una investigación realizada con 919 hombres, Bancroft et al. (2003) encontraron que el 9 % de aquellos que tenían niveles elevados de depresión informaron un aumento en el interés sexual y el 42 % informaron una disminución.

Asimismo, se encontró que entre los hombres con ansiedad significativa, el 21 % reportó un aumento en el deseo sexual y el 28 % reportó una disminución.

Factores sexuales

Las experiencias sexuales pasadas positivas y negativas tienen efectos directos en el interés y el comportamiento sexual. Los problemas sexuales pueden tener un efecto negativo sobre el interés y la función sexual en general.

Por ejemplo, se ha informado que la disfunción eréctil y la eyaculación precoz son las comorbilidades más prevalentes entre los hombres con bajos niveles de deseo sexual (Carvalheira, 2014).

En cuanto a la respuesta sexual, el nivel de deseo suele aumentar durante cualquier experiencia sexual (masturbación, coito) hasta el orgasmo, y parece predecir la calidad y satisfacción de la fase orgásmica (Paterson et al., 2014).

Factores relacionales

En una investigación, realizada por Murray et al. (2017), sobre la experiencia masculina en relaciones a largo plazo, se encontró que, independientemente de la edad o la duración de la relación, factores como “sentirse deseado”, “encuentros sexuales emocionantes e inesperados” y “comunicación íntima” eran factores provocaban el deseo sexual.

Mientras que el “rechazo”, “dolencias físicas y negativas”, “las características de salud” y la “falta de conexión emocional con la pareja” fueron los principales factores inhibidores.

Factores culturales

La presión social y las expectativas de los roles de género masculinos se han identificado como factores de riesgo para los niveles de estos deseos. De igual forma, se ha encontrado que la estigmatización de la reducción de la libido masculina puede influir negativamente en la satisfacción sexual (McCarthy, 2009).

Muchos de los estereotipos o mitos culturales sobre el deseo sexual masculino pueden afectar estos deseos. El estereotipo de que el hombre piensa todo el día en el sexo puede hacer que los hombres se sientan presionado a manifestar tal conducta, con tal de no ser subvalorados por no cumplir con tal estándar.

Para concluir, el deseo sexual en los hombres está influenciado por diferentes variables. Estos deseos motivan hombre a la búsqueda de intimidad sexual, pero no necesariamente de intimidad emocional. Es más, para muchos de ellos, el deseo sexual y su satisfacción es una manera de crear dicha intimidad y no una consecuencia de esta.

domingo, 18 de diciembre de 2022

Si las cosas van mal, no te dejes llevar

¿Vemos el mundo como es o como lo sentimos? Esta pregunta es muy importante, pero al mismo tiempo responderla se nos hace muy difícil. Porque cuando estamos bien, todo parece ir viento en popa; en cambio si un día estamos tristes, el mundo parece estar en nuestra contra. En el último caso, la realidad nos reta a que realicemos un esfuerzo. Si las cosas van mal, no te dejes llevar.

Sabemos que todo termina pasando, que hasta la circunstancia más complicada llega a su fin, que hasta la peor de las tormentas esconde al sol detrás de sus nubes. Sin embargo, cuando estamos sumergidos en esa situación negativa, parece que todo se nos cae encima.

Sin desearlo, nos volvemos personas muy negativas, pensando que no hay salida y que se termina todo. No somos capaces de ver más allá, y en consecuencia nos dejamos llevar por nuestros sentimientos, abandonándonos y dejando que el viento en contra nos haga perder mucho más de lo que habríamos perdido en caso de hacer oposición.

No te dejes llevar cuando tus emociones negativas aparezcan

Es inevitable sentir emociones negativas igual que es inevitable tener que afrontar acontecimientos y circunstancias que se opongan a nuestros deseos. Dichas emociones cumplen una función, centrarnos en lo que nos está sucediendo, detenernos a reflexionar sobre las circunstancias y ponerles una solución. No obstante, su función adaptativa puede quedar enterrada cuando la emoción toma el control de nuestras acciones y de nuestros pensamientos.

Es entonces cuando nuestros pensamientos se llenan de derrotismo, bajando los brazos y abandonando esas conductas que intentan equilibrar la racha negativa por la que atravesamos: minimizar la pérdida. En estos casos, en vez de quedarnos con la información que la emoción nos pretende trasmitir, dejamos que esta se convierta en una caja de resonancia que se reproduce de manera insidiosa, mermando nuestro ánimo… y con él nuestras fuerzas.

Así que si te encuentras en una situación así, no te dejes llevar por tus emociones negativas. Tampoco intentes luchar contra ellas: nunca serán tus enemigas si les das el trato adecuado. Simplemente, extrae de ellas su información y su energía. Acepta que ahora forman parte de ti, pero no permitas que se conviertan en víricas, contaminando todo pensamiento y conducta que generas.

Sí, en ese momento te sientes fatal. Tu pareja te ha dejado y crees que ya no encontrarás a nadie más. Te han despedido del trabajo y consideras que es la gota que ha rebosado el vaso. Has sufrido una decepción y crees que tienes que empezar a desconfiar de todo el mundo. Todo esto no te ayuda, te limita y prolonga un sufrimiento y un dolor a los que les has dado la mano.

La importancia de asumir una distancia emocional

Aunque nos encontremos agobiados y sintamos que no hay esperanza posible debido a los nubarrones que hay en nuestras mentes, es necesario hacer un esfuerzo para distanciarnos emocionalmente de la situación vivida. No estamos viendo nada claro, de manera que, ¿por qué no alejarnos un poco?

Hacerlo nos ayudará a ver lo que ocurre con una mayor claridad. Adquiriremos una nueva perspectiva que nos dará información útil para salir del punto en el que nos encontramos atrapados.

Ahora bien, ¿cómo podemos tomar una distancia emocional? Podemos empezar por pensar en una situación del pasado que hayamos experimentado y en la que experimentamos unas sensaciones parecidas. ¿Verdad que la pudimos superar? Además, con el tiempo, relativizamos la importancia que le dimos a todas esas adversidades por las que hemos transitado.

Esto permitirá que nos demos cuenta de que esta situación es igual. Tan solo ha cambiado el contenido, pero en realidad vamos a salir de ella. También puede ayudarnos hablar con otras personas y prestar atención a cómo viven ellas aquello por lo que estamos pasando. Ponernos en su lugar nos ayudará a ver nuestra situación desde una nueva perspectiva.

Piensa que aunque creas que no tienes el poder de cambiar nada de lo que te está sucediendo, esto no significa que tengas que dejarte arrastrar. Nadar contracorriente, a veces, es necesario. Sobre todo en esos momentos en los que las emociones empañan tanto tu visión que puedes terminar padeciendo depresiones severas. Así que no te dejes llevar por lo que sabes que en un futuro podrás ver desde una perspectiva mucho menos dramática.

sábado, 17 de diciembre de 2022

Villa 21, un exitoso experimento de antipsiquiatría

Villa 21 fue un interesante experimento de antipsiquiatría que se centraba en darle mayor autonomía a los pacientes mentales para que llegaran a la sanación mediante un entorno favorable que los validara como sujetos.

David Cooper realizó un experimento que podemos enmarcar dentro de la antipsiquiatría en un lugar llamado Villa 21. Los resultados fueron muy alentadores, pero, por alguna extraña razón, son pocos los psiquiatras que los reivindican. Lo que puede haber detrás de esta ignorancia intencional son intereses económicos. Obviamente genera más beneficios dopar a un enfermo mental que proponer otro tipo de intervenciones. Para lo uno basta un médico y unas pastillas. Para lo segundo se requiere más personal, tiempo y análisis.

Desafortunadamente persisten y se alimentan una serie de prejuicios frente a la enfermedad mental. Se promueve la idea de que una persona afectada por esquizofrenia o trastorno bipolar es peligrosa para quienes le rodean. Las estadísticas de la propia Organización Mundial de la Salud indican que solo el 5% de los diagnosticados incurren en conductas violentas. Entre las personas llamadas “normales” el porcentaje es del 10%.

Durante mucho tiempo, el tratamiento para las patologías mentales ha estado centrado en generar mecanismos que repriman las emociones y conductas. Básicamente se utilizan los fármacos que reducen la intensidad de las emociones y el internamiento en hospitales mentales. David Cooper se opuso a ese esquema. De su visión, en la que predomina un enfoque más humano, surgió el experimento de antipsiquiatría llamado Villa 21.

La visión de Cooper

David Cooper desarrolló una visión de la “locura” con un enfoque fenomenológico y existencial. Estaba muy influenciado por las ideas de Herbert Marcuse. Se apartó de la idea de que las enfermedades mentales tenían un origen físico y más bien puso un especial énfasis en los factores sociales como detonantes de esos estados de ruptura con la realidad. A partir de ese enfoque realizó su experimento de antipsiquiatría.

Para Cooper había tres tipos de locura:

  • La demencia. Es la que nace por el impacto que ha tenido el sistema sobre los individuos. Las guerras, la pobreza, los daños ecológicos, etc. Esa realidad desorganiza el mundo interior de los sujetos.
  • El “viaje interior”. Son rupturas con la realidad, en las que el individuo pretende recuperar lo más auténtico de sí mismo, romper con la alienación y construir un proyecto de vida propio.
  • La “demencia social”. La causada directamente por entornos enfermos, que terminan enfermando al individuo. Tales entornos pueden ser la familia, la escuela, el trabajo, etc. La única salida que le queda a la persona es enloquecer para huir de esos contextos.
Cooper siempre tuvo la convicción de que era posible curar todas esas patologías. Al contrario de la psiquiatría tradicional, no pensaba que fueran enfermedades crónicas, sino que se podían superar con el acompañamiento adecuado. Eso fue lo que intentó hacer con su experimento de antipsiquiatría.

Villa 21 y el experimento de antipsiquiatría

En un gran hospital mental de Londres, Cooper logró que le fuera asignada una sección para realizar su experimento antipsiquiátrico. A dicha sección se le dio el nombre de “Villa 21”. Básicamente partió de la idea de que los jóvenes y adolescentes no debían estar mezclados con los enfermos que ya llevaban varios años de “encierro” en el hospital.

Logró entonces que le permitan abrir una sección especial para jóvenes y adolescentes. Así organizó una comunidad terapéutica que funcionaba de manera independiente y autónoma, frente a las demás dependencias del hospital, que en total tenía 2.000 camas. Villa 21 solo tenía 19 camas. Todos los integrantes de esa sección eran personas que habían recibido el diagnóstico de esquizofrenia por primera vez.

La selección del personal de atención se basaba en un criterio similar. Se elegían médicos y asistentes de salud que fueran jóvenes y que hubieran tenido poca experiencia con los hospitales mentales. Se buscaba que fueran fácilmente permeables a un nuevo enfoque y que no cargaran con prejuicios del pasado.

Unos resultados interesantes

En Villa 21 se promovió la autonomía. Los pacientes gozaban de un amplio margen de libertad para tomar las decisiones que consideraran pertinentes. Se evitó poner normas en cualquier terreno en el que fuera posible la flexibilidad. Eran los pacientes quienes decidían y acordaban las actividades diarias a realizar dentro de la unidad.

Se buscó darle especial importancia a la dinámica grupal. Como acompañante de estos procesos siempre había un profesional de la salud cuyo papel era simplemente facilitar y sugerir. Pero finalmente eran los pacientes quienes decidían las actividades y el modo como serían desarrolladas. De este modo se formaron varios sub-grupos de trabajo que tenían un funcionamiento horizontal.

En un principio hubo una etapa de caos con este nuevo método. Sin embargo, con el tiempo los pacientes lograron establecer una organización estable y funcional que redundaba directamente en su bienestar. El experimento estuvo vigente entre 1962 y 1966. Durante esa etapa pasaron por allí 42 pacientes. Todos ellos fueron dados de alta antes de un año. Solo un 17% tuvieron que volver a ser ingresados. Aún así, el experimento de antipsiquiatría fue cancelado, aunque ha servido de modelo para nuevos ensayos.