miércoles, 14 de junio de 2023

Las abejas también saben matemáticas

¿Y si te dijéramos que las abejas son capaces de diferenciar los números pares de los impares? Sus cerebros apenas tienen un millón de neuronas, pero sus capacidades no dejan de sorprender a la ciencia. ¿Te gustaría saber más datos asombrosos?

Son pequeñas y nos fascina ver sus cuerpos moteados por polen yendo de una flor a otra. Las abejas son esos insectos himenópteros tan necesarios para la supervivencia de nuestros ecosistemas. Así, aunque en el mundo existan miles de especies que actúan también como polinizadores, ellas son esas hadas de la naturaleza que cumplen su papel de manera más eficaz.

Nos encantan, pero lo cierto es que no las cuidamos demasiado bien. El cambio climático, sumado al uso intensivo de sustancias tóxicas como plaguicidas e insecticidas para la agricultura, está acabando poco a poco con ellas. Abejas y abejorros no solo se alzan como esas criaturas clave para nuestro planeta, sino que, además, son todo un desafío para la ciencia.

A medida que los conocemos mejor no deja de sorprendernos su inteligencia y cómo no, su compleja y audaz organización social. Sabemos desde hace tiempo que las abejas melíferas son hábiles en tareas matemáticas. Sin embargo, hace poco, una investigación aportó otro dato aún más sorprendente. Son capaces de diferenciar los números pares de los impares.

Aunque no lo creas, las abejas también saben matemáticas

Es muy posible que más de uno vea esta noticia con altas dosis de escepticismo. ¿Cómo puede un insecto con apenas un millón de neuronas -nosotros tenemos cerca de 86 mil millones- tener unas capacidades ejecutivas tan sofisticadas? Para comprenderlo podemos hablar de Scarlett Howard, una becaria de la Universidad de Toulouse que lleva bastante tiempo enseñando matemáticas a las abejas.

Estos insectos eusociales han demostrado ser capaces de sumar y restar e incluso de comprender el concepto de “cero”. Mediante diversos experimentos en los que premia a las abejas, las ha ido entrenando para dominar conceptos matemáticos básicos. Es ahora cuando estamos descubriendo sus habilidades cognitivas, las cuales van desde poder discriminar rostros humanos hasta recorrer complejos laberintos.

En la investigación que publicó Scarlet Howard en el 2019, nos indica que aunque abejas y seres humanos estamos separados por más de 400 millones de años de evolución, tenemos muchos elementos en común. Las abejas también saben matemáticas, aprenden reglas y resuelven tareas aritméticas que otros animales con cerebros más grandes no llevan a cabo.

Las abejas pueden diferenciar los números pares y los números primos

¿Cuánto te costó aprender en educación primaria la diferencia entre los números pares o impares? Puede que no demasiado. Ahora bien, sea como sea, lo que nunca podrías imaginar es que insectos como las abejas pudieran integrar también este aprendizaje. La Universidad de Deakin, en Australia, publicó un estudio en el 2022 que llamó mucho la atención.

Las abejas melíferas pueden aprender los conceptos de números pares e impares. En esta investigación lo que se hizo es construir una serie de paneles con tarjetas en las que aparecían círculos agrupados según esta característica matemática. Se aplicaron dos grupos. En uno, un grupo de abejas recibían agua azucarada si se acercaban a los números pares. El otro grupo recibía ese estímulo positivo si lo hacía a los impares.

¿Y cuál fue el resultado? La investigación demostró no solo que las abejas saben matemáticas, sino que pueden diferenciar antes los números impares que los pares. Justo a la inversa de lo que nos sucede a los humanos.

Cuando somos pequeños aprendemos antes los números pares (2, 8, 6, 10…), pero estos pequeños insectos presentan un sesgo de aprendizaje hacia los números impares. El índice de acierto era del 80 %.

¿Para qué necesita una abeja saber matemáticas?

El cerebro de las abejas es diminuto y, a diferencia del humano, carece de corteza prefrontal. Esa región que nos permite llevar a cabo tareas más complejas, como las matemáticas, no está presente en estos insectos. Entonces, ¿cómo pueden evidenciar esta competencia tan sofisticada? Es más… ¿Para qué necesita una abeja melífera saber matemáticas?

Aunque nos cueste creerlo, los insectos son inteligentes

Las abejas también saben matemáticas y son más inteligentes de lo que pensamos, es cierto. Sin embargo, para comprender esta característica debemos recordar qué es la inteligencia. Es la capacidad para inferir información, interpretarla y utilizarla para resolver problemas. Así de simple, así de complejo.

Es cierto que, en su día a día, no necesitarán identificar, por ejemplo, qué flores tienen hojas pares o impares. Sin embargo, en situaciones experimentales en las que se las entrena y se les ofrece un refuerzo (agua con azúcar) aprenden más rápido que otros animales.

Aprender para sobrevivir

Es evidente que en la naturaleza una abeja no necesita realizar tareas matemáticas para alimentarse. Sin embargo, se ha demostrado que, en situaciones excepcionales, pueden integrar nuevos aprendizajes para poder sobrevivir. E insistimos, esto no lo llevan a cabo otros insectos, ni buena parte de los vertebrados.

Estas investigaciones nos han demostrado que las abejas tienen habilidades cognitivas muy avanzadas que les permitiría, por ejemplo, obtener alimento en circunstancias que requieran solucionar problemas básicos.

Un mundo por descubrir

Hay un hecho interesante que ha quedado en evidencia con este tipo de experimentos con abejas. No se necesita de una corteza prefrontal para tener un pensamiento matemático. Basta con tener poco más de un millón de neuronas y un cerebro pequeño para realizar operaciones simples. Sin embargo, esa habilidad para el aprendizaje es una cualidad única en estos insectos que aún debemos comprender mucho más.

Asimismo, no podemos dejar de lado un hecho. El mundo, nuestro planeta, es mucho mejor con las abejas viviendo entre nosotros. Las necesitamos y son uno de los seres más fascinantes de nuestros ecosistemas.

martes, 13 de junio de 2023

La casa del dragón: cómo no matar al padre

La serie ambientada en el universo de Juego de Tronos basa buena parte de sus elementos dramáticos en las relaciones padre e hija. En este artículo analizamos la evolución psicológica de su protagonista: Rhaenyra Targaryen.

La casa del dragón ha conseguido desmarcarse lo suficiente de Juego de Tronos como para conservar su propia identidad. Y entre muchos de sus elementos característicos, destaca cómo expone los conflictos entre ciertos personajes. Es el caso de Rhaenyra Targaryen, su protagonista, cuya evolución analizaremos desde el punto de vista psicológico. Y sí, cuidado, porque en este artículo haremos algún spoiler.

La casa del dragón es una historia de desarrollo y madurez. Y bien sabe la psicología que los padres y otras referencias de la niñez juegan un papel determinante. Buena parte de la evolución de Rhaenyra se debe a la compleja y cambiante relación que mantiene con su padre, el Rey Viserys Targaryen. Y lo mismo ocurre con la sórdida relación con su tío, Daemon Targaryen.

Padres e hijas en La casa del dragón

Es algo que también se podría aplicar a otros personajes, como Alice Hightower, pero está claro que buena parte de los elementos dramáticos de esta serie se basan en las relaciones entre padres e hijas. Y el punto de partida de la relación entre Rhaenyra y Viserys no podría ser más escabroso.

Al comienzo de la serie, el Rey toma la decisión de precipitar el parto de su hijo, a pesar de que significa sentenciar a muerte a su esposa. No es algo que se traduzca en un conflicto concreto con Rhaenyra, pero sí que deja claro ese inconsciente colectivo tan particular de Poniente y otros universos medievales. Los hijos no son más que instrumentos de poder, y tener como descendencia una mujer o un varón puede ser la diferencia entre la paz y la guerra.

Quien haya visto La casa del dragón sabe que el parto no fue bien ni para el hijo ni para la madre, por lo que Viserys se ve “obligado” a nombrar a su hija Rhaenyra como sucesora al Trono de Hierro.

El Rey es consciente de que nombrar heredera a una mujer puede complicarlo todo, pero aún así apuesta su legado político a un sueño, a una profecía. La canción de Hielo y Fuego, por la que el líder de la Casa Targaryen interpreta que será el hijo de Rhaenyra el que llevará la paz a Poniente ante la amenaza de los Caminantes Blancos del Norte. Viserys sigue creyendo que puede mantener la paz en su reino.

El ánimus de Carl Jung

Para entender el desarrollo de un personaje como Rhaenyra, pueden ser útiles los estudios de Carl Gustav Jung sobre los arquetipos y el inconsciente colectivo. El que fuera pupilo de Sigmund Freud desarrolló un concepto conocido como ánimus, voz latina que significa ‘espíritu’. Se trata de las “imágenes arquetípicas de lo eterno masculino en el inconsciente de la mujer que forman un vínculo entre la consciencia del yo y el inconsciente colectivo, abriendo potencialmente una vía hacia el sí mismo”.

En otras palabras, el ánimus -o ánima en el caso del eterno femenino de los hombres- se refiere a esas referencias que cristalizan una forma de entender el mundo o una naturaleza emocional. No tiene por qué ser una representación concreta, pero las más características se centran en referencias paternas u otras figuras famosas, religiosas e idealizadas.

Rhaneyra se nos presenta como una princesa que piensa más en montar en dragón que en atender las obligaciones propias de la Corte. Ese es su punto de partida. No es de extrañar que la mayor inspiración para ella sea su tío Daemon. Irredimible, jinete de dragones y líder de las Capas Blancas. Al fin y al cabo, el hermano del Rey representa los valores más característicos de una familia de conquistadores, como la de los Targaryen.

Muy distinto es lo que representa la figura de su padre, apodado El Pacífico, por querer siempre evitar el conflicto. No importa que Marcaderiva se encuentre amenazada por los piratas de la Triarquía o que exista la sospecha de que su propio hermano pueda conspirar contra él. Para Viserys, el conflicto armado es siempre la última opción.

Esta desconexión con los marcos conceptuales de los Targaryen hace que la relación de Viserys con Rhaenyra se complique. Ella no entiende por qué su padre no envía a sus dragones a donde sea necesario. En muchos momentos, ni siquiera entiende por qué su padre la nombró heredera.

Desafiar al padre

Las dos principales relaciones de Rhaenyra -las que mantiene con su padre y con su tío- evidencian la dicotomía principal en la que se mueve el conflicto interior del personaje. Se podría decir más: es la dicotomía principal sobre la que pivota toda la serie. La paz y la guerra. Lo racional y lo pasional. Lo masculino y lo femenino. La Canción de Hielo y Fuego.

En un primer momento, ya sabemos qué lado escoge Rhaenyra: el de su tío Daemon. Y es algo que se representa de una forma física gracias al deseo sexual entre ambos y su posterior matrimonio. Puede parecer algo sórdido y aberrante, pero lo cierto es que es una forma tan descarnada como elegante de evidenciar la evolución de la protagonista de la serie. Si Juego de Tronos no se andaba con chiquitas, La casa del dragón, tampoco.

Si tuviésemos que discurrir a partir de los conceptos de Carl Jung, se podría decir que Rhaenyra abraza ese ánimus, ese eterno masculino. El inconsciente colectivo le proporciona las respuestas que busca para alcanzar esa vía hacia sí misma. Y si además, el matrimonio con su tío permite reforzar la posición de la Casa Targaryen en Poniente, ¿qué puede salir mal?

Podría entenderse el matrimonio de Rhaenyra y Daemon como una provocación hacia el padre, pero las motivaciones de la princesa parecen nobles y sinceras. El problema es que tardará en darse cuenta de que su decisión va mucho más allá de con quien compartir alcoba.

Desafiar al inconsciente colectivo

Por culpa de una extraña infección, el Rey Viserys fallece, pero la coronación prevista para Rhaenyra se convierte en un contubernio mediante el cual el príncipe Aegon, hijo de Viserys y Alice Hightower, es nombrado Protector de los Siete Reinos. Tras décadas de relativa paz, Poniente se resquebraja entre los que mantienen su lealtad a Rhaenyra y los que prefieren que un varón continúe sentado en el Trono de Hierro.

Llega el momento de tomar decisiones, de aplicar todo lo aprendido por nuestra protagonista. Y es cuando Rhaenyra se da cuenta de la mucha razón que tenía su padre. ¿Queremos hacer todo lo posible por mantener la paz o nos basta con tomar el trono por la fuerza y reinar sobre las cenizas? La razón y la legitimidad pertenecen a Rhaenyra, nadie podrá quitárselas. Pero no tiene por qué ser motivo para tomar una decisión que perjudicará a todo Poniente.

Muchos de sus aliados apoyan la decisión de forjar alianzas y consolidar su posición antes de tocar a arrebato. Pero su marido Daemon no termina de estar de acuerdo. El inconsciente colectivo da la razón al tío de Rhaenyra, los Targaryen deben soltar a sus dragones y demostrar quién reina en Poniente. Pero Rhaenyra no da su brazo a torcer.

La reina menciona la profecía de Aegon, el Conquistador. La Canción de Hielo y Fuego. Por primera vez, Rhaenyra abraza los valores de su padre y desafía al inconsciente colectivo. Y es en ese momento cuando el fuego del dragón sale por la boca de Daemon. “No conquistamos Poniente con sueños o profecías. Eres igual de débil que tu padre”, responde a su mujer mientras la estrangula como advertencia.

La legítima reina se da cuenta de la verdadera decisión que tomó al casarse con Daemon. Evidencia su posicionamiento dentro del tablero político. Por eso Rhaenyra debe primero honrar a su padre, para luego desafiar al inconsciente colectivo. Volver a pivotar sobre la misma dicotomía. La paz y la guerra. Lo racional y lo pasional. Lo masculino y lo femenino. La Canción de Hielo y Fuego.


lunes, 12 de junio de 2023

Los 7 sistemas motivacionales de Panksepp

Las emociones condicionan nuestras acciones, nos llevan a realizar movimientos que influyen en nuestra conducta. Nos impulsan, nos motivan e invitan a movernos de un lugar emocional o conductual. En este contexto, queremos hablar de los 7 sistemas motivacionales de Panksepp.

Existen numerosas investigaciones sobre las emociones y la afectividad. Jaak Panksepp ha investigado este campo desde la psicología clínica y la neurociencia. Una de las características más relevantes de su obra es la investigación experimental en animales de laboratorio y su interés en las funciones neurobiológicas de las emociones, la afectividad y el juego.

Cuando pensamos en emociones, podemos referirnos a ellas como procesos simples dependientes de nuestra voluntad. Sin embargo, no todo control emocional nos exime de tener reacciones emocionales involuntarias, por lo que se trata de un fenómeno dinámico más complejo.

Panksepp y la neurociencia de la afectividad

Jaak Panksepp, psicólogo, psicobiólogo y neurocientífico introdujo el término de neurociencia de la afectividad para referirse a la rama científica que estudia los mecanismos neurales de las emociones. Panksepp clarificó que los sentimientos afectivos son procesos neurobiológicos distintos en términos anatómicos, neuroquímicos, etológicos y subjetivos.

Este valor subjetivo de los afectos, permite al organismo realizar elecciones conductuales, tales como encontrar comida cuando se está hambriento o compañía cuando se está solo. Por tanto, para Panksepp se trata de una comunicación bidireccional entre el cerebro y el cuerpo.

Así, las emociones están reguladas por el sistema nervioso autónomo y dirigidas por siete sistemas motivacionales. Panksepp investigó estos sistemas motivacionales de los cuales el ser humano comparte con los animales: incitan al movimiento o a una respuesta cognitiva y conductual, y cumplen una función determinada.

Los siete sistemas motivacionales de Panksepp

Jaak Panksepp delimitó 7 sistemas motivacionales que cubren nuestras necesidades, de manera que, en función de la situación, se activarán el/los sistemas motivacionales correspondientes. Aunque algunas emociones negativas pueden cumplir una función reguladora, podemos clasificar estos sistemas motivacionales, característicos por la predominancia de emociones positivos o negativas. Veamos cuales son:

Sistemas de emociones positivas

  • Curiosidad/búsqueda. Este sistema afectivo nos invita a movernos para buscar aquello que nos pueda satisfacer. Su activación se produce para cubrir un déficit, un anhelo o una necesidad. Cumple una función de exploración. La curiosidad emerge para iniciar la búsqueda de satisfacción, que no es otra que la búsqueda de la homeostasis o el equilibrio de nuestro organismo.
  • Juego. Este sistema es esencialmente mamífero. Se ha demostrado que los mamíferos aprendemos jugando y que el juego promueve las relaciones sociales. Se trata de un ensayo: jugando mejoramos nuestra capacidad, pero también aprendemos sobre nuestra limitaciones. Está relacionado con el sistema dopaminérgico de la búsqueda. Está vinculado al aprendizaje social y en especies primates con el desarrollo epigenético de sistemas complejos de comunicación, como las neuronas espejo.
  • Deseo sexual/pasión. La pasión es una forma de gestionar el deseo sexual. En los animales, es el sistema que más se diferencia en función de sexos: mientras en las hembras los estrógenos facilitan la liberación de oxitocina en el SNC, en los machos el deseo sexual es mediado por la arginina-vasopresina, la cual es incrementada por la testosterona.
  • Crianza/cuidado fundamental del otro. Este sistema tiene una función fundamental en los mamíferos, está relacionado con la motivación de los padres para la protección. La empatía, la solidaridad y la ternura forman parte de este sistema. Por tanto, las relaciones que resultan reforzantes y generan una sensación de seguridad y confort, también se liberan opioides endógenos importantes.
Sistemas de emociones negativas

  • Temor/ansiedad. Es un sistema reptiliano, nos mantiene alerta y nos lleva a un estado de ansiedad alto. Mientras que en primer nivel nos lleva a la precaución, en su extremo, nos lleva a la parálisis. Es activado por la amígdala, y al igual que la ira, requiere de una respuesta neuroendocrina: la activación del eje hipotálamo-hipófisis y corteza adrenal, implicado en los cambios viscerales que produce la ansiedad.
  • Ira. Es un sistema que media los sentimientos de enojo y frustración. Es un sistema antagónico al de búsqueda y satisfacción, ya que en el caso de los animales, no atacan durante experiencias reforzantes o satisfactorias. La ira está asociada a una activación
  • alta del sistema nervioso simpático y suele estar relacionado con el sistema de temor.
  • Pánico / aflicción / angustia. Este sistema activa la tristeza, abandono y pérdida. Es el extremo al pánico relacionado con ser abandonado. Es un sistema motivacional que nos lleva a poder experimentar el miedo a la pérdida y el dolor como activador. Está vinculado a poder soportar y manejar las pérdidas.
En resumen, podemos experimentar respuestas emocionales diferentes, inherentes a los siete sistemas motivacionales que existen en los mamíferos. Estos sistemas motivacionales están asociados y tienen una fuerza muy grande.

Algunos, como el juego o la curiosidad, nos resultan positivos, y por tanto, producen el mismo efecto positivo en el plano emocional. Otros, como el sistema motivacional de pánico o de ira, nos producen emociones negativas; sin embargo, resultan tan necesarios para poder soportar otras emociones, como las del dolor y las pérdidas.

El descubrimiento de estos 7 sistemas motivacionales supuso un avance en el entendimiento de los mecanismos neurobiológicos de las emociones y la afectividad.

domingo, 11 de junio de 2023

La red neuronal por defecto, nuestro "piloto automático" cerebral

La red neuronal por defecto es la que asume el control de nuestro cerebro cuando soñamos despiertos o cuando la mente divaga. Estos estados además, resulta muy beneficiosos para el ser humano: alimenta el sentido del yo y reduce tensiones en un momento dado.

Pensar que nuestro cerebro tiene una “vida privada” ajena a nuestra consciencia puede asustarnos. Y sin embargo, la tiene. Un ejemplo de ello es la red neuronal por defecto, un área que actúa casi como piloto automático cada vez que nosotros divagamos mentalmente, cada vez que desconectamos de nuestra realidad para caer en ese plácido ensimismamiento tan relajante.

Durante muchos años se pensó que nuestro cerebro evidenciaba todo su potencial cada vez que llevábamos a cabo una tarea, en especial las cognitivas: razonar, memorizar, inferir… Ahora bien, la neurociencia ya lleva décadas demostrándonos algo tan llamativo como fascinante: el cerebro nunca descansa. Como ya sabemos, incluso cuando estamos durmiendo lleva a cabo infinitas tareas.

Por otro lado, hasta en esos momentos en que no estamos haciendo ni pensando nada, él sigue inmerso en sus complejísimas actividades. Es precisamente en dichos instantes de aparente inactividad cognitiva cuando se activa la llamada red neuronal por defecto. Esa actividad, así como todos esos procesos empleados en seguir manteniendo el cerebro alerta y en funcionamiento, recibe el curioso nombre de “energía oscura”.

Fue el neurocientífico  Marcus Raichle quien en 1990 descubrió esa singular “energía cerebral” mientras realizaba una serie de experimentos mediante resonancias magnéticas funcionales. No importaba que una persona estuviera en reposo y sin hacer nada, divagando, soñando despierta. El cerebro evidenciaba una vida privada y una funcionalidad muy llamativa…

La red neuronal por defecto, ¿qué es?

Podríamos comparar la red neuronal por defecto como un piloto automático. Es casi como ese sistema que asume el control cuando nosotros desconectamos mentalmente. Sin embargo, esta idea no sería del todo exacta porque en cierto modo dicha red siempre está discretamente activa, esperando asumir el control cuando nos quedamos ensimismados.

Pongamos un ejemplo. Estamos en una biblioteca frente a esos apuntes que intentamos memorizar de cara a un examen. En un momento dado, caemos en un estado de ensoñación donde nuestra mente queda suspendida en un punto muy lejano. Estamos divagando, soñando despiertos. En ese momento, la red neuronal por defecto es quien asume todo el control de nuestro cerebro.

Al poco, el sonido de una silla arrastrándose nos arranca de esa nube lejana y volvemos a nuestros apuntes. Así, y justo en ese momento en que dejamos de divagar y nos centramos en la tarea y a nuestra realidad perceptiva, entra en acción la llamada red TPN (por las siglas en inglés de task positive network). Serían esas áreas orientadas a focalizar la atención en nuestro entorno. De ese modo, toda la energía y actividad eléctrica va de unas estructuras cerebrales a otras en función de las demandas externas y de las necesidades de nuestra mente.

¿Dónde está la red neuronal por defecto y por qué se activa?

La red neuronal por defecto abarca tres zonas muy concretas: la zona medial de los lóbulos temporal, el prefrontal y el parietal. El doctor Marcus Raichle llamó al circuito que se activa en estas estructuras la red neuronal por defecto. Sin embargo, en 1997 cuando se publicaron estos datos, la prensa popular quiso darle otro nombre más llamativo. De ahí términos como la “red de ensueño” o la ya conocida “energía oscura del cerebro”.

Ahora bien, la pregunta que vendría ahora es la siguiente, ¿por qué se activa? ¿Por qué razón el cerebro tiene ese sistema mediante el cual poner en funcionamiento una red neuronal cuando estamos divagando o soñando despiertos? Estas serían algunas hipótesis que se plantean los neurocientíficos:
  • El vagabundeo mental, o mind-wandering también tiene su utilidad. El cerebro humano entiende que soñar despiertos es un modo de seguir fortaleciendo el sentido del yo. Es una tarea útil, se reduce el estrés, se incrementa la creatividad, nos relajamos e incluso experimentamos sensaciones positivas.
Por tanto, el cerebro invierte casi la misma energía en estados de ensoñación que la que gasta cuando nos mostramos plenamente receptivos a nuestro entorno. Ambos realidades son igual de importantes.

La red neuronal por defecto y los trastornos psicológicos

Este dato es interesante y nos conduce sin duda a una importante reflexión. Se ha descubierto que la red neuronal por defecto no funciona con efectividad en estados depresivos y en trastornos de ansiedad.

Por ejemplo, en un estudio llevado a cabo por los doctores Yvette I. Sheline , Deanna M. Barch , Joseph L. Price, de la Universidad de St. Louis, Estados Unidos, descubrieron que los pacientes con depresión presentaban alteraciones muy llamativas en las áreas relacionadas con la red neuronal por defecto.

Tal y como hemos señalado, esos estados de ensoñación, de ensimismamiento y el simple acto de soñar despierto resulta útil para el ser humano. Divagar (de manera puntual) resta tensión al día. Descansamos la mente, nos escapamos un instante de la realidad para ir a un lugar seguro, para imaginar y relativizar.

Ahora bien, ha podido demostrarse que las personas con depresión, aunque divaguen, no experimentan bienestar. No es un ensimismamiento positivo, sino que les sirve para incrementar aún más la negatividad y la desesperanza. En estos estados, la red neuronal por defecto está alterada. No trabaja de igual modo que en las personas sin depresión.

Por último, señalar que también se ha demostrado que las personas con Alzheimer y con un trastorno del espectro autista, presentan el mismo problema. Además, tienen muchas dificultades para entrar o salir de estos estados de reposo mental, ahí donde poder fortalecer su sentido del yo.

Son como vemos enigmas cerebrales que, aunque no conocemos en profundidad, que nos van dando pistas sobre determinadas condiciones y estados mentales. A medida que avance la ciencia, dispondremos sin duda de nuevas estrategias para abordar estas realidades de un modo (esperemos) más eficaz y esperanzador.


sábado, 10 de junio de 2023

Ventilando nuestra casa emocional

Cuando nacemos, en nuestro interior existe una casa emocional. Una estancia donde residen las emociones básicas, imprescindibles para nuestra supervivencia. El miedo, la ira, la tristeza, la alegría y el asco. Toda casa necesita un cuidado, y una limpieza, y nuestra casa emocional también ha de estar abierta y ventilada. Tiene que estar preparada y lista porque a ella llegarán más emociones, que nos habitarán, nos informarán y partirán.

Pero, ¿qué pasa cuando alguna de esas emociones se queda con nosotros, habitando nuestra casa emocional de forma permanente, y no se va? Si hay alguna emoción que se queda, bien porque no la dejamos ir, bien porque está bloqueada, hace que nos sintamos en desequilibrio, infelices y que nuestra salud emocional se vea afectada.

Emociones que entran y salen de tu casa emocional

A estas alturas de tu vida, tú eres responsable de lo que pasa en tu casa emocional. Es importante que conozcas qué emociones habitan en ella, qué sentimientos y afectos entran y salen, cómo se relacionan entre ellas y cómo nos mueven a la acción. Qué emociones entran en tu casa emocional determinará tus sentimientos, las sensaciones que te producen, los que sientes, y cómo actúas.

La naturaleza de las emociones es fluir. Sentirlas, identificarlas, acogerlas, y permitir que se vayan. Sean agradables o desagradables de sentir, una vez sentidas, hemos de dejarlas partir.

Ventilar nuestra casa emocional

Ventilar las habitaciones de nuestra casa también supone dejar salir alguna que esté encerrada o prisionera. Por ejemplo, si no te permites sentir el enfado y lo encierras en tu interior, acumularás ira. Una ira que, si no la gestionas, puede convertirse en rabia, rencor o resentimiento. Si dejas encerradas en alguna habitación a emociones desagradables como la envidia, el rencor o los celos, terminarán por dañarte a ti y a los que te rodean, porque en algún momento saldrán y te afectarán de manera negativa.

Abrir las ventanas para dejar entrar emociones nuevas también forma parte del proceso dinámico de la propia vida. Si no te permites disfrutar, o sentir amor, porque estás anclado en un dolor anterior, estás negando la entrada a emociones que son más útiles para el momento presente que las pasadas.

No puedes prohibir o negarte a sentir emociones. Aunque sean desagradables para tí, son importantes y necesarias para que aprendas algo de alguna situación. Podrás reconducir tu vida gracias a ellas.

Entender las emociones

Todas las emociones nos indican algo y nos orientan. Nos aportan datos sobre cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con nuestro proyecto de vida. Si las identificamos, les ponemos nombre, las aceptamos y las dejamos ir, las estaremos comprendiendo y gestionando adecuadamente y ninguna nos bloqueará.

La decepción supone saber que lo que creías no es verdad. Y te indica que no todo es como pensabas o deseabas, sin que tenga que convertirse necesariamente en una fuente de desánimo: nos sirve para aprender. La envidia o los celos intensos y permanentes dificultan nuestras relaciones sociales. Pueden ser adaptativas, pero dejan de serlo cuando impiden que nos alegremos por los demás,

La tristeza te indica has sufrido una pérdida dolorosa que tienes que gestionar. Has de ser consciente de ella, aprender a vivir de otra forma. La ira te informa de que algo o alguien es un obstáculo para lo que te propones. El asco o la aversión te indica que debes apartarte de algo insano para ti. El miedo señala un peligro y te empuja a protegerte o a defenderte.

La alegría busca repetir la situación placentera. La sorpresa promueve la apertura al aprendizaje. Y así, cada una de las emociones nos informa sobre algo, nos hace sentir de determinada manera, y hemos de aprender a gestionarlas

Compartir las emociones

Es nuestra gestión de las emociones lo que convierte a estas en positivas o negativas para nosotros. En sí, todas tienen una utilidad, aunque no deje de ser cierto que algunas son más placenteras de sentir que otras. Tanto si las emociones son agradables como si son desagradables, nos harán más bien o menos daño si las compartimos. Un buen apoyo social nos servirá para relativizar las emociones desagradables y compartir las alegrías, contagiando nuestra felicidad.

Si sientes que estás atrapado en alguna emoción, llevas demasiado tiempo estando triste o enfadado o si piensas que tus relaciones sociales no son satisfactorias, porque no disfrutas de ellas es hora de empezar a hacer un buena gestión emocional. Quizás te quede margen para actuar en el exterior y terminar con los estímulos que han propiciado tu situación interior; pero, si no, tienes en tus manos mejorar tu regulación emocional para que tu corazón sea ese hogar en el que salen y entran emociones, sin estancarse.

viernes, 9 de junio de 2023

5 frases de Peter Paul Rubens

Peter Paul Rubens fue un pintor muy famoso en el barroco. Hoy descubriremos algunas de las frases que nos ha dejado y que nos permiten conocer, un poco, su manera de ver el mundo: en sus cuadros y mas allá de ellos.

Una de las grandes figuras de la pintura barroca fue Peter Paul Rubens (1577-1640). Este artista estudió en Bélgica y después se trasladó a Italia. Allí se empapó de todos los conocimientos que tenía su mentor, el duque de Mantua.

La pintura se convirtió en su profesión y en el taller que abrió no le faltaban los encargos. Rubens dejó una importante impronta de su personalidad en sus obras. Con todo, hoy recopilamos algunas frases de Peter Paul Rubens, las más interesantes, para acercarnos un poco más a la forma de pensar de este pintor.

No obstante, antes de sumergirnos en ellas, es conveniente saber que Rubens también cultivó otro tipo de arte. El artículo La vida de Peter Paul Rubens expone de manera acertada su viaje más allá de la pintura en forma de esculturas y tapices. En total, unas 3000 obras si sumamos sus pinturas. Así, hablaremos de un artista polifacético.

1. Un hombre simple

La de las frases de Peter Paul Rubens deja entrever que era un hombre sencillo y humilde. De hecho, si indagamos un poco en su biografía, descubriremos que creció en el seno de una familia que pasó dificultades económicas. Quizás por eso, Rubens solía despreciar a quienes eran arrogantes.

A pesar de que sabía que era un buen pintor, nunca dejó de aprender de los más grandes. Por eso, en su arte encontramos diferentes influencias. Lo único que temía Rubens era la falta de inspiración, la base de cualquier trabajo creativo.

2. El espíritu de creación

La segunda de las frases de Peter Paul Rubens está relacionada con la creatividad. Los más jóvenes siempre tienen ideas fantásticas, muchas de las cuales parecen verdaderas locuras. No obstante, ¿qué sucede a medida que esos jóvenes crecen? Tienden a perder esa capacidad.

Rubens menciona el “fastidio y la miseria propia del alma” y es que él era una persona católica. Creía que el espíritu de creación podría recuperarse gracias a Dios. Pintó uno de sus cuadros como una forma de propaganda del catolicismo para luchar contra el protestantismo. Esta obra es Santa Teresa intercediendo por Bernardino de Mendoza en el Purgatorio.

3. La pasión que viene de los cielos

Como podemos observar, hay muchas frases en las que Rubens tiene muy presente a Dios. Aquí, aúna la pasión que siente por pintar con el cielo, el lugar donde está Dios según los católicos. Por otra parte, habla de las reflexiones terrenales restándoles importancia.

Esta frase deja entrever que Rubens cuestionaba esas reflexiones que podían hacer personas corrientes (no creyentes) o cuya religión era distinta a la que practicaba él. De hecho, cede la responsabilidad de su creatividad y pasión por la pintura a Dios.

4. El blanco es veneno, pero también útil

Con esta frase, Rubens nos deja un poco descolocados. De alguna manera, lo que piensa sobre el color blanco son dos ideas contradictorias. Considera que no debería abusarse del blanco, ya que lo califica como “veneno”. No obstante, especifica que solo se debe recurrir a él para llamar la atención en determinadas zonas de una pintura.

Quizás, lo que nos intenta transmitir con esta frase es que en exceso el color blanco puede dañar una obra, pero utilizado solo cuando realmente se necesita y dar pequeños toques de luz en partes concretas, puede ser bastante útil.

Esto nos hace pensar en la famosa frase de “todo en exceso es malo“. De hecho, podemos ver un claro ejemplo en la farmacología: muchos medicamentos se vuelven tóxicos cuando la dosis que ingerimos de los mismos es superior a la pautada.

5. El tamaño del valor

Muchas personas suelen definirse dependiendo del talento que tengan. Si bien es cierto que Rubens era consciente del suyo, con esta afirmación deja claro que nunca permitiría que esta capacidad superase su valor.

El valor que tiene una persona no se define ni por lo que posee. Tampoco por lo que haya conseguido o por su talento, como bien señala Rubens. Esto, tal vez, sea otra señal de ese rechazo que sentía por la arrogancia y es que esta capacidad puede llegar a cegar, provocando que olvidemos quiénes somos.

Esperamos que con estas 5 frases de Peter Paul Rubens hayas podido conocer un poco más sobre la forma de pensar de este artista. Asimismo, si nunca has visto ninguna obra suya, te animamos a que curiosees la que hemos mencionado en este artículo y otra más, Las tres gracias.

jueves, 8 de junio de 2023

Inventario de necesidades ocultas del consumidor

¿Necesitas todo lo que compras? Buena parte de lo que consumes lo haces para saciar tus emociones, anhelos y deseos profundos. Esto es algo que el mundo del marketing sabe desde hace tiempo y que usa a su favor. ¿Quieres saber cómo?

Una de las primeras personas que nos advirtió sobre cómo nos manipula la publicidad fue Vance Packard -economista, sociólogo y un ávido escritor con una perspectiva muy crítica-. Nos enseñó cómo el marketing nos convierte en esclavos del consumismo. Las formas ocultas de la propaganda, publicado en 1957, fue uno de sus libros más icónicos.

Podríamos decir Packard fue una de las figuras más comprometidas a la hora de ilustrarnos en esta materia. Él no dudaba en advertirnos que nuestra sociedad terminaría pareciéndose demasiado a los universos que George Orwell y Aldous Huxley nos describieron en sus clásicas novelas. Según él, uno de los objetivos de las industrias es convertirnos en auténticos derrochadores.

Las grandes empresas de publicidad apelan a nuestras emociones para transformarnos en consumidores poco racionales. Estas ideas que nos transmitió en la década de los 50 siguen siendo actuales en nuestro siglo XXI. Por ello, es interesante recuperar la teoría que nos legó sobre esas necesidades inherentes, y que los expertos en marketing usan como medio de manipulación desde hace casi un siglo.

Inventario de necesidades ocultas: lo que buscas como consumidor

Puede que no todos hayamos oído hablar del marketing emotivo. Hace referencia a esos mecanismos que utiliza la publicidad para influir en la decisión de compra apelando a las emociones. Es evidente que cuando un producto nos genera deseo, nostalgia, curiosidad o fascinación, sacaremos antes nuestra tarjeta de crédito. Sin embargo, en Las formas ocultas de la propaganda, Vance Packard asentó la piedra filosofal para comprender los mecanismos de la publicidad.

A la hora de vendernos algo, las empresas buscan hacernos creer que necesitamos sus productos. Más allá de la emoción, está la necesidad; porque mientras la primera nos aporta una sensación efímera, la segunda cubre un anhelo profundo.

Ahora bien, hay un problema. Como bien sabemos, el hecho de adquirir ciertos productos rara vez satisface por completo ese apremio, esa necesidad. El uso de la manipulación y el arte de la persuasión nos hacen caer en infinitas trampas. Porque las personas consumimos no solo para saciar nuestras necesidades más básicas, como puede ser la alimentación. Hay otras ocultas que dirigen nuestra conducta de compra.

1. Seguridad emocional

El inventario de necesidades ocultas destaca la necesidad de lograr la llamada seguridad emocional. Por ello, todo producto debe generar una experiencia positiva, grata y satisfactoria. Más aún, lo que buscamos cuando compramos algo es que alivie nuestros sufrimientos y malestares cotidianos.

Queremos que ese gel de ducha nos proporcione una sensación agradable, que nos traslade con su fragancia a un lugar exótico o que nos recuerde momentos de la infancia. Los anuncios de nevera apelan al hogar, a la familia, a la durabilidad y la seguridad. Todo ese universo de sensaciones facilita nuestra intención de compra.

2. El deseo de añadir valor a mi vida

¿Qué dice de mí el coche que llevo? ¿Cómo me define la marca de móvil que utilizo? Las personas buscamos que nuestras adquisiciones nos den cierto estatus. Por otro lado, otra experiencia que anhelamos es que nos dé la percepción de que lo que hacemos está en sintonía con los valores en los que creemos. Si compramos productos bio o con envases que pueden reciclarse, tenemos la sensación de que llevamos una vida más natural y ecológica.

3. Gratificar el ego

Hedonismo, placer, orgullo… ¿A quién no le agrada cubrir esas necesidades de vez en cuando? A casi todos nos deleita consumir algo que nos hace sentir bien, que nos hace vernos más atractivos o que nos aporte endorfinas. Comida, ropa, tecnología… La industria del marketing sabe que hay que gratificar el ego del consumidor de manera constante para cautivarlo.

4. Soy creativo

El inventario de necesidades ocultas que Vance Packard describió hablaba también de un área no menos interesante. Al ser humano le gusta demostrar que es brillante y creativo. Por ello, las empresas no dudan en crear mecanismos para que los consumidores tengan la percepción de que son personas innovadoras y ocurrentes.

¿Cómo lograrlo? Creando productos cada vez más originales, llamativos y punteros. Todo sector está obligado a renovarse a sí mismo, no solo para avanzar de acuerdo a los tiempos, sino para nutrir al ser humano de la necesidad de disponer de productos más creativos, futuristas y rompedores.

5. El amor de la infancia

Hemos hablado anteriormente del marketing emocional y de su trascendencia. Bien, dentro del inventario de las necesidades ocultas en nuestra intención de compra, están las emociones. Un estudio de la Universidad de St. Andrews, por ejemplo, destaca cómo Coca-Cola se ha valido siempre de la resonancia emocional para afianzar mercado.

Ahora bien, si hay una necesidad poderosa que nos gusta que se atienda es que nos hagan rememorar las emociones de infancia. El amor, la seguridad, la complicidad, la despreocupación… Todas esas experiencias siempre nos atraen y las buscamos en los olores, los sabores y las sensaciones de muchos productos.

6. Tengo poder

Mientras la necesidad de añadir valor antes citada empuja al consumidor a buscar productos que le hagan sentir ser útil, cívico o respetuoso con la sociedad o el medio ambiente, hay otra necesidad que nos es conocida. Hay quien busca adquirir productos que le permitan ofrecer una imagen poderosa y distinguida.

Aquí entran sin duda esos productos más exclusivos para consumidores más elitistas que buscan, por lo general, marcas concretas.

7. Mis raíces

¿Sabrías definir tus raíces? ¿Cuáles son esos pilares que dotan de sentido a la persona que eres? Dimensiones como la familia, la nacionalidad o incluso los equipos deportivos trazan esos cimientos que erigen quiénes somos.

El inventario de necesidades ocultas enfatiza que la publicidad conoce bien esta característica y apela a ella en muchos productos que buscan vendernos.

8. La perdurabilidad

Cremas que nos prometen la juventud. Ropa, perfumes y maquillajes que nos quitan años. Móviles con pantallas irrompibles, coches altamente fiables que nunca nos dejarán tirados, detergentes con fragancia a limpio que dura semanas en la ropa… ¿A quién no le agrada que todo lo que nos rodee dure, no se acabe o nos haga sentirnos más jóvenes de lo que somos?

La perdurabilidad o la durabilidad es otra necesidad oculta que navega en nuestro interior y que aparece en el inventario de necesidades ocultas.

La venta de sensaciones e ideas

El mundo del marketing y la publicidad hacen algo más que vendernos productos. Las grandes marcas nos venden sensaciones, emociones y la idea de que lograremos saciar nuestras necesidades con ellas, no con otras.

Saberlo, tenerlo en cuenta, nos debería evitar caer en ese consumismo que solo conduce a la insatisfacción y al gasto excesivo del que ya nos advirtió Vance Packard hace ocho décadas.