martes, 16 de marzo de 2021

“¿Por qué me dejaste?”, el duelo confuso

El duelo confuso tiende a hacer más complicado el proceso de aceptar la realidad y seguir adelante. Aunque lo ideal es que quien rompe la relación explique los motivos, en la realidad no siempre es así.

Muchas rupturas de pareja se dan sin una explicación de fondo y, a veces, ni siquiera de forma. Es posible que quien rompa no quiera herir a la otra persona o que simplemente tenga miedo a la reacción del otro. Esto deja dudas que muchas veces llevan a un duelo confuso.

Para bien o para mal, las relaciones de pareja no se dan de manera simétrica. Ni los dos sienten lo mismo ni en muchos casos los cambios van en la misma dirección. Es relativamente frecuente que uno de los dos quiera terminar, pero el otro no. Esto, obviamente origina dolor en ambos, pero es más intenso en quien ve contrariados sus deseos.

A ese dolor muchas veces se suma una dificultad adicional: el que se va no sabe o no quiere decir por qué lo hace. Esto puede hacer más complicado el afrontamiento del otro, ya que a la tristeza de la pérdida se suma una pregunta sin respuesta: “¿Por qué me dejaste?” Esto es lo que da pie para un duelo confuso.

Rara vez se ve venir

Lo más habitual es que la persona que es cortada, o abandonada, experimente una gran sorpresa frente a la situación. Casi nadie lo ve venir, a veces porque se niegan a verlo, pero más frecuentemente porque hay un deterioro de la comunicación en la pareja y cierta insensibilidad a la relación.

También se dan los casos en los que el otro se encarga de ocultar de manera deliberada sus intenciones hasta que considera que es el momento. Esto ocurre con mucha frecuencia en los casos de infidelidad.

Así mismo, existen casos en los que la persona que no toma la decisión es excesivamente dependiente o muy controladora y el otro opta más por “escapar” que por terminar. El temor a las reacciones que suscite su decisión le lleva a ocultar sus intenciones hasta que ya son un hecho.

Lo común en todos estos casos es que uno de los dos miembros de la pareja no está listo para terminar, pero el otro sí. Por lo general, no se le ha dado tiempo para prepararse. No siempre, pero sí en muchas ocasiones, lo que sigue es un duelo confuso, esto es, un proceso de asimilación de la situación que está marcado por la duda.

El duelo confuso

El duelo confuso tiene una dosis de estupor más elevada de lo habitual. Desde el comienzo está marcado por ese “no lo puedo creer”. Es una forma de expresar una actitud de negación frente a los hechos, que a la vez protege de manera equívoca del sufrimiento.

De ahí en más, la pregunta se vuelve el signo predominante. Muchas veces el “¿por qué me dejaste?” se torna obsesivo. El interrogante merodea todo el tiempo y es entonces cuando muchos se convierten en espías de sus ex.

También se da el caso de aquellos que tienen extrema dificultad para asimilar los hechos y entonces caen en conductas insistentes para no dejar ir a sus ex parejas. Una y otra vez buscan a esa persona para que les responda la duda que no los deja seguir adelante.

¿Por qué me dejaste?

La mayoría de las veces no vale la pena ir tras esa respuesta. Si el otro no se explicó a tiempo, es probable que ya nunca lo haga. Quizás se siente avergonzado de su egoísmo o sus engaños. Tal vez se siente vulnerable y no quiere que la culpa haga que se eche para atrás.

También es posible que no haya una razón en particular, o que, si la hay, esta sea poco presentable: “me aburrí”. Así que el otro no suele ser una buena orilla a la hora de resolver un duelo confuso. ¿Por qué nos abandonaron? Las razones más frecuentes son estas:
  • Otro amor. La razón más frecuente para terminar es haberse enamorado de otra persona. Lo más probable es que lo nieguen, pero así es.
  • Hastío. La relación se vuelve rutinaria y uno de los dos ya no tolera el estancamiento. Rara vez se le admite al otro que su compañía ya no genera ninguna motivación.
  • Agotamiento emocional. Discutir demasiado o tener que tender puentes para acortar diferencias demasiado grandes puede agotar. Puede haber amor, pero es más fuerte la fatiga.
  • Crisis fuertes. La muerte de alguien amado, la bancarrota o alguna crisis vital provocan a veces un deseo de pasar la página y empezar de cero.
  • Cambios existenciales. Algún cambio personal, una nueva religión, un nuevo interés pueden hacer que la relación ya no tenga sentido en ese nuevo contexto.
  • Desilusión. Ocurre cuando los proyectos iniciales no se cumplen, cuando la fe en un futuro juntos se agota porque se han acumulado demasiadas decepciones en el camino.
En todo duelo, hay preguntas que se quedan sin responder. En el duelo confuso quizás sea más importante mirar hacia adentro de uno mismo porque allí hay respuestas más relevantes que las que pueden darnos quienes nos dejaron atrás.

lunes, 15 de marzo de 2021

Relaciones de pareja basadas en la fase de enamoramiento, ¿cuáles son sus consecuencias?

¿Qué papel juega la fase de enamoramiento en una pareja? ¿Qué lugar ocupa este componente cuando la relación se consolida? En este artículo te lo contamos.

En la fase de enamoramiento, la implicación de ambos miembros de la pareja suele ser muy grande. La sintonía entre las dos partes y la disposición absoluta hacen que casi todo obstáculo quede en anécdota. Hablamos de distancia, pero también de diferencia de edad o de estilo de vida.

Sin embargo, pasada la fase de enamoramiento, lo más normal en una relación de pareja estable es atravesar algunas crisis en función de las demandas que constituya el ambiente. Por esto y otras razones que se describirán a continuación, el enamoramiento no es el único ingrediente que sostendrá una relación de pareja a lo largo del tiempo.

¿Cómo suele ser la fase de enamoramiento?

Como bien sabemos, las emociones tienen una duración limitada. Es decir, toda emoción, ya sea positiva y negativa, tiene su inicio, su pico máximo y después tiende a bajar conforme pasa el tiempo. Este tiempo suele ser variable, dependiendo de las circunstancias y del origen de la propia emoción. De la mano de toda emoción, suelen haber reacciones psicofisiológicas asociadas, sean agradables o no.

Así, en la fase de enamoramiento confluyen con una serie de reacciones psicofisiológicas en cadena, en su mayoría agradables, que suelen aparecer al ver a una persona. Mismamente, si el amor es correspondido, exaltan otro tipo de emociones como la felicidad y la euforia, segregándose una serie de neurotransmisores como la dopamina, la noradrenalina y la serotonina.

Las emociones no son eternas, la fase de enamoramiento tampoco

En la fase del enamoramiento, las parejas suelen creer un ambiente “idílico” donde cada uno de los miembros no suele tener demasiado en cuenta el coste de adaptación. Incluso, dependiendo de las experiencias previas, puede llegarse a fantasear con las características inherentes de la otra persona.

La fase de enamoramiento da una energía extra a los enamorados. Dos personas que se quieren conocer porque están “encantadas” con lo que ya saben del otro. El tiempo compartido es en sí un refuerzo muy poderoso.

Además del enamoramiento, para que ambos miembros estén dispuestos en llevar una relación de pareja duradera, deben darse más ingredientes como la intimidad y el compromiso. Este último cobra especial importancia cuando la relación de pareja está consolidada pues, la cascada de reacciones psicofisiológicas que al principio se daban con estímulos muy pequeños ahora requieren de estímulos mayores.

¿Puede sobrevivir una pareja solo con el enamoramiento?

Difícilmente una relación de pareja puede perdurar si no hay una transición adecuada de la fase de enamoramiento a la siguiente etapa. Como se ha comentado en líneas anteriores, la intimidad y el compromiso son necesarios de alguna manera para que la relación se consolide.

Las emociones, muy intensas en las primeras semanas y frecuentes, suelen espaciarse y disminuir en intensidad entre los 8 – 30 meses. Así, en muchos casos llegamos a una visión más realista de la pareja. De ignorar o edulcorar los defectos o las características que nos nos gustan pasamos a verlos y a tener que negociar con ellos. Por otro lado, llega el momento de establecer una rutina que no suponga un desgaste inasumible para ninguno de los dos.

Las consecuencias de basar una relación de pareja solo en el enamoramiento

En resumen, algunas consecuencias frecuentes de basar una relación de pareja solo en el enamoramiento son las siguientes:
  • Dependencia afectiva: el deseo de ser amados y correspondidos es inherente en todas las personas. No obstante, cuando se busca ese “cóctel emocional”, sumándose el miedo a sentirse abandonados, puede que alguno de los miembros se olvide de sí mismo.
  • Falta de valores y objetivos comunes: algo relacionado con la falta de compromiso. Una vez cesa la fase de enamoramiento, compartir un proyecto u objetivo en común mantiene el deseo de permanecer juntos.
  • Disonancias entre los miembros: esto se refiere a las diferencias individuales entre cada uno de los miembros de la pareja y la no aceptación de estos. Si una relación de pareja se basa solamente en el enamoramiento, se cae en el riesgo de no dar pie a la necesidad de individuación de cada uno de los miembros de la pareja. Sumándose la dificultad de aceptar tales diferencias y necesidades de tiempo a solas.
  • Infidelidad: nuevamente mencionándose el cóctel emocional, si este no se encuentra con la pareja, probablemente se caiga en el riesgo de buscarse en otro lado porque “ya no se siente lo mismo que antes”.
  • Ruptura: las rupturas suelen verse socialmente como un fracaso en la relación de pareja. Sin embargo, no es más que otra opción que la pareja puede tener. Esto puede ayudar en algunas ocasiones a que la relación termine sin conflictos.
En resumen…

La fase de enamoramiento es el elemento base en el comienzo de una relación. No obstante, construir una relación sin dificultades es algo bastante complejo, más aún en ausencia de otras variables como la intimidad y el compromiso.

Estas dos últimas forman la base completa junto al enamoramiento para que, ante adversidades, la pareja pueda hacer frente a los acontecimientos que aparezcan. Es a su vez importante considerar, dentro del contexto de la pareja, el grado de individualidad y tiempo para cada uno. De lo contrario, la relación de pareja cae en el riesgo de basarse más que en un compromiso mutuo, en una necesidad afectiva.

domingo, 14 de marzo de 2021

La ira narcisista, una reacción peligrosa: qué es y cómo se manifiesta

Cuando un narcisista se siente amenazado, contrariado o vulnerado, evidencia una ira peligrosa. Estas reacciones pueden ser en ciertos casos, violentas y dar lugar incluso a la agresión física o psicológica.

Gritar, golpear muebles, insultar o incluso hacer uso de esa agresividad pasiva de quien opta por hacer daño de manera continuada, pero soterrada. La ira narcisista puede manifestarse de muchas maneras, pero en todas ellas se exhibe una forma concreta de violencia. Esta reacción acontece cuando el narcisista se siente vulnerado, ignorado o decepcionado.

No se trata solo de una mala gestión emocional ni de falta de educación. La rabia narcisista es reflejo de un trastorno de la personalidad en el que se integran múltiples factores. La crianza recibida, el egocentrismo, la falta de empatía, la intolerancia a la frustración, el nulo control de los impulsos y a menudo hasta un trauma no tratado suelen perfilar esta realidad tan compleja.

No obstante, y a pesar de que quien más y quien menos ya conoce o ha convivido con una persona con estas características, hay algo de lo que no se habla demasiado. Cuando una persona narcisista llega al límite y se siente dañada o amenazada, la conducta que evidencia es tan peligrosa como sobredimensionada.

¿Qué es la ira narcisista?

Fue el psicoanalista Heinz Kohut quien acuñó el término ira narcisista en 1972. Definió esta conducta como una forma de agresión en la que una persona narcisista puede desplegar comportamientos violentos. Lo complicado es que, por término medio, este perfil de personalidad tiene un umbral muy sensible y es común que a la mínima se sientan molestos, contrariados y enfadados.

Algo así hace que la convivencia sea altamente problemática y que el entorno ande siempre con pies de plomo para no ofenderlos, para no destapar el tapón de la rabia, la escotilla del enfado explosivo que todo lo hace temblar. Nos explicaba el doctor Kohut en su libro Reflexiones sobre el narcisismo y la ira narcisista que el origen de esta realidad psicológica está en buena parte de los casos en un trauma no tratado ni gestionado.

Cómo se manifiesta la rabia del narcisista

Estudios, como el realizado en la Universidad de Iowa en el 2015, apuntalan una hipótesis interesante. La ira narcisista estalla cuando se vulnera o se roza de algún modo el sentido del “yo” que ha construido la persona. El problema es que, por término medio, evidencian una autoestima muy baja y esto explica por qué procesan casi cualquier evento o fenómeno como una amenaza.
  • Muchas veces se da el caso en que ni ellos mismos saben qué ha desencadenado su rabia. En ocasiones, explotan sin un motivo justificado. Lo hacen solo porque inconscientemente han procesado un estímulo cualquiera como una amenaza.
  • La ira narcisista puede ser explosiva o presentarse de manera pasivo-agresiva.
  • La primera surge mediante arrebatos muy intensos, pero volátiles. Pueden atacar verbalmente o incluso golpear paredes y muebles. En determinados casos, pueden llegar a las manos y derivar en la violencia física.
  • La rabia pasivo-agresiva del narcisista se manifiesta de maneras menos llamativas, pero igual de perniciosas. Ejemplo de ello es dejar de hablar como castigo, ignorar a quien le ha ofendido o incluso poner en su contra a terceras personas.
Por otro lado, hay algo destacable al respecto de esta reacción. Por término medio, en una persona no narcisista la ira surge tras varios niveles emocionales. Es decir, lo común es sentir primer desconcierto, después ansiedad, más tarde agitación, frustración, irritación y finalmente, ira.

La persona con un trastorno de la personalidad narcisista no sigue esta secuencia. La ira es esa mecha que puede encender al segundo en el momento menos insospechado.

¿Cuáles son las causas que explican la rabia de la personalidad narcisista?

El ego de una persona narcisista es muy frágil. Basta un simple roce, para que se sienta dolido y amenazado. Es común que interpreten cualquier comentario como una humillación, una mirada como una burla, un gesto concreto como una muestra de desprecio. Son desconfiados y muy malos gestores de la comprensión, la reflexión o la objetividad.

Por tanto, si nos preguntamos de dónde proviene la ira narcisista, podemos centrarnos en tres desencadenantes.

Frágil sentido de sí mismos

Lo señalábamos al inicio. Detrás de muchos narcisistas hay traumas, vivencias dolorosas no superadas. Una mala infancia, el desapego de los progenitores o una familia disfuncional. Todo ello puede asentar las bases de este trastorno. En este contexto, es fácil que la persona integre sentimientos de rabia, vergüenza, y de no sentirse amados ni valorados.

Esas dimensiones dificultan el poder edificar un sentido de sí mismos, una identidad segura y madura. Sin embargo, y como mecanismo de defensa, desarrollan una armadura en la que brilla el sentido de grandilocuencia, la necesidad de ser el centro de atención, etc. Cuando esto no se logra, emerge toda la ira acumulada, toda la frustración mal gestionada…

La necesidad de proteger el ego

Un narcisista no es nadie, pero se esfuerza por aparentar que mejor que cualquiera. Si se le contradice, se le desafía. Quien le lleve la contraria está atentando contra esa armadura de oro que tanto se ha esforzado por construir. Si no se le ofrece la atención que requiere, estalla porque le retiramos aquello que más necesita: el refuerzo para nutrir su baja autoestima.

La ira narcisista y el miedo subyacente

Es importante saber que la ira narcisista no es solo una reacción violenta, no es únicamente un resorte que estalla ante un sentimiento de frustración por no tener lo que se desea. Lo que hay en realidad es miedo. En este perfil subyace un temor profundo a que quede en evidencia su fragilidad. También a perder aquello que está bajo su control, a caer de su trono, a que quede expuesta su débil personalidad…

Para concluir, todo narcisista tiene una piel emocional muy fina, por lo tanto, cuando se le desafía o caen sus barreras protectoras, emerge lo peor de él.  Algo así tiene un serio impacto en todos los niveles de la vida de esa persona: personal, laboral, financiero… Es una realidad psicológica muy compleja que requiere apoyo profesional y una adecuada terapia.

sábado, 13 de marzo de 2021

¿Por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos?

Los acumuladores compulsivos se obsesionan por almacenar cosas que no van a usar, pero desprenderse de ellas les causa una elevada angustia y sufrimiento. ¿A qué se debe?

¿Por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos? El conocido síndrome del acaparador conforma un trastorno mental que, a día de hoy, aún despierta tantas incógnitas como especulaciones. Lo más llamativo es el hecho de que nos encontramos ante una condición que aparece cada vez con mayor frecuencia.

Es importante antes de nada diferenciar entre el comportamiento de acumulación y el síndrome de Diógenes. Así, mientras el segundo se limita a una acumulación arbitraria de objetos recolectados sin valor alguno por parte de personas que, a menudo, se descuidan a sí mismas y que padecen desde esquizofrenias, depresiones o conductas adictivas, el primero encierra una realidad más llamativa.

El trastorno de acumulación se define por una angustia excesiva a desprenderse de objetos que son propios. Son hombres y mujeres que tienen, en apariencia, una vida normal, pero con la particularidad de que almacenan infinitos utensilios de forma desordenada hasta el punto de quedarse sin espacio en el hogar.

Por término medio, es una conducta que aparece con mayor frecuencia en personas de edad más avanzada, sin embargo, también la sufre la población más joven. Por ejemplo, alguien puede acumular torres de libros, antigüedades, ropa, juguetes o vajillas por el mero placer de poseer objetos. Como si eso les sirviera de reforzador social y de estrategia para defenderse de la soledad.

Son muchas las dudas que se inscriben aún alrededor de este trastorno. Comprendamos qué nos dice la ciencia.

¿En qué consiste el trastorno de acumulación compulsiva?

La universidad de Braga (Portugal) realizó un estudio en el 2017 intentando comprender un poco más el trastorno de acumulación. Para ello, realizó el seguimiento de un caso, el de un hombre de 52 años, casado que había almacenado objetos en su casa, el garaje y el ático hasta el punto de convertirla en un espacio inhabitable.

Tras un análisis psiquiátrico se pudo ver que el paciente no tenía otro problema más que una leve depresión. Disponía de una familia, un trabajo, no tenía problemas de demencia ni ningún tipo de alteración de la personalidad. Después de 9 meses de tratamiento con un antidepresivo, vendió todos los objetos acumulados y pudo hacer vida normal en su casa.

¿Por qué alguien sin problemas psiquiátricos graves puede derivar en esta realidad tan problemática? Lo cierto es que hasta el momento había más dudas que certezas. No obstante, las instituciones médicas destacan la relevancia de comprender mucho más este trastorno en vista del riesgo que supone. Son muchos los incendios que se desencadenan a raíz de una casa o piso excesivamente lleno de objetos inservibles.

Características de la acumulación compulsiva

Antes de comprender por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos, es interesante comprender sus características.

  • La persona acumula revistas, periódicos y hasta correo comercial.
  • No pueden tirar a la basura electrodomésticos que ya no funcionan. Sienten una vinculación emocional hacia esa televisión, ese viejo móvil o ese secador de pelo que perteneció a un familiar.
  • Acumulan ropa vieja.
  • No les importa que determinados objetos ya estén rotos. No pueden tirarlos ni reciclarlos.
  • Guardan grandes cantidades de ropa comprada y nunca estrenada.
  • La acumulación compulsiva puede centrarse en uno solo objeto: por ejemplo, libros.
  • Asimismo, también se dan casos de acaparación de animales (gran cantidad de gatos o perros en el hogar).
  • El almacenaje de objetos acaba impidiendo que la persona pueda realizar tareas tan básicas como cocinar, dormir, ir al baño…

¿Por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos?

Para comprender por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos es importante entender algo en primer lugar. No está del todo claro si el acaparamiento compulsivo es un trastorno único o un síntoma de otros trastornos. Es una realidad altamente compleja que cada vez afecta a más personas. Veamos lo que hasta el momento, nos dice la ciencia.

Tal vez, no estemos ante un trastorno obsesivo-compulsivo

La doctora Shirley M. Mueller, psicóloga experta en neurobiología, escribió un libro muy relevante sobre el tema titulado Inside the Head of a Collector: Neuropsychological Forces at Play. En él, y a raíz de un exhaustivo trabajo de investigación, nos revela lo siguiente:
  • Casi el 50 % de las personas analizadas que evidenciaban un trastorno de acumulación padecían depresión.
  • El 25% evidenciaban alguna fobia social.
  • Solo el 20% evidenció un trastorno obsesivo-compulsivo.
Es decir, bien es cierto que el acto de acumular responde a una conducta compulsiva, sin embargo el desencadenante en muchos casos es un trastorno del estado del ánimo.

Una alteración en la corteza prefrontal mesial

Cuando nos preguntamos por qué algunas personas se convierten en acumuladores compulsivos es importante profundizar en el aspecto biológico. Así, algo que han evidenciado investigaciones como las realizadas en la Universidad de Yale es que las personas que evidencian una conducta de acumulación presentan anomalías en las regiones frontales del cerebro. En concreto en la corteza prefrontal mesial.

El control de las pertenencias como mecanismo salvavidas

En la actualidad, gracias a la alianza entre la psicología y la neurociencia vamos comprendiendo mucho más esta realidad. Algo que tenemos claro es que los acumuladores necesitan tener sus pertenencias consigo, por inservibles que sean, como mecanismo de control.

Ante el malestar interno, ante la inseguridad psicológica que experimentan a raíz de su depresión o de la ansiedad, el acto de acaparar objetos y tenerlos consigo les genera alivio y seguridad. Llenar la casa de cosas es un modo de rellenar los vacíos internos. Si además esa persona evidencia una alteración en la corteza prefrontal mesial, tenemos ya el desencadenante de este trastorno.

No obstante, cabe señalar que por término medio, el tratamiento a base de antidepresivos, sumada a la terapia cognitivo-conductual suele dar buenos resultados ante estos pacientes. Lo importante ahora mismo es sin duda poder establecer adecuados mecanismos para prevenir y detectar lo antes posible la aparición de más acumuladores compulsivos.

viernes, 12 de marzo de 2021

Las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses

¿Sabrías identificar si tu bebé tiene un mayor o menor riesgo de desarrollar el día de mañana trastornos de ansiedad? Según un estudio hay una serie de rasgos que nos lo pueden anticipar.

Las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses. Esto es al menos lo que nos revela un estudio que se ha llevado a cabo durante más de tres décadas. Los resultados no pueden ser más reveladores a la vez que impactantes. De algún modo, el carácter y el temperamento humano ya es visible desde bien temprano y esos rasgos evidencian años después una mayor o menor tendencia al estrés o la ansiedad.

¿Quiere decir esto que el bebé más demandante, por ejemplo, sufrirá el día de mañana algún trastorno de ansiedad? Evidentemente, no. No podemos hacer correlaciones tan concluyentes. Hay una vinculación entre determinados patrones temperamentales y el riesgo de padecer un estilo de pensamiento marcado por la preocupación, la angustia o padecer más crisis de pánico, etc.

Los científicos lo denominan “sobreactivación emocional”, una característica que podemos apreciar en los niños ya durante el primer año de vida y que determina, en muchos casos, el comportamiento del pequeño a lo largo del tiempo. Lo analizamos.

El temperamento infantil ¿qué es?

Hace unos meses, científicos de la Universidad de Maryland publicaron un estudio para comprender a partir de qué momento aparecen los primeros síntomas de la ansiedad. Este trabajo fue dirigido por la doctora Alva Tang y en él se concluye que los bebés de poco más de un año evidencian ya un estilo temperamental concreto que nos puede revelar datos interesantes.

Es a partir de estos estilos como se puede anticipar la mayor o menor probabilidad de padecer determinadas psicopatologías, como puede ser la ansiedad, el estrés, la depresión… Ahora bien, antes de profundizar en este dato es conveniente tener claro qué es el temperamento infantil. Lo analizamos.

La diferencia entre el temperamento y el carácter

El temperamento se relaciona con lo biológico y en concreto con la predisposición emocional congénita de cada uno. Hace referencia básicamente a la manera en que reaccionamos al ambiente que nos rodea. Estamos por tanto ante una dimensión innata que viene con nosotros al nacer y que puede observarse en todo bebé. Basta con ver actúa y reacciona a su entorno.

Por otra parte, el carácter se aleja de ese componente genético y heredado y se vincula al aprendizaje sociocultural y a la propia experiencia. Ahora bien, lo interesante es que esta última característica tiene mayor relevancia. Porque el carácter puede controlar el temperamento, es quien lo domina, quien lo puede modificar para adaptarse mucho mejor al entorno.

Esto último tiene una gran trascendencia. Así, aunque tal y como nos señala el estudio de la Universidad de Maryland, las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses debido a su temperamento, siempre podemos educarlos y darles estrategias para que desarrollen un carácter con buenas habilidades emocionales.

Las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses

Los científicos de esta investigación deseaban comprender en qué momento una persona evidencia ya los primeros síntomas de la “sobrerreactividad emocional”. Ahora bien ¿a qué nos referimos cuando hablamos de esta dimensión?

La verdad es que hace referencia a una serie de dimensiones que nos pueden ser muy conocidas, como son la preocupación constante, las crisis de pánico, la inseguridad, el miedo a ser juzgados, anticipar cosas que aún no han sucedido, negatividad y fatalidad…

Los trastornos de ansiedad son una realidad cada vez más común, una condición que además suele preceder o aparecer de manera conjunta con la depresión. Dado su impacto era decisivo por tanto conocer un poco mejor su desencadenante y sus orígenes. Así, algo que pudo verse en una investigación que ha durado 30 años es que las raíces de la ansiedad aparecen en niños de 14 meses.

El temperamento inhibido y el niño ansioso

Hasta el día de hoy había poca documentación científica sobre el temperamento infantil y su relación con la personalidad adulta. Ahora, sabemos que un temperamento definido por la “inhibición conductual” predice la aparición de problemas de ansiedad y depresión en la vida adulta.

El dato puede parecer un tanto rotundo, pero es interesante comprender un poco más en qué consiste este estilo temperamental y en concreto la inhibición conductual.
  • Son pequeños con un gran temor a lo novedoso, aunque sean juguetes u objetos cotidianos.
  • Asimismo, estos bebés llevan muy mal los cambios, por sutiles que sean.
  • No toleran estar con figuras que no sean sus progenitores
  • Por otro lado, aunque las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses, a partir de los dos o tres años los síntomas pueden ser más intensos. Algo común es la somatización: dolor de cabeza, molestias estomacales, diarreas, etc.
  • A medida que crecen y empiezan a comunicarse sus razonamientos se llenan de dudas y miedos. “Seguro que si voy al cole se reirán de mí, ¿qué pasará si papá y mamá mueren?”.
  • También son comunes los comportamientos evitativos, como miedo ir al cole, temor a aprender a ir en bici, a nadar… Son niños además que necesitan dormir con sus padres de manera frecuente.
Si las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses ¿cómo educar a un bebé ansioso?

Hasta el día de hoy había poca documentación científica sobre el temperamento infantil y su relación con la personalidad adulta. Ahora, sabemos que un temperamento definido por la “inhibición conductual” predice la aparición de problemas de ansiedad y depresión en la vida adulta.

El dato puede parecer un tanto rotundo, pero es interesante comprender un poco más en qué consiste este estilo temperamental y en concreto la inhibición conductual.
  • Son pequeños con un gran temor a lo novedoso, aunque sean juguetes u objetos cotidianos.
  • Asimismo, estos bebés llevan muy mal los cambios, por sutiles que sean.
  • No toleran estar con figuras que no sean sus progenitores
  • Por otro lado, aunque las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses, a partir de los dos o tres años los síntomas pueden ser más intensos. Algo común es la somatización: dolor de cabeza, molestias estomacales, diarreas, etc.
  • A medida que crecen y empiezan a comunicarse sus razonamientos se llenan de dudas y miedos. “Seguro que si voy al cole se reirán de mí, ¿qué pasará si papá y mamá mueren?”.
  • También son comunes los comportamientos evitativos, como miedo ir al cole, temor a aprender a ir en bici, a nadar… Son niños además que necesitan dormir con sus padres de manera frecuente.
Si las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses ¿cómo educar a un bebé ansioso?

Sabemos que las raíces de la ansiedad aparecen ya en niños de 14 meses. ¿Qué hacer si percibimos que el bebé evidencia un temperamento de inhibición conductual?
  • Las rutinas, por ejemplo, son una clave esencial para dar seguridad a todo bebé.
  • El desarrollo de un apego saludable en el que el pequeño se sienta validado y atendido en todo momento es algo trascendente.
  • Las conductas evitativas y los miedos deben tratarse en cuanto aparecen. Para ello, la educación emocional es una garantía de éxito.
El niño debe racionalizar sus temores, entender sus emociones y manejarlas para apagar ansiedades e ideas irracionales. Algo así requiere tiempo y paciencia, porque conformar el carácter del que será el adulto del mañana exige sembrar en el niño de hoy valiosas semillas de autoconfianza, autoestima y seguridad personal.

jueves, 11 de marzo de 2021

12 hábitos que cuidan el cerebro y reducen el riesgo de demencia

La plasticidad es una de las características más llamativas del cerebro. Todos estamos a tiempo de establecer cambios para favorecer su bienestar y reducir así el posible riesgo del declive cognitivo y la aparición de demencias.

Existen una serie de hábitos que cuidan el cerebro. Lo hacen sin importar la edad que tengas o el estilo de vida que hayas llevado hasta el momento. Hay cambios necesarios que actúan como auténticas revoluciones para nuestro bienestar y, sobre todo, para la salud cerebral que tan a menudo descuidamos casi sin saberlo.

El neurocientífico David Eagleman señala en La vida secreta del cerebro que nos pasamos la vida preocupados, ansiosos y aburridos, sin comprender que somos unas de las criaturas más afortunadas de este mundo. No siempre apreciamos la sofisticación que se contiene en nuestro universo neurológico, lo extraordinarias que somos las personas al disponer de uno de los órganos más excepcionales de la naturaleza.

En el cerebro se contiene no solo aquello que somos, sino también lo que podemos llegar a ser. Una de sus características fundamentales es la plasticidad. Es ese proceso por el que podemos modificar hábitos o conocimientos predeterminados al aprender cosas nuevas, y entonces potenciar la felicidad y prevenir incluso más de una enfermedad.

12 hábitos que cuidan el cerebro

Buena parte de nosotros asociamos las demencias como el alzhéimer a un grupo poblacional de edad avanzada. Es esa triste enfermedad que sufren nuestros abuelos o padres cuando alcanzan los 70 u 80 años. Ahora bien, pasamos por alto que este tipo de enfermedades neurodegenerativas van germinando en la juventud y a edades más tempranas de lo que pensamos.

Expertos en el tema, como la doctora Lisa Mosconi, directora asociada de la Clínica de Prevención de Alzheimer en la Universidad de Cornell, nos indica que todos podemos y debemos ser proactivos a la hora de frenar la aparición del declive cognitivo. Es más, estudios, como el publicado por la revista The Lancet en el 2020, ponen el acento en una idea importante.

Un grupo de 28 expertos llevó a cabo un exhaustivo análisis de investigación con el que concluir que existen una serie hábitos de vida que pueden reducir hasta el 40 % de riesgo de desarrollar una demencia. Así, puesto que todos ansiamos disfrutar de un ciclo vital libre de los estragos del deterioro cognitivo, nunca está de más aplicar aquellos hábitos que cuidan el cerebro según la ciencia.

1. Controlar la presión arterial para vivir mejor

La hipertensión es un enemigo silencioso y mortal. No solo pone en riesgo la salud cardiovascular, sino que además altera el flujo sanguíneo y la nutrición que llega al cerebro. Para ello, es conveniente que tengamos en cuenta lo siguiente:
  • Reduzcamos el consumo de sal.
  • Acudamos al médico para realizarnos chequeos periódicos y si es necesario, consumamos los fármacos para regular la presión arterial.
  • Mantengamos una vida activa haciendo deporte de manera regular.
  • Controlemos los focos de ansiedad y estrés cotidiano.
2. Una vez más… prohibido fumar (y cuidado con el humo de segunda mano)

Todos conocemos de sobra el efecto del tabaco en la salud. Sin embargo, más allá del consabido riesgo cancerígeno, tampoco podemos descuidar el efecto que los cigarrillos tienen para el cerebro.

Asimismo, no basta solo con dejar de fumar, es importante no estar expuestos al humo de aquellos de nuestro alrededor que aún no han abandonado este hábito nocivo.

3. Fuera alcohol para tener mejor salud cerebral

El problema del alcohol sigue siendo una realidad de gran impacto en la sociedad. Es importante saber que el consumo excesivo de alcohol impide que el cerebro genere nuevas neuronas, reduce su funcionalidad, eleva el riesgo de sufrir trastornos psicológicos y también demencias.

4. El problema de las ciudades con elevada contaminación

Entre los hábitos que cuidan el cerebro hay uno que no siempre es fácil de conseguir. Vivir en un ambiente libre de contaminación reduce el riesgo de enfermedades y también de declive cognitivo. En la medida de lo posible, procuremos que nuestra vida se desenvuelva en un entorno libre de contaminación, porque esas atmósferas nocivas tienen efecto en nuestra funcionalidad cerebral.

5. ¿La mejor inversión? La reserva cognitiva

Definimos reserva cognitiva como ese constructo neuropsicológico que nos permite hacer frente a los  cambios cerebrales relacionados con la edad o con alguna patología. Algo tan básico y simple como mantenernos activos intelectualmente hace que esa cuota de reserva aumente, que las conexiones neurológicas sean más fuertes y, con ello, el paso del tiempo nos afectará mucho menos.

Por ello, entre los hábitos que cuidan el cerebro, no te olvides de nutrir tu curiosidad, de aprender cosas nuevas cada día, leer, descubrir, mantener conversaciones enriquecedoras, practicar juegos de memoria o estimulación cognitiva…

6. Un peso saludable nos permite disfrutar de una mejor calidad de vida

Sabemos que la obesidad es un factor de riesgo para más de una enfermedad: diabetes, problemas cardiovasculares, cáncer… Sin embargo, el sobrepeso mantenido en el tiempo también eleva el riesgo de desarrollar demencias.

Por tanto, no dudemos en acudir a los expertos (nutricionistas, endocrinos, psicólogos…) para alcanzar un peso más ajustado.

7. El vínculo entre la depresión y las demencias: pidamos ayuda para tratar este trastorno

Este dato es importante. Estudios, como los realizados en la Universidad de Cambridge, evidencian que hay una relación entre la depresión y la demencia. La investigación, de más de 35 años, nos demuestra que aquellas personas que han padecido una depresión mayor no tratada evidencian un riesgo más elevado de desarrollar declive cognitivo.

8. Cuidado con las caídas, accidentes y traumatismos

Los traumatismos craneoencefálicos pueden provocar daños permanentes y peligrosos para el cerebro. En ocasiones, podemos sufrir una caída o un golpe y evidenciar al poco alteraciones en el funcionamiento cerebral.

El mayor desencadenante de este tipo traumas se producen como consecuencia de los accidentes es el coche. Por tanto, procuremos llevar siempre el cinturón y cuidar la conducción.

9. Atender la pérdida de la audición

La pérdida de audición no es un tema menor. Sabemos, por ejemplo, que la pérdida auditiva se vincula a la depresión y que cuando ambas no se atienden, sumen a la persona a un aislamiento progresivo. Estos factores provocan declive mental y esto es algo que, al fin y al cabo, podríamos evitar de manera sencilla con el uso de audífonos en cuanto fuera necesario.

10. Prevenir la diabetes

La diabetes eleva el riesgo de demencia vascular. Es importante recordar que todos podemos evitar el desarrollo de diabetes tipo 2 adoptando mejores hábitos de vida.

Reducir el consumo de azúcar, cuidar la dieta y hacer deporte de manera regular revierte en nuestra salud general.

11. Practicar ejercicio físico

No hace falta que nos convirtamos en atletas. Basta simplemente con asumir un estilo de vida activo en el que no falte, por ejemplo, esa caminata de media hora diaria. La natación, el baile, la bicicleta o descubrir ese tipo de deporte que más se ajusta a nuestras necesidades puede reducir sin duda el riesgo de demencias.

12. Tener buena vida social

Entre los hábitos que cuidan el cerebro, hay uno que no puede faltar: las buenas relaciones sociales. Pasar tiempo con amigos compartiendo experiencias y conversaciones interesantes es un torrente de bienestar.

Tener una pareja con quien construir una vida feliz en la que no falten los proyectos también nos mantiene activos, felices y optimistas. Todo ello son semillas de bienestar que revierten en nuestra salud mental y cerebral. No dudemos en poner hoy mismo en práctica todos estos consejos.

miércoles, 10 de marzo de 2021

Aldous Huxley: "Así se acabará la libertad en el mundo"

Aldous Huxley es uno de esos autores que, hace décadas, se atrevieron a escribir sobre el futuro que nos esperaba. Hoy, analizando la realidad, parece que sus hipótesis no eran nada descabelladas.

¿Realmente perderemos nuestra libertad? En un momento tan delicado como el actual, inmersos en la incertidumbre más absoluta, y en pleno cambio constante a todos los niveles, económico, político y social, muchos de nosotros nos preguntamos ¿hasta dónde vamos a llegar dada la situación en la que estamos sumidos? No lo sabemos, lo que sí podemos hacer es revisar algunas de las reflexiones de personas que vivieron algo parecido a lo que vivió Aldous Huxley.

El escritor y filósofo ya reflexionaba sobre esto mismo, lo que significaba la pérdida de la libertad, tanto individual como colectiva, hacia los años 1914 y 1930; periodo en el que se produjeron la Primera y Segunda Guerra Mundial, y hechos que Huxley vivió en sus carnes. Unos duros momentos de los cuales sacó sus propias conclusiones acerca de todo lo que pasaba, y que guarda cierto paralelismo con lo que vivimos en la actualidad.

Para Huxley, al final, lo más importante en momentos de crisis es el pensamiento divergente, el individual y el crítico. Para él, supone la única forma de luchar contra el sistema, y en contra de toda la injusticia social y la tiranía en el mundo.

Aldous Huxley y sus presagios en Un mundo feliz

La novela publicada por Huxley en 1931 predijo de algún modo la vida moderna. Un libro que nos advierte sobre los peligros de los medios de comunicación, la pasividad y de cómo incluso una población inteligente puede verse impulsada a elegir con gusto la dictadura sobre la libertad.

Un mundo feliz es la descripción de una sociedad en la que todo el mundo es muy feliz todo el tiempo. Y esto se asegura y es así, mediante la destrucción del libre albedrío de la mayoría de la población, la ingeniería genética y el condicionamiento pavloviano (Pávlov), aquel por el que se mantiene a todos entretenidos con interminables distracciones de todo tipo, e incluso, con “drogas”, en el caso de que todo lo demás falle.

Así, el estado mundial de Un mundo feliz es una dictadura que se esfuerza por asegurar el orden; una dictadura que está dirigida por diez oligarcas que dependen de una extensa burocracia para mantener el mundo en funcionamiento. Y de esta forma, las personas están condicionadas a amar su sumisión, y a estar orgullosas del trabajo vital que hacen para sentirse aliviadas de no tener que preocuparse por los problemas del mundo.

Las 4 predicciones de Aldous Huxley

Aldous Huxley, quien también vivió los comienzos de la Guerra Fría, hizo unas declaraciones para la BBC en 1958 en las que predijo que es necesario estar alerta, despertar y cuestionar el control sobre la población y la gestión del poder.

Esclavos de los medios en manos de intereses privados

En nuestra sociedad moderna, la mayoría de nosotros no podemos pasar más de treinta minutos sin querer revisar el móvil, igual un poco más o menos, pero lo cierto es que somos esclavos. Como Huxley predijo, hemos hecho posible el hecho de no aburrirnos a través de la información interminable que nos proporcionan la tecnología, la televisión y los medios de comunicación, y todo lo que ello, además, ha comenzado a acarrear en la salud mental.

Si bien, distraerse es necesario y no está mal, Huxley no se oponía a ello, pero sí que en ningún momento se puede volver más importante que los verdaderos problemas que nos afecten a nivel global, ya que, además, siempre hay gente que se aprovecha de estas distracciones para obtener poder en su beneficio.

La publicidad y el consumismo

El consumismo también se puede utilizar para mantenernos distraídos, dirigiendo nuestra atención y esfuerzos a la satisfacción de necesidades que en realidad no lo son. Un consumo que para Huxley supone una especie de dictadura silenciosa que condiciona a la gente para que compre cosas nuevas todo el tiempo.

Por aquel entonces, a mediados del S.XX, la televisión apenas comenzaba a jugar un papel decisivo, pero hoy en día, ya no solo es la televisión, sino que el consumo y la publicidad nos invaden. Basta con abrir cualquier red social: Instagram Twitter, Facebook, Youtube.., cualquier medio de comunicación etc., para darse cuenta de su intención: influir al consumidor con cualquier producto o servicio, para que esté lo más distraído posible.

Establecimiento de una dictadura basada en la vigilancia

Para Huxley, entonces la dictadura se basada en el estricto uso de la fuerza a través de la vigilancia, los castigos, y un estado permanente de guerra. Si bien Huxley vaticinaba este uso de la fuerza a través de los castigos, algo que también se ve en nuestros días, lo que sí parece ser un hecho, hoy en día, es que nos vigilan. En una entrevista realizada a la periodista Marta Peirano, periodista experta en seguridad en Internet, explicaba que el 5G es una trampa para espiarnos.

Así, en dicha entrevista realizada por El Confidencial, aseguraba que: “Internet está dominado por un modelo económico basado en la extracción de datos para la manipulación de personas con el fin de venderles objetos, servicios, experiencias, candidatos políticos…Y está en manos de cada vez menos empresas que pelean entre ellas a muerte por dominar ese mercado. Los gobiernos de hecho son clientes de esas compañías y usan sus infraestructuras para controlar a la población, producir fake news o perseguir a disidentes”. dijo.

La revolución farmacológica nos hará amar la esclavitud

Entonces las drogas eran una forma de mantener a la gente “feliz” y bajo control. ¿Y ahora? Mucho creen en que esto sea posible a través de las vacunas…

Entre los miles de ejemplos, podemos hablar de la Toma la pastilla Roja, un podcast en el que expertos en el cerebro hablan sobre las nuevas técnicas de control mental. Aquí se han barajado hipótesis como que la Fundación Bill y Melinda Gates, supuestamente ya desarrollaba vacunas con las que nos introducirían en el cuerpo microchips que, a través del 5G, podrían llegar a controlar la mente.

Lo cierto es que no lo sabemos y tampoco existe ninguna evidencia al respecto.

Políticos asesorados por profesionales, según Aldous Huxley

Todos los políticos que ocupan cargos importantes cuentan con asesores que buscan que la población vea en su asesorado los valores que aprecia, con independencia del contenido del discurso o las medidas efectivas que se pongan en marcha desde la administración que dirigen. Lo importante es lo que parece, no lo que es.

Así, la mercadotecnia, y el marketing en política es también la clave para influir en las decisiones de la gente a la hora de elegir a uno u otro candidato.

Aldous Huxley fue una persona con la mirada puesta en el horizonte lejano, para él, que hoy habitamos. En su pensamiento estaba un mundo futuro en el que las personas seríamos controladas a través de la tecnología de una manera sencilla y efectiva. Tanto, que seríamos nosotros mismos quienes terminaríamos fortaleciendo a un sistema que en el fondo nos hace prisioneros.