domingo, 24 de septiembre de 2023

¿Qué es el esoterismo?

Las prácticas esotéricas conviven con nosotros desde hace miles de años. Sin darnos cuenta, las conocemos, aunque sea solo a través del nombre.

El ser humano, casi por naturaleza, tiene la necesidad de creer en algo. En los últimos tiempos asistimos a una proliferación de prácticas esotéricas. Sin embargo, tal vez no sepamos qué es el esoterismo, sus características, usos y los tipos que existen. ¡En este artículo lo detallamos!

Ya sea que te sientas atraído por tales prácticas, quieras buscar respuestas o solo te movilice el deseo de explorar nuevas dimensiones de la existencia, esta lectura te guiará a través de los conceptos esenciales y te brindará una visión general de esta enigmática disciplina.

¿En qué consiste el esoterismo?

Massimo Centini, en su libro Las claves del esoterismo, sostiene que se designa con este nombre a todas aquellas prácticas ocultas, misteriosas y solo reservadas para unos pocos conocedores del tema.

Tanto es así que Aristóteles utilizaba el término esotérico para nombrar las enseñanzas reservadas a los discípulos, es decir, la instrucción efectuada para un círculo limitado de adeptos o seguidores del tema.

De esta manera, la palabra esoterismo proviene del griego esoterikos, que significa íntimo o privado. A pesar de que se trata de un conjunto de dinámicas muy antiguas, fue en el siglo XIX cuando el término esotérico fue introducido al lenguaje común a través del ocultista Éliphas Lévi.

Por tanto, la finalidad de la disciplina es ofrecer explicaciones alternativas sobre los fenómenos que afectan al ser humano, desde una perspectiva no científica. El rasgo más característico de ella es el secretismo, ya que solo sus adeptos conocen del tema.

Una de sus condiciones es no revelar el secreto a la comunidad porque, de ser así, se resta autoridad y valor a quienes lo practican, así como a las técnicas mismas.

Características del esoterismo

A pesar de que lo esotérico no presente unas características regulares en todas sus formas, es posible establecer ciertas generalidades que ayudan a identificar la experiencia.

Al respecto, la Revista de Estudios L iterarios, de la Universidad Complutense de Madrid, publicó un artículo donde sintetizan seis características fundamentales de lo relativo a lo esotérico; ello inspirado en Antoine Faivre, quien es un historiador y estudioso del tema. A continuación, las detallamos.

1. Correspondencia

La correspondencia es una de las características principales de lo esotérico. Se trata de la interrelación o relación de todo con todo. Es decir, dentro de la naturaleza se encuentran relaciones de todas las cosas entre sí. Esto, por supuesto, no es visible a los ojos de cualquier ser humano; se requiere de una visión e interpretación proveniente de una persona con carácter visionario.

2. Naturaleza viviente

Este rasgo se opone a la visión física del mundo en la cual todo se reduce a mera materia lista para ser descubierta por la ciencia. Para lo esotérico, la naturaleza es portadora de un alma y vitalidad que se encuentra en todas partes.

Este carácter de omnipresencia la vuelve propensa a ocultarse, ya que se producen jerarquías y conexiones internas entre diversos órdenes de la realidad. A nosotros, los humanos, nos queda encontrar esas relaciones y comprenderlas.

3. Imaginación y mediación

Es lo que se conoce en el mundo esotérico como mundo imaginal o Mundus Imaginalis. Este rasgo supone que existe una mediación entre la realidad tal cual la conocemos y el mundo arquetípico de las ideas. ¿Qué significa esto? Que las verdades ideales o espirituales se encuentran en este intermedio.

Solo aquellos portadores de una imaginación activa serán capaces de descifrar y transmitir dichas verdades espirituales.

Con claridad, nos referimos a los visionarios, quienes, mediante ritos, símbolos, espíritus intermediarios y ángeles, aprehenden y transmiten a su comunidad cerrada las verdades que descubrieron.

4. Transmutación

Esta característica alude a la transformación que se produce del ser o la persona que conoce las verdades espirituales. Como dijimos, se trata de verdades internas o de orden interior. Por tanto, no son accesibles a todo el mundo, sino que se requiere de un grado superior de cognición o intelección. ¿Cómo se produce esta transmutación?

5. Transmisión

El mundo esotérico requiere de disciplina interior y de un guía espiritual. Este guía es el que le proporcionará los conocimientos necesarios para generar la transmutación. Es importante mencionar que el guía espiritual recibió sus enseñanzas de otro igual que él. Así, se conforma una tradición primordial, es decir, una esencialidad intrínseca y única de la verdad descubierta.

6. Práctica de la concordancia

Alude a una única verdad que es en esencia inexpresable, es decir, aquello revelado no puede ser expresado en palabras. Esto tiene como resultado que los distintos rituales o religiones las expresan y transmiten de maneras diferentes. Se trata de que haya una concordancia mínima entre lo esencial y lo dicho al mundo.

Tipos de ramas esotéricas

En este universo tan vasto y lleno de historia, nos encontramos con distintas corrientes esotéricas. Cada una de ellas, está relacionada con creencias espirituales, metafísicas y provenientes del conocimiento oculto. Las presentamos a continuación:
  • reiki,
  • tarot,
  • alquimia,
  • astrología,
  • hermetismo,
  • numerología.
La lista no se acaba aquí. En los últimos tiempos asistimos a una mayor confianza en estas prácticas. Tanto es así que existen variedad de cursos y talleres para formarse en ellas. El ocultismo y la limitación a un público acotado, tal vez ya no es una característica predominante de la disciplina esotérica.

Esoterismo y filosofía

Las prácticas esotéricas tienen mucha relación con la filosofía. Al respecto, Kocku von Stuckrad, en su libro Western Esotericism: A Brief History of Secret Knowledge, sostiene que esta forma de secretismo comparte temas que provienen del campo filosófico. Entre ellos están la antropología o puntos de vista sobre el hombre, la existencia y la realidad u ontología y el cosmos y la naturaleza.

Un ejemplo de esto lo encontramos en Platón, filósofo griego que realizó una conexión mitológica entre la disposición de los cielos y su repercusión en la tierra. Según él, el cielo y sus estrellas son la imagen eterna del tiempo móvil que conocemos.

De esta manera, el movimiento del tiempo es producto de la actividad de los cuerpos celestes. También, consideró la inmortalidad del alma, un tema muy presente en asuntos espirituales y esotéricos.

Por su parte, el filósofo y matemático, Pitágoras, introdujo la doctrina de la reencarnación, es decir, el renacimiento del alma. Además, este pensador realizó aportes sobre la interpretación del cosmos. Consideró a los principios matemáticos y a los números como el fundamento de todo ser. Así, se podía establecer un orden unitario al mundo a partir de la rigurosidad matemática.

¿Por qué se usa el esoterismo?

José Castillo, en su libro Espiritualidad para insatisfechos, propone una reflexión sobre la pérdida de autoridad de la religión, sobre todo la cristiana. En este sentido, postula que cada vez más son las personas que siguen las prácticas esotéricas y su pregunta es ¿por qué esto es así?

El autor sostiene que los adeptos al tema buscan satisfacer su curiosidad, darle sentido a la vida y a muchas cosas que hacemos en nuestro día a día. Por ejemplo, encontrar similitudes o diferencias del carácter mediante el tarot o el horóscopo.

En este aspecto, se trata de indagar y encontrar respuestas que no tenemos sobre diversos temas de la vida humana.

Esoterismo en la actualidad

Contrario a lo que sucedía anteriormente, el esoterismo ya no maneja el mismo nivel de secretismo que se le atribuía en el pasado. De hecho, se considera que no es un dogma cerrado, que obliga, amenaza o impone deberes.

En sus formas modernas, son alternativas que dan luz y explicación de las cosas que nos pasan mediante otras vías que no son las institucionalizadas. No obstante, no está de más acotar que lo esotérico es una temática controversial, la cual suele ser abordada con prudencia.

sábado, 23 de septiembre de 2023

¿Por qué un narcisista busca generar celos en su pareja?

Si ves que tu pareja coquetea con otras personas en tu presencia o deja señales evidentes de que ha salido con alguien más, quizás no es un caso de infidelidad. Conoce de qué va esta estrategia del narcisismo.

Uno de los rasgos que delata a un narcisista es que busca generar celos en su pareja. Todo indica que este tipo de personas realizan acciones como coquetear con alguien en presencia del otro o dejar pistas de posibles infidelidades. Causar inseguridad en la otra persona es una forma de manipularla.

A esta conclusión llegó un estudio titulado ¿Los narcisistas intentan provocar celos a propósito en sus parejas románticas? Un examen de los motivos para inducir celos deliberadamente entre los subtipos de narcisismo. Este fue publicado en la revista científica Personality and Individual Differences, en 2014.

La investigación encontró que provocar celos es importante para un narcisista, ya que pone a su pareja en una posición de vulnerabilidad. Así, facilita el control y la manipulación en la relación. Lo habitual es que ni siquiera se interesen en ser infieles, pero sí en provocar dudas, de manera que crean las condiciones para debilitar a su compañera/o.

Estudio sobre la necesidad narcisista de generar celos

El estudio señalado fue realizado por Gregory Tortoriello, Joshua D. Foster y W. Keith Campbell, investigadores afiliados a la Universidad de Alabama en Estados Unidos. El objetivo era examinar si los narcisistas intentan causar celos en sus parejas románticas de forma deliberada y analizar los motivos subyacentes para hacerlo.

La indagación se llevó a cabo con 237 participantes, todos estudiantes universitarios. De estos, el 54 % eran mujeres y el 46 % hombres. Los voluntarios completaron cuestionarios y medidas de personalidad, para evaluar el narcisismo y las tendencias hacia la provocación de celos en sus relaciones románticas.

Es importante tener en cuenta que, como la muestra se compone solo de estudiantes universitarios, los resultados no generalizan a toda la población. Además, es posible que los comportamientos y motivaciones relacionados con el narcisismo y los celos varíen en otros grupos de edad o contextos diferentes al considerado para la exploración.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Para ejecutar la investigación, se reclutó a un grupo de voluntarios, hombres y mujeres jóvenes, dentro del campus. Después, se recopilaron datos básicos sobre los participantes, como edad, género y duración promedio de las relaciones románticas.

El paso siguiente fue una evaluación de los posibles rasgos narcisistas en cada uno de ellos. De este modo, los participantes llenaron cuestionarios y medidas de personalidad. Los formularios incluyeron escalas utilizadas con amplitud, como el Inventario de Personalidad Narcisista (Narcissistic Personality Inventory, NPI) y consideraron los siguientes aspectos:
  • vanidad,
  • autoridad,
  • pretensión,
  • explotación,
  • superioridad,
  • exhibicionismo,
  • autosuficiencia.
Acto seguido, se evaluaron las tendencias de cada voluntario a causar celos. Para la consecución de tal fin se aplicaron cuestionarios específicos. En ellos se exploraron los motivos subyacentes y las estrategias empleadas por los participantes con el propósito de inducir celos en sus parejas.

Por último, se hizo un análisis estadístico de los datos recopilados para examinar las relaciones entre el narcisismo y la provocación de celos; también para identificar los motivos subyacentes y las diferencias entre los subtipos de narcisismo.

Los resultados del estudio

La principal conclusión del estudio es que los individuos con tendencias narcisistas son propensos a intentar generar celos, de manera deliberada, en sus parejas románticas. Esto es más acentuado en aquellas personas cuyos rasgos narcisistas se aproximan a lo patológico.

Esta forma de manipulación puede mediar la aparición del abuso psicológico. De hecho, una investigación de The Journal of Psychology señala que el narcisismo vulnerable y el grandioso están asociados con el abuso psicológico en las relaciones de pareja. De ambas categorías, la última se vinculó de modo directo con esta clase de abusos, mientras que el la primera solo lo hizo de forma indirecta.

Con respecto a los hallazgos del estudio llevado a cabo por académicos de la Universidad de Alabama, se detectaron tres motivaciones básicas para tal conducta:
  1. Refuerzo de la autoestima: los narcisistas tienden a sentirse mejor consigo mismos cuando logran los celos en su pareja; se perciben más valiosos e importantes.
  2. Control: sentían que si lograban provocar celos en su pareja, también adquirían mayor control sobre la relación y esto, a su vez, les permitía sentirse más poderosos.
  3. Deseo de obtener atención: si logran generar celos en su pareja, esta comienza a prestar más atención a ellos o ellas. No les preocupaba si dicha atención tenía su base en la inseguridad y no en un mayor afecto o interés amoroso.
Lo anterior sugiere que el narcisista quizás busca generar celos como una estrategia para satisfacer sus necesidades de atención, reafirmar su autoestima y ejercer control sobre sus parejas.

Importante: estos resultados no son generalizables

Es importante destacar que este estudio se centró en específico en el contexto de las relaciones románticas y no abarcó todas las dimensiones del narcisismo, ni todas las posibles motivaciones para generar celos.

Al no tomarse en cuenta los diferentes aspectos de este tipo de personalidad, los resultados pueden no ser representativos para toda la población de personas narcisistas. Por lo tanto, no deben generalizarse.


viernes, 22 de septiembre de 2023

¿Qué debo hacer si siento que odio mi cuerpo?

Si bien no es necesario amar cada parte de tu cuerpo, sí es recomendable aceptarte y respetarte. Sin embargo, ¿qué hacer cuando tienes una mala relación con tu imagen corporal? Te lo explicamos en el siguiente texto.

Todos, en algún momento, nos hemos dicho «siento que odio mi cuerpo». No es fácil quererlo cada día ni apreciar cada una de sus imperfecciones y formas. Sin embargo, esos instantes pasan y al final lo aceptamos tal y como es, porque ese fantástico envoltorio físico es el que nos permite sentir, respirar, abrazar, trabajar, disfrutar la vida y relacionarnos con los demás.

Ahora bien, en los últimos años son cada vez más las personas que tienen una mala relación con su imagen corporal. Se rechazan, detestan al ser que se refleja en sus espejos, porque no armoniza con los supuestos «cuerpos ideales» de las redes sociales o con los que nos venden en la sociedad de consumo. ¿Cómo abordar estas situaciones? Conoce más al respecto con el siguiente artículo.

Cómo saber si siento que odio mi cuerpo

Es posible que cada vez que te veas en el espejo o en tus selfies te digas «siento que odio mi cuerpo». Es más, puede que tengas un hijo o hija adolescente a quien le escuchas repetirlo con frecuencia. ¿En qué momento empezar a preocuparnos por estas percepciones propias o ajenas? ¿Cuándo se cruza la línea de lo «normal» a lo «patológico»?

En un trabajo divulgado en Indian Journal of Psychiatry se destaca que, si bien es normal tener preocupaciones sobre la apariencia física, cuando estas se vuelven excesivas podríamos estar dentro del espectro del trastorno dismórfico corporal (TDC).

En consecuencia, es importante detectar esos sentimientos y atribuciones negativas hacia la propia imagen que resultan más problemáticas. Para que estés más al tanto de este tipo de situaciones y sentimientos negativos, te los enlistamos a continuación:
  • Al mirarte al espejo solo ves defectos.
  • Sientes vergüenza por tu aspecto físico.
  • Te obsesionas por tu rostro, cabello, nariz y piel.
  • Te comparas de forma constante con los demás.
  • Experimentas sentimientos de inseguridad e inferioridad.
  • Sientes tristeza y desmotivación por tu esquema corporal.
  • Tu vida sexoafectiva está muy limitada por este problema.
  • Te ronda de forma persistente la idea de recurrir a la cirugía.
  • Restringes tu vida social por desagrado de tu propia imagen.
  • Estas preocupaciones por el propio cuerpo ocupan buena parte del día.
  • Derivas en conductas compulsivas como mirarte de forma constante al espejo o cepillarte el cabello.
Cómo ayudarme a dejar de odiar mi cuerpo

Por mucho que te digan aquello de «acéptate tal y como eres», hacerlo no es fácil. No lo es porque la mente está dominada por sesgos cognitivos que alimentan la visión negativa de la propia imagen corporal.

También de creencias aprendidas y de muchas ideas irracionales inconscientes que no son fáciles de desactivar. Tal reformulación requiere tiempo y trabajo. Veamos qué estrategias son útiles si sientes que odias tu cuerpo.

Practica la neutralidad corporal

Realidades como el trastorno dismórfico corporal, así como el propio desagrado persistente por la imagen física, tienen una parte de su origen en la baja autoestima. Metaanálisis como el divulgado en BMC Psychiatry  señalan que este mismo factor suele ser un elemento transversal.

Un modo de desactivar ese rechazo cuando te digas aquello de «siento que odio mi cuerpo» es practicando la neutralidad corporal. Se trata de una estrategia emocional y motivacional orientada a mejorar la relación que tienes con tu físico. Para ello, toma nota de las siguientes recomendaciones:
  • Haz una lista de todo lo que puedes hacer con tu cuerpo: respirar, ver, caminar, trabajar, conducir, abrazar, besar, escribir, leer, jugar con tu mascota, bailar y mucho más.
  • Realiza actividades gratificantes: pasea, disfruta de baños relajantes, baila, canta, etc. Lleva a cabo actividades que te permitan disfrutar de cada sensación física que te aporta tu cuerpo.
  • Acepta tu imagen sin necesidad de amar cada parte de ella: basta con apreciar todo lo que te permite hacer tu cuerpo, que no es poco. Esta tarea implica desarrollar una adecuada empatía contigo mismo, permitiéndote existir en tu físico sin juzgarlo.
Es aconsejable regular el uso de las redes sociales

Vivimos en una sociedad dominada por la tiranía de la imagen. La publicidad, el cine, la televisión y las redes sociales son medios que imponen la idea distorsionada de que existen «cuerpos normativos». Así, la persona que no se ajuste a esas medidas, formas y proporciones ideales, se siente rechazada y hasta procesa que hay algo defectuoso en ella.

Investigaciones como la publicada en Clinics in Dermatology acotan este problema. El uso de las redes sociales y la exposición a imágenes idealistas del cuerpo están detrás de muchos trastornos y sufrimientos. Por tanto, es esencial que mejores el uso que haces de las redes sociales y la exposición a sus mensajes.

Para lograr esta meta, toma nota de las claves que pueden ayudar en el proceso y que enseguida compartimos:
  • Reformula los mensajes sociales que te instan a la perfección: recuerda que los cuerpos ideales no existen, existen los cuerpos reales.
  • Elige cuentas que ensalcen la diversidad, la salud corporal y el body positive: en el momento en que empieces a seguir a figuras o celebrities que valoren y respeten todo tipo de cuerpos, el algoritmo te seguirá mostrando perfiles similares.
  • Limita o regula la utilización que haces de las redes: en ocasiones, puedes pasar demasiado tiempo exponiéndote a mensajes que hacen daño y a imágenes que, de manera inconsciente, refuerzan el rechazo a tu cuerpo. Procura una buena utilización de la tecnología.
Sánate de los mensajes que recibiste sobre tu cuerpo a lo largo de tu vida

Es posible que la primera vez que te dijiste «siento que odio mi cuerpo» fue en los inicios de tu adolescencia. A menudo, nuestro entorno más cercano refuerza en nosotros un rechazo hacia la propia imagen. Hay mensajes como «estarías más guapa si perdieras peso» que inoculan en nosotros una incomodidad muy temprana hacia la propia autoimagen.

Para sanar y construir una buena relación con tu esquema corporal, tienes que reformular todas esas verbalizaciones que alguien te dirigió en algún momento. Es una tarea psicológica compleja que implica revisar, incluso, creencias que diste por válidas. Considera las siguientes acciones:
  • Lleva un diario y plasma en él frases agradables sobre ti.
  • Escribe las creencias que tienes sobre tu propia imagen.
  • Dale la vuelta a esos mensajes negativos, transfórmalos en positivo.
  • Pregúntate de dónde vienen estos mensajes (de tu familia, parejas del pasado, amigos, etc.).
  • Entiende que el desagrado hacia tu imagen es una idea construida que hay que sanar.

Rodéate de personas que tengan una imagen corporal sana de sí mismas

Puede que tengas un amigo o amiga obsesionada con su físico. El hecho de pasar tiempo con personas que tienen fijación con perder peso, con mostrar siempre una aparente perfección, puede influenciarte de forma negativa. Una vez más, los mensajes que llegan de tu entorno quizás distorsionan, poco a poco, la relación que tienes con tu cuerpo.

Sería muy beneficioso contar con la cercanía de figuras que se acepten tal y como son y que te valoren a ti también por cómo eres. La autoestima se construye también por las palabras que llegan de quienes nos rodean. Por tanto, disponer de amigos que te aprecian, que te validan y no te juzgan por tu cuerpo, es algo muy saludable.

¿Qué hacer si siento que odio mi cuerpo de forma persistente?

En caso de que no puedas dejar de pensar en tu cuerpo y tu vida psicosocial se vea muy limitada, es momento de pedir ayuda. Por lo general, ese rechazo persistente se traduce muchas veces en autolesiones e, incluso, en ideación suicida. Evita llegar hasta este punto. Hay personas especializadas en este ámbito que pueden prestarte ayuda de manera muy eficaz.

Investigaciones como la publicada en Behavior Therapy plantean que la terapia cognitivo-conductual, combinada con antidepresivos, resulta adecuada. Si bien este estudio se centra en la población joven, cabe señalar que sus beneficios pueden correlacionarse también a la población adulta.

Si cambio mi cuerpo, ¿se irá el odio o el desagrado?

Hay muchas personas que recurren a la cirugía estética con el fin de lograr esa apariencia física con la que, por fin, reconciliarse consigo mismas. Ahora bien, ¿cambiará esa autopercepción negativa si transformas tu cuerpo?

Todos podemos recurrir al ejercicio físico y pasar por el quirófano con el fin de vernos mejor. No se niega que esos cambios, a menudo, revierten en la autoestima. Pero debemos ser cuidadosos. Las clínicas de cirugía estética deben evaluar la presencia de un TDC; en estos casos, los cambios no garantizan que la persona se vea mejor. El odio persiste y siguen necesitando de más y más operaciones.

Para concluir, si experimentas una mala relación con tu imagen corporal y esos pensamientos negativos no se disipan, solicita ayuda. En estas situaciones, de nada te servirá cambiar tu cuerpo porque el problema está en tu mente. Y hay ayuda para ello.

jueves, 21 de septiembre de 2023

3 razones de por qué la psicoterapia tradicional es menos efectiva para los traumas

Las terapias tradicionales, con base en el habla y la reflexión, no son la mejor alternativa para procesar y reintegrar el trauma. Descubre por qué y qué otras opciones hay.

El trauma es la reacción del organismo a un evento adverso, impactante e imprevisible que supera la capacidad para gestionarlo. Ante una experiencia de esta índole, sentimos terror, indefensión y aparecen una serie de secuelas. El apoyo profesional es esencial, pero no todas las alternativas son igual de eficaces. Por ejemplo, la psicoterapia tradicional parece menos efectiva en estos trances.

Cabe mencionar que todo trabajo interno que se realice al respecto, para superar el trauma, reportará beneficios y que cada persona es diferente. Las preferencias y rasgos de cada quien influyen en que se sienta mayor sintonía por unos u otros enfoques psicoterapéuticos.

Sin embargo, las características de la experiencia adversa en cuestión hacen que ciertas intervenciones enfocadas más en el habla, no sean la mejor alternativa. Indaguemos más.

¿Qué es la psicoterapia tradicional?

La psicología no es una ciencia homogénea. Desde sus inicios se producen avances y transformaciones con base en nuevos hallazgos. Además, existen diferentes escuelas y corrientes que tienen sus propios modos de intervenir en el pensamiento, las emociones y las conductas.

Aunque estos enfoques pueden clasificarse de muchas formas, la mayoría siguen diversos caminos para abordar el problema. Las corrientes más tradicionales están sustentadas en la conversación entre paciente y terapeuta y se dirigen «de arriba a abajo»; es decir, que el pensamiento, el lenguaje y la reflexión están en el centro del proceso.

Dentro de estas encontramos corrientes como el psicoanálisis, la terapia narrativa, la terapia dinámica o la terapia dialéctica conductual (TDC). Incluso, es posible ubicar la psicoterapia cognitivo-conductual dentro de esta categoría.

Lo cierto es que dichos enfoques muestran ser eficaces en el tratamiento y resolución de trastornos y patologías. Por ejemplo, la TCD es útil interviniendo en el trastorno límite de la personalidad. En cambio, la terapia dinámica ayuda en la gestión emocional y la sintomatología ansioso-depresiva, menciona una publicación de la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría.

Además, la terapia cognitivo-conductual muestra ser eficaz en multitud de problemáticas psicológicas, menciona Medicina Naturista. No obstante, estas técnicas pueden no ser tan beneficiosas en cuanto al trauma.

¿Por qué la psicoterapia tradicional es menos efectiva para los traumas?

Según recoge un interesante artículo publicado en la Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, hay diversos motivos que explican por qué la psicoterapia tradicional es menos efectiva para los traumas. Entre los principales están los que, a continuación, pasamos a explicar.

1. Acceso al trauma

La psicoterapia tradicional trabaja con la parte racional del cerebro (neocórtex), pero el trauma no se almacena ahí, sino que lo hace en el cerebro emocional (sistema límbico) y en el cuerpo.

De hecho, cuando vivimos una experiencia con gran impacto emocional negativo el área racional se desconecta; por esto se producen las experiencias disociativas y, en ocasiones, el trauma no queda grabado en la memoria consciente.

Así, tratar de acceder al suceso mediante la reflexión, en la mayoría de los casos, no es fructífero. La persona puede no saber por qué actúa como lo hace y aun así no evitarlo. Es más, quizás pase horas hablando al respecto de lo sucedido, sin que esto cambie en nada sus síntomas.

2. Capacidad de verbalizar

Hay veces que el trauma no puede verbalizarse. Y esto es porque no se almacena de forma correcta y se queda guardado en el cuerpo por medio de sensaciones corporales, olores, imágenes o sonidos.

Esto se debe a que los recuerdos traumáticos son más fáciles de apiñar en la memoria implícita, la cual opera de forma automática e inconsciente y sigue activa en momentos de estrés.

Para verbalizar o narrar un suceso, este tendría que asentarse en la memoria explícita (la cual comprende conceptos, hechos o ideas y permite narrar el evento con cohesión). Pero esta se inhibe debido a la acción de las hormonas del estrés que suprimen la actividad del hipocampo.

3. Activación del sistema nervioso

Para las personas con estrés postraumático, los síntomas de ansiedad, pánico, alteraciones en el sueño y las dificultades de concentración, tienen su base en una sobreactivación del sistema nervioso autónomo. El mismo, en el momento del evento, ayuda a salvaguardar la integridad física o psicológica de la persona.

Sin embargo, una vez pasado el hecho, esta activación se cronifica, generando la incapacitante sensación de alerta.

Así, el trabajo primordial ha de realizarse con las sensaciones corporales, pudiendo identificarlas, sentirlas y liberarlas, para después describirlas y darles sentido mediante el lenguaje.

¿Qué alternativas existen para tratar el trauma?

Todo lo anterior hace que la psicoterapia tradicional sea menos efectiva para abordar el trauma y su recuperación. No obstante, hay alternativas útiles disponibles para el paciente.

Estas consisten en enfoques que trabajan «de abajo hacia arriba»; es decir, que parten de las emociones y sensaciones, de esa parte automática y emocional, para pasar después a la racionalidad y la expresión verbal.

En definitiva, el objetivo principal de la recuperación consiste en integrar todos esos elementos inconexos que quedaron almacenados y darles sentido como una experiencia completa que tiene principio y final. Para ello, se cuenta con opciones como las siguientes:
  • El neurofeedback: ayuda al paciente a autorregular su actividad cerebral, cambiando así los patrones causantes del estrés postraumático y también los comportamientos asociados.
  • La terapia sensoriomotriz: facilita el procesamiento somático originado por el trauma, incorporando intervenciones orientadas al cuerpo. Combina teoría y técnicas de la terapia cognitiva, refiere un artículo de la Universidad Abierta de Cataluña.
  • Enfoques basados en mindfulness: las técnicas y ejercicios sustentados en la atención plena resultan un gran complemento en el abordaje habitual del trauma y para ayudar a reducir los síntomas. Así lo recoge un metaanálisis publicado en Journal of Trauma & Dissociation.
  • El EMDR: su objetivo es lograr el procesamiento de los recuerdos traumáticos al aplicar estimulación bilateral. Esta técnica recibe el nombre de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares y muestra sus beneficios en la reducción y mejoría de los síntomas postraumáticos.
Recomendaciones finales

En definitiva, existen diferentes corrientes psicológicas capaces de intervenir sobre el trauma y sus efectos. Como vimos, algunas se adaptan mejor que otras a las características específicas de los trastornos postraumáticos.

La psicoterapia tradicional es menos efectiva para los traumas, pero esto no implica que no funcione. En este caso, el tratamiento puede ser más largo y menos fructífero.

A pesar de esto, resulta crucial ponerse en manos de un profesional especializado en trauma, que conozca y maneje las intervenciones más eficaces y actualizadas y sea capaz de recomendar la mejor alternativa terapéutica en cada caso concreto.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

La teoría de la innovación disruptiva de Clayton Christensen

La teoría de la innovación disruptiva fue planteada por Clayton Christensen y está enfocada en las empresas. Sin embargo, también tiene aplicaciones en diversas áreas, incluida la psicología.

La teoría de la innovación disruptiva la desarrolló Clayton Christensen. Él fue un reconocido profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y uno de los principales teóricos de la transformación en los negocios. Además de sus contribuciones en el ámbito empresarial, Christensen defendió la educación y la religión.

Aunque esta teoría se desarrolla principalmente en el contexto de las empresas y el mercadeo, varios teóricos exploraron su posible aplicación en psicología y otros campos. En particular, algunos expertos consideran que este enfoque podría aplicarse al ámbito de la salud mental  y la psicoterapia. Conoce más al respecto durante la lectura.

Clayton Christensen y su teoría de la innovación disruptiva

La teoría de Christensen apareció en la obra El dilema del innovador, de 1997. Allí el autor señala que las empresas establecidas pueden fracasar debido a su propia lógica y estructura.

Asimismo, indicó que es posible que las nuevas empresas las superen mediante la disrupción de los modelos de negocios tradicionales, tal y como se plantea en un artículo de la revista Harvard Deusto Business Review.

En síntesis, dicha teoría plantea que las organizaciones no están exentas de venirse abajo debido a su propio éxito. Añade que las compañías exitosas suelen centrarse en mejorar sus productos y servicios actuales, para satisfacer las necesidades de sus clientes más exigentes y rentables.

Sin embargo, Christensen (2006) también indica que esta estrategia de mejora continua puede hacer que las empresas pierdan de vista las necesidades de los clientes menos exigentes o potenciales. Es en este punto donde la innovación disruptiva entra en juego.

La teoría alude a la introducción de productos o servicios nuevos y más simples. Estos, en principio, quizás parezcan inferiores a los productos o servicios existentes, pero son más accesibles y asequibles para los consumidores desatendidos por las compañías.

Por tanto, en vez de mejorar lo que ya existe, la innovación disruptiva crea nuevos mercados y oportunidades de crecimiento. Este enfoque tiene un gran impacto en el mundo empresarial. Y es usado para explicar el éxito de organizaciones innovadoras, como Amazon, Netflix y Uber. Todas ellas lograron cambiar los mercados existentes y crear modelos de negocio.

Aplicación en la psicología

Como ya se anotó, la teoría de la innovación disruptiva tiene aplicaciones en psicología. Se plantea que las terapias existentes, a menudo, se centran en mejorar la eficacia de las terapias actuales para tratar a los pacientes más complejos y crónicos. Esto, a veces, deja por fuera a pacientes que podrían beneficiarse de tratamientos más simples y accesibles.

En este sentido, la innovación disruptiva sería una forma de mejorar la accesibilidad y eficacia de la atención en salud mental. Algunas de las ideas que se plantean son la creación de nuevos tratamientos y modelos de atención que tengan una mayor cobertura.

Asimismo, este enfoque también podría tener aplicaciones en la psicología social. Por ejemplo, sería útil para analizar cómo los cambios en la tecnología y las redes sociales afectan la forma en que las personas interactúan y se relacionan entre sí. Esto también es factible de estudiar en ambientes laborales y con la implementación de psicología organizacional.

Los aportes de esta teoría

La teoría de la innovación disruptiva es novedosa en varios aspectos. En primer lugar, se enfoca en el papel de los productos o servicios de baja gama o baja calidad y en la creación de nuevas oportunidades de mercado.

De este modo, el Christensen Institute sugiere que las empresas establecidas, en ocasiones, subestiman el valor de estos productos o servicios y se orientan a mejorar sus productos actuales. Tal decisión les impide adaptarse a las cambiantes necesidades de los clientes y las nuevas oportunidades de mercado.

En el contexto de la psicoterapia, una innovación disruptiva resultaría una nueva forma de terapia que desafía las formas tradicionales. Por ejemplo, la terapia en línea representa una innovación en la psicoterapia, ya que cambia la forma en que los terapeutas y los pacientes interactúan y se comunican.

La teoría como tal sugiere que una innovación disruptiva suele comenzar en un mercado pequeño y menos establecido, para luego expandirse a medida que se demuestra su eficacia.

En psicoterapia, una nueva técnica terapéutica puede iniciar con un grupo pequeño de profesionales o pacientes, pero, a medida que muestre buenos resultados, llegará a popularizarse y tener una mayor aplicación.

Consideraciones de la innovación disruptiva en psicoterapia

Sin lugar a dudas, la teoría de la innovación disruptiva sería una herramienta muy útil al momento de repensar las prácticas existentes en psicología y  psicoterapia. No obstante, también es importante tener en cuenta que este enfoque no es una receta para el éxito.

La implementación de una nueva forma de terapia requiere tiempo, esfuerzo y recursos y no siempre es garantía de buenos resultados. Además, es importante que cualquier innovación en psicoterapia se base en una sólida evidencia científica y se ajuste a los estándares éticos y profesionales de la práctica clínica.

martes, 19 de septiembre de 2023

¿Qué es la mala fe para el existencialismo?

La mala fe se relaciona con la autenticidad y la libertad, dos conceptos que están presentes en la filosofía existencialista. ¿Qué es ser inauténticos? ¿Qué es la mala fe? ¿Cómo la podemos evitar? Descúbrelo en este artículo.

El existencialismo es un movimiento filosófico iniciado en 1930. Algunos de los filósofos más importantes de esta corriente fueron Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir y Albert Camus. Estos autores abordaron cuestiones fundamentales de la existencia humana.

El pensamiento de Sartre se caracteriza por desligar al ser humano de Dios, otorgándole al individuo una libertad ilimitada. Sin embargo, al huir de ella, puede incurrir en lo que el filósofo denomina como un acto de mala fe.

Con la intención de esclarecer mejor el tema, en este artículo exploraremos el concepto de mala fe (mauvaise foi) según el existencialismo. Para ello, abordaremos otros conceptos relacionados, tales como la autenticidad, inautenticidad, responsabilidad moral, libertad y consciencia.

La mala fe para el existencialismo

La mala fe es definida, por el existencialismo de Sartre, como un mecanismo de autoengaño, en el cual la consciencia se miente a sí misma. No obstante, un artículo de la Revista Otrosiglo sugiere la no identificación entre la mala fe y la mentira.

Según esto, no hay una diferencia entre aquel que engaña y el engañador, porque ambas ocurren en una misma consciencia. Es decir, el engañador y el que es engañado es uno mismo.

Este acto de autoengaño supone una consciencia o saber pleno del mismo. Sabemos que es una farsa, pero aun así lo disfrazamos y ocultamos. Así, vivimos una vida inauténtica, porque huimos de lo que en realidad somos.

Sartre considera que cada individuo es libre de hacerse como quiera. Es lo que se conoce como la concepción sartreana de libertad: el ser humano puede elegir y decidir su proyecto de vida, aquello que quiere ser. Eludir esta libertad implica un acto de mala fe.

Inautenticidad, autenticidad y mala fe

La inautenticidad corresponde a la definición negativa de la autenticidad. Sin embargo, un trabajo de maestría publicado por la Universidad Obrera de Catalunya expone un significado positivo.

La autenticidad implica tomar responsabilidad de lo que somos y podemos ser. De esta forma, se presenta como el concepto opuesto a la mala fe. Una vida auténtica es aquella en la que el ser humano crea, mediante la cultura, sus sentimientos y experiencias.

Por su parte, las acciones inauténticas y, en consecuencia, la mala fe, representan una amenaza a todo proyecto del ser humano. En esta perspectiva, el sujeto se percibe como un objeto del mundo y no como un ser con la libertad de elegir su propio camino y proyecto. Por eso, podemos decir que la mala fe niega a la libertad.

Ser seres inauténticos implica representarnos a nosotros mismos en un rol fijo y predeterminado. Esto nos quita la responsabilidad de buscar nuestra propia identidad.

Mala fe y responsabilidad moral

La moral de la filosofía existencialista está en la autenticidad. Esto significa que, como se divulga en la Revista Jurídica Mario Alario D´Filippo, nuestra responsabilidad radica en la libertad de elegir la vida que queremos. Huir de esta responsabilidad es convertirnos en un objeto del mundo.

Estamos a la espera de transformarnos en un proyecto en el que otros nos dicen cómo debemos seguir. Es decir, cuando una persona nos identifica con ciertas características y modos de vida, las tomamos como propias. Así, estamos ante un acto de mala fe.

Mecanismos de la mala fe

De acuerdo con una tesis de la Universidad Alberto Hurtado, podemos encontrar en la obra de Sartre tres mecanismos a través de los cuales se ejecuta la mala fe para el existencialismo. Te los exponemos a continuación.

Trascendencia y facticidad

La trascendencia significa ir más allá de lo concreto. Para Sartre, esta es la definición de decisión. Por otro lado, la facticidad implica aquellas cosas que no podemos cambiar. Entre algunas de ellas está la cultura, el momento histórico y la familia.

En este mecanismo, la mala fe opera en aquellos casos que consideramos que no podemos cambiar algo, cuando, en realidad, sí puede haber cambio, debido a que somos seres libres. Por otra parte, existen situaciones que no se pueden cambiar, como puede ser una enfermedad. No elegimos enfermarnos, pero ocurre a pesar de nuestro deseo.

Evasión del ser-para-sí hacia el ser-para-otro

El segundo mecanismo sostiene que la mala fe se produce cuando considero ser lo que otra persona cree que soy. En este aspecto, el concepto de ser-para-si significa que no poseemos una identidad completa. En cambio, el concepto de ser-para-otro sostiene que otras personas no nos ven como carentes de identidad.

Este mecanismo de la mala fe implica que somos seres completos e identificados según nuestra apariencia. Sartre pone el ejemplo de un mozo. Este se identifica con su trabajo; sin embargo, su identidad no es ser mozo, solo es un aspecto más de su existencia que no lo define por completo. Es más, puede elegir ser otra cosa.

Identificación con períodos acotados de tiempo

Este tercer mecanismo de la mala fe sostiene que nos autoengañamos cuando nos identificamos con un período acotado de nuestra vida. Esta identificación puede ser sobre nuestro pasado, presente o futuro. Quedarnos estancados en esos tiempos es un acto de mala fe, según Sartre. Somos mucho más que períodos cortos y pasajeros de tiempo.

Mala fe y psicoanálisis

Sartre, al igual que muchos filósofos existencialistas, fue muy crítico con la teoría del psicoanálisis. La Enciclopedia Stanford de Filosofía sostiene que dicha crítica está dirigida a la explicación mecanicista de la mala fe. Esta señala que el mentiroso y el mentir están dentro de una misma consciencia. Sin embargo, una parte es consciente y la otra es inconsciente.

Sartre niega el concepto de inconsciente, es decir, para él no existe. Solo podemos hablar de una consciencia pura y total. A pesar de ello, el filósofo advirtió que esta consciencia es limitada, porque no alcanza con una simple introspección o autoconocimiento.

¿Cómo podemos entonces ser conscientes de la mala fe? Sartre argumenta que nuestras conductas son vistas por nosotros mismos y por las demás personas. Por ende, la mala fe es una cuestión de perspectiva, en la cual la afirmación de uno mismo o la de otro la constituye y la determina.

Conclusión

Tras las reflexiones expuestas en este texto sobre lo que es la mala fe para el existencialismo, podemos concluir que la mala fe y la responsabilidad moral están intrínsecamente ligadas. Dada esta relación, evadimos nuestra responsabilidad a través de la mala fe. Más aún, vivimos una vida inauténtica a través de ella.

En resumen, nuestra única salida es tomar nuestra propia existencia en nuestras manos y crear un camino único. Solo nosotros tenemos la libertad de elegir quienes somos.

lunes, 18 de septiembre de 2023

5 consejos para manejar las emociones negativas

¿Alguna vez te has sentido mal por sentir emociones que se consideran «negativas»? En este artículo te contamos la forma de manejarlas y de sacarles el mayor provecho.

A diario, estamos expuestos a diferentes situaciones que alteran nuestro estado emocional y nos obligan a lidiar con sentimientos que pueden ser tanto agradables como desagradables. Esto nos lleva a tener que enfrentarnos con emociones que nos generan incomodidad, algo para lo cual podemos no sentirnos preparados.

Si bien no existen pautas que se puedan aplicar a todos los casos, hay varias estrategias y consejos para manejar esas emociones «negativas». Estos se relacionan, en gran medida, con aceptar lo que sentimos y entender que de la mayoría de los sucesos podemos sacar un aprendizaje. Conoce cuáles son esas claves que nos ayudan a enfrentar nuestras emociones por medio de esta lectura.

¿Cómo manejar las emociones negativas?

Es necesario aprender a saber cómo escuchar lo que tus emociones quieren decirte, cómo procesarlas de manera efectiva y cómo cuidar de tu bienestar emocional. Ahora bien, los expertos que han tratado este tema también recomiendan para el proceso las opciones que te ofrecemos enseguida.

1. Comprende que todas las emociones cumplen una función

En primer lugar, uno de los consejos para manejar las emociones «negativas» es ser consciente de que no existen emociones realmente negativas. Aunque llamamos de esta forma a esos sentimientos que nos resultan más incómodos de sentir, todas las emociones son valiosas y nos brindan información sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

Además, todas las emociones son respuestas adaptativas que nos ayudan a evaluar situaciones complejas y a tomar decisiones efectivas. En este sentido, las emociones que solemos considerar como negativas, como el miedo, la ira o la tristeza, en realidad tienen una función adaptativa en nuestra vida.

Se puede decir que todas las emociones son valiosas y nos proporcionan información importante sobre nosotros mismos y nuestro entorno. No deberíamos tratar de suprimir las emociones negativas, sino aprender a reconocerlas, aceptarlas y utilizarlas de manera efectiva para mejorar nuestra calidad de vida.

2. Acepta tus emociones

Aceptar tus emociones significa no juzgarlas y permitirte sentirlas a plenitud. Puede ser difícil hacerlo al principio, sobre todo si estás acostumbrado a tratar de reprimir o ignorar lo que sientes. Sin embargo, es una parte importante del cuidado de tu bienestar emocional.

Por ejemplo, si pasas por una situación difícil, como la pérdida de un ser querido o problemas laborales, es posible experimentar emociones como la tristeza, la ansiedad o el estrés. En lugar de tratar de ignorarlas o distraerte, aceptarlas te permitirá experimentar sus sensaciones de una manera más profunda y consciente. Asimismo, podrás procesar tus sentimientos de forma correcta.

De igual manera, abrazar tus emociones te ayudará a comprender mejor tus reacciones emocionales. Por ejemplo, si te sientes enfadado después de una discusión con un amigo, abrazar esa emoción hará que entiendas tus sentimientos y que comprendas por qué se desencadenó tu reacción emocional.

El aceptar la emoción y hallar las causas de la reacción ayudará a identificar posibles conexiones con sucesos del pasado. Estas pueden estar ejerciendo un efecto negativo duradero en ti. En ocasiones, esto ocurre y hay terapias muy efectivas. No obstante, es necesario reconocer el problema primero.

Existen enfoques que nos ayudan a acoger las emociones «negativas», permitiéndolas y entendiéndolas en lugar de pelearnos con ellas. Además, recuerda que, si lo deseas, puedes buscar acompañamiento con algún tipo de terapia a través de un psicólogo especializado.

3. Escucha lo que tus emociones quieren decirte

El tercero de los consejos para manejar las emociones negativas es escuchar qué es lo que tus emociones están tratando de transmitirte. A menudo, las emociones son malinterpretadas o reprimidas. Así, aparecen problemas de salud mental como el estrés, la ansiedad y la depresión. Al escuchar lo que quieren decirte, comprendes mejor lo que estás sintiendo y encuentras métodos más efectivos para manejarlas.

Por ejemplo, si te sientes triste, es importante escuchar lo que tu tristeza está tratando de decirte. Tal vez estés sintiendo la pérdida de alguien o algo que era importante para ti o tal vez estés experimentando una decepción o una frustración. Lo cierto es que, al escucharla, entiendes mejor lo que estás sintiendo y hallas formas más fructíferas de procesar tus sentimientos.

Del mismo modo, si te sientes enfadado, escuchar lo que tu enfado está tratando de transmitirte ayudará a entender por qué te sientes así y qué desencadenó tu reacción emocional. Esto te permitirá encontrar maneras más efectivas de comunicarte con la otra persona involucrada o posibles soluciones a los problemas que hayan surgido.

Un estudio publicado en Psychological Inquiry sugiere que existen estrategias orientadas a regular las emociones. Algunas formas efectivas de lograr este objetivo pueden incluir tomar un momento para concentrarte en tus sentimientos, preguntarte qué desencadenó tu reacción emocional y escribir tus pensamientos o sentimientos en un diario.

En resumen, escuchar lo que tus emociones quieren decirte es una parte importante del cuidado de tu bienestar emocional. Al hacerlo, puedes comprender mejor lo que estás sintiendo y encontrar formas para procesarlas y manejarlas de manera saludable. No olvides que si te sientes abrumado por tus emociones, siempre es importante buscar apoyo y ayuda de otros.

4. Practica el mindfulness o atención plena

El mindfulness o atención plena se centra en estar presente en el momento actual y aceptar las emociones y pensamientos que surgen sin juzgarlos. Es una práctica que ayuda a reducir la ansiedad, la depresión y mejorar la concentración. Así lo sugiere un estudio de The Psychiatric Clinics of North America.

Un ejemplo para practicar el mindfulness es centrarse en la respiración. Siéntate en una posición cómoda y concéntrate en ella. Siente cómo entra y sale el aire por tu nariz o boca, sin juzgar ni intentar cambiar nada. Si tu mente se distrae, vuelve a concentrarte. Haz esto durante unos minutos al día cuando estés tranquilo y, poco a poco, ve aumentando la frecuencia e introduciéndolo en más situaciones.

Puedes practicar la atención plena en cualquier actividad diaria. Por ejemplo, puedes centrarte en las sensaciones en tus pies mientras caminas, saborear cada bocado mientras comes o prestar atención a cada tarea mientras trabajas.

Es una práctica que requiere de tiempo y paciencia para su desarrollo. Pero, a medida que la practicas, experimentas una mayor sensación de calma y claridad mental, así como una mejor capacidad para gestionar la ansiedad.

5. Otras técnicas de regulación emocional

Dentro de los consejos para manejar las emociones negativas también está la regulación emocional. Esta se refiere a la capacidad de gestionar y controlar tus emociones para evitar sentirte abrumado o desbordado por ellas. Hay muchas técnicas efectivas que puedes aprender y aplicar en tu vida diaria para ayudarte a regularlas y sentir que las gestionas mejor.

Además de la meditación o el mindfulness, existen otras técnicas que implican escribir sobre sensaciones y pensamientos negativos para liberarlos y procesarlos de manera más efectiva. Se puede practicar, por ejemplo, la escritura terapéutica, escribiendo en un diario o en una hoja de papel, sin juzgar los pensamientos o emociones que van surgiendo.

La escritura emocional puede ayudar a disminuir la intensidad de las emociones negativas, mejorar la claridad mental y aumentar el bienestar emocional. Por último, es importante cuidar tu cuerpo y tu mente a través del ejercicio regular, una alimentación saludable y un sueño adecuado. El cuidado de uno mismo puede tener un impacto significativo en la regulación emocional y en tu bienestar general.

No dejes de lado estos consejos para manejar las emociones negativas

Todas las emociones son valiosas y nos brindan información sobre nosotros mismos y nuestro entorno. No deberíamos tratar de suprimir ninguna de nuestras emociones, sino aprender a reconocerlas, aceptarlas y utilizarlas de un modo correcto para mejorar nuestra calidad de vida.

Por ende, ten siempre presentes estos consejos para manejar las emociones negativas y trata de seguirlos cuando lo consideres necesario. Además, no olvides que siempre puedes buscar apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental.