La figura del trabajador social se tiende a relacionar con un trabajo enfocado a entornos pobres, vulnerables o en desigualdad. Sin embargo, el trabajo social va mucho más allá.
El papel del trabajo social en la salud mental es una de las partes de esta disciplina más desconocidas. Muchas veces se tiende a relacionar la figura del trabajador/a social con una persona que trabaja en entornos pobres, vulnerables o en desigualdad. Sin embargo, el trabajo social va mucho más allá. Hoy os dejamos descubrir un poco mejor en qué consiste su trabajo en esta área.
El trabajo social en la salud mental
El trabajo social en la salud mental está enfocado a atender de un modo personalizado e individualizado las diversas necesidades que pueden surgir en las personas con una enfermedad mental.
En muchos estudios sobre la figura de esta disciplina en el mundo de la salud solamente se hace hincapié en enfermedades mentales graves. No obstante, eso no siempre es así pues, aunque sea, uno de sus perfiles más requeridos, está demostrado que cualquier tipo de enfermedad mental puede tener mejorías con la intervención del trabajo social.
El principal objetivo que tiene el profesional en esta área es el de contribuir, intervenir y tratar de avanzar en el proceso de mejora y rehabilitación del paciente. La meta es conseguir mejorar la calidad de vida de esta persona, al mismo tiempo que también se integra más en la sociedad.
La interdisciplinariedad
El campo de la salud mental se caracteriza por la cantidad de profesionales que intervienen en ella: psicólogos, psiquiatras, enfermeras/os, auxiliares, monitores… y también trabajadores/as sociales.
Uno de los puntos claves para el éxito en la recuperación de un paciente diagnosticado con una enfermedad mental es la comunicación y el trabajo de los diferentes profesionales.
Funciones del trabajo social en salud mental
Ha costado mucho tiempo hasta que los trabajadores sociales han conseguido su propio hueco en este ámbito. Hasta hace unos años, nadie sabía qué funciones podían desempeñar estos profesionales en este sector.
Las funciones van variando en base al centro donde se prestan sus servicios y la finalidad de su servicio. Por un lado, si prestan atención directa, estarán trabajando con individuos, familias y grupos que presentaran problemas sociales que pueden afectar a su salud.
Desde esta profesión, se trabajará en el análisis de la situación de riesgo y de necesidades individuales o familiares. También se realizará una valoración socio familiar, se elaborará el diagnóstico social y se planteará un plan de intervención que podrá estar integrado por funciones como acompañamientos, entrevistas, seguimiento o derivación a determinados recursos.
Por otro lado, si la función del profesional está enfocada a una labor preventiva o de inserción social, tratará de conseguir que el individuo se integre en el medio social y familiar de una manera normalizada. Esto tratará de hacerlo a través de diversos recursos e incluso con la creación de grupos de autoayuda, asociaciones…
No es lo mismo terapia desde la psicología que desde el trabajo Social
En ocasiones, cuando vemos en acción la labor que se desempeña en este sector desde el trabajo social, se tiende a creer que realiza la misma función que un profesional de la Psicología. Esto es una creencia totalmente errónea.
Aunque puedan tener puntos en común, como buscar el bienestar del paciente en cuestión, lo cierto es que existen una serie de diferencias. Las más importantes serían:
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