¿Eres lo que quieres ser o eres lo que los demás esperan que seas? Siempre llega un momento en que debemos decidir y ese paso requiere de algo más que valentía o seguridad en uno mismo. Necesitamos un plan y una serie de estrategias: las analizamos.
Líder de mi propia empresa. Astrónoma. Alguien independiente y seguro de sí mismo. Profesor de instituto. Influencer. Entrenadora deportiva. Una persona más feliz y autorrealizada. Cada cual traza el lienzo de sus sueños con colores propios, con figuras que solo uno mismo entiende… Sin embargo ¿cómo convertirme en la persona que quiero ser? ¿Por dónde debería empezar?
Las metas vitales, como los deseos existenciales, no aparecen ante nosotros con un chasquido de dedos o pronunciando unas palabras mágicas. Sabemos que todo parte de un proceso de crecimiento y superación personal para el que no todos están preparados. Porque para lograr unos objetivos, en realidad, no basta con la clásica formula de “confía en ti mismo y el camino aparecerá”.
Convertirnos en ese ideal que tenemos en mente, calzar por fin esa vida soñada y mostrar esos rasgos de personalidad que tanto anhelamos, requiere de una transformación interna que parte de un proceso. Es un tránsito en el que ir cambiando pieles poco a poco para permitir que emerja la mejor versión de nosotros mismos. Esa capacidad de conquistar lo que se quiere, esa que lejos de rendirse o claudicar continúa trabajando por sus deseos cada día.
Nacemos siendo individuos y debemos evolucionar hasta convertirnos en la personas que deseamos. Es momento por tanto de conseguirlo.
Cómo convertirme en la persona que quiero ser: claves que te ayudarán
Carl Rogers fue uno de los psicólogos más influyentes d el siglo XX. Su enfoque humanista otorgó el campo del desarrollo personal nuevas perspectivas y herramientas que siguen siendo valiosas a día de hoy. Así, algo que nos planteó a modo de reflexión, es que cada uno de nosotros se coloca máscaras a lo largo del tiempo casi sin darse cuenta.
Esas máscaras son anclajes para obtener validación social. Con ellos, esperamos ser aceptados, integrados y hasta apreciados. Sin embargo, llega un momento en que cargamos con tantas máscaras y tantas “pieles” superpuestas que apenas nos reconocemos a nosotros mismos. Porque hemos vividos orientados hacia los demás, pero no integrados con nosotros mismos, con nuestros valores, ideales, sueños y deseos.
Por ello, es común que más de uno se haga tarde o temprano la pregunta “¿cómo convertirme en la persona que quiero ser?”. Hemos pasado tanto tiempo separándonos de nuestra voz interna que necesitamos iniciar un retorno hacia nosotros mismos. Solo entonces podemos iniciar ese proceso de transformación. Un camino que no busca dar forma a un nuevo yo, sino permitir que emerja el auténtico ser, ese que hemos silenciado largamente. Estas serían las claves.
Clarifica quién quieres ser (y deja a un lado quién “deberías” ser)
Las personas nos pasamos media vida trabajando una versión de nosotros mismos que no siempre se adecúa a los propios valores. Por decirlo de otro modo, a veces nos focalizamos más en la persona que “deberíamos ser” y no tanto en quién “deseamos ser” de verdad.
¿Qué deberíamos hacer en estos casos? ¿Cómo convertirme en la persona que quiero ser?
- Para ello, clarifica de manera concreta cómo quieres verte dentro de cinco años. Especifica cómo te ves, a qué dedicas tú vida y qué o quién te rodea.
- Seguidamente, indaga en por qué deseas ser ese tipo de persona. ¿Es un deseo propio o te está condicionando algo? ¿Se adecúa esa versión futura y anhelada de ti mismo a tus valores?
- Entusiasmo: es el motor de la ilusión, es la energía que moviliza los pensamientos hacia un mismo propósito, conjugando creatividad, confianza en uno mismo y también ciertas dosis de optimismo.
- Compromiso: desarrollar un firme compromiso con nosotros mismos y con nuestros objetivos es el puente hacia el éxito.
- Significado: cada cosa que hacemos, que pensamos y sentimos debe tener un significado, un fin. Nada de lo que hagamos debe ser por azar.
- Trascendencia. Aplicar la trascendencia significa tener un propósito y querer aspirar a la excelencia. Este concepto se relaciona con esa cumbre de la que nos hablaba Abraham Maslow en su teoría de las necesidades humanas, esa en la que uno aspira a la autorrealización.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario