Estimula el crecimiento infantil, cumple tareas metabólicas, ayuda a mantener la juventud de nuestros tejidos y órganos a lo largo de la vida... La hormona del crecimiento es uno de los elementos biológicos más interesantes en el campo de la endocrinología.
La hormona del crecimiento (GH) es una sustancia secretada a partir de células somatótropas en la glándula pituitaria anterior. Gracias a ella se favorece no solo el crecimiento y el desarrollo, sino que cumple también importantes tareas metabólicas.
No nos equivocamos si decimos que desde que se descubrieron todas las aplicaciones y funciones de esta hormona en la década de 1960, se ha convertido en uno de los campos de investigación más interesantes de la endocrinología. También de los más rentables.
Sabemos que la administración en su versión sintética (somatropina) producida con tecnología ADN recombinante trata múltiples trastornos y síndromes del crecimiento. Asimismo, también se suele usar de manera ilegal para propósitos no médicos, como tratamientos de antienvejecimiento, mejora de la musculatura, resistencia física y pérdida de la grasa corporal.
Sea como sea, hay algo innegable, la hormona del crecimiento es un elemento indispensable en nuestra biología. Su correcto funcionamiento depende de una de las regiones cerebrales más fascinantes del cerebro: la glándula pituitaria. Una pequeña estructura que tiende a la descalcificación de manera temprana. Conozcamos más datos.
Hormona del crecimiento: funciones, alteraciones y curiosidades
La hormona del crecimiento es una sustancia proteica que estimula el crecimiento infantil y asegura, además, la salud de los tejidos y los órganos. No se limita en exclusiva a favorecer el desarrollo. Está presente en múltiples procesos, en tareas que, por lo general, intervienen en el buen estado de los huesos, los músculos, etc. De ahí, que se la conozca también como la hormona antienvejecimiento.
El descubrimiento de esta hormona data del 1912. Fue el doctor Harvey Cushing quien la describió por primera vez, destacando su relevancia en el crecimiento esquelético. Ya en esa época se vio su relación en alteraciones del crecimiento infantil y como el déficit en su secreción o bien su hipersecreción derivaba en enfermedades y alteraciones como la acromegalia. Un trastorno que origina el gigantismo. Profundicemos un poco más.
¿Qué funciones tiene?
La hormona del crecimiento es un polipéptido formado por 191 aminoácidos. Se produce en la glándula pituitaria y se libera después al torrente sanguíneo. Cabe señalar, además, que es una sustancia dinámica, es decir, cumple múltiples funciones y su mecanismo de acción depende de varios factores.
Por ejemplo, sabemos que cuando llegamos a la mediana edad, su liberación se reduce. La condición física y el estado de salud también impactan en su correcta liberación. Veamos no obstante cuáles son sus funciones principales:
- Estimula el crecimiento postnatal del niño.
- Mineraliza los huesos y retiene la concentración de calcio en los mismos.
- Incrementa y favorece la masa muscular.
- Favorece la lipolisis (transformar la grasa en energía).
- Participa en la síntesis de las proteínas.
- Reduce el consumo de glucosa del hígado.
- Cuida de la función del páncreas.
- Estimula la función inmunitaria.
- Participa en la función general de la homeostasis del cuerpo.
- Se relaciona con el desarrollo de un tumor benigno de la glándula secretora.
- Cursa con un agrandamiento de manos y pies.
- Pueden aparecer también cambios graduales en la forma del rostro, como un maxilar más prominente, agrandamiento de la nariz y de los labios…
- Es una enfermedad lenta y progresiva que se manifiesta de manera evidente en la edad adulta.
- Cursa con problemas cardíacos, diabetes, etc.
- Para tratar problemas en el desarrollo de los niños.
- Enfermedades renales.
- Síndrome de Turner (problema del desarrollo en niñas en el que aparece un cromosoma X ausente o incompleto).
- Síndrome de Prader-Willi (trastorno genético en el que la sensación de hambre es constante).
- Síndrome del intestino corto.
- Se suele vender de manera ilegal en los gimnasios para aumentar la resistencia y la masa muscular.
- Algunos atletas creen que esta hormona por sí sola no logra los resultados deseados, de modo que lo complementan con esteroides anabólicos. El objetivo es aumentar la musculatura y la fuerza física y, además, disminuir la grasa corporal.
- También se usa como terapia de antienvejecimiento.
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