jueves, 31 de agosto de 2023

Estilos disfuncionales de razonamiento en el TOC

El trastorno obsesivo-compulsivo es una de las condiciones clínicas más incapacitantes. Ahora, ¿te imaginas que la posibilidad de un hecho catastrófico desencadenara en ti la misma reacción emocional que un hecho? Algo similar ocurre en el TOC, y en este artículo vamos a explicarlo.

El trastorno obsesivo-compulsivo (en adelante, TOC) es una condición clínica que a menudo resulta incapacitante. Se caracteriza por la presencia de obsesiones, que producen sufrimiento, y ante las que la persona responde con compulsiones o rituales, tanto conductuales como mentales. En este artículo vamos a analizar el mecanismo que explica la formación de las obsesiones: los estilos disfuncionales de razonamiento en el TOC.

En el TOC, las compulsiones o los rituales distan de ser placenteros, aunque cuando se realizan algunas personas experimentan alivio. Las respuestas afectivas asociadas al TOC son muy variadas, y también intensas. Además, es común las personas experimenten una “necesidad de perfección” agobiante, lo que les produce frustración y malestar.

¿Qué es el TOC?

Antes de hablar de los estilos disfuncionales de razonamiento, reflexionemos sobre qué es lo que caracteriza a este grave trastorno. Así, la Organización Mundial de la Salud define esta entidad clínica por la presencia de obsesiones y compulsiones persistentes:

  • Las obsesiones adoptan la forma de pensamientos recurrentes y persistentes, imágenes o impulsos o la sensación de que “hacerlo es muy urgente”. Estos pensamientos resultan muy molestos, distan de ser deseados y están asociados con frecuencia a la ansiedad. La persona trata de ignorar o de suprimir sus obsesiones llevando a cabo conductas repetitivas (compulsiones).
  • Las compulsiones son conductas tanto físicas como pensadas que una persona realiza ante la urgencia de sus obsesiones. Se realizan de acuerdo a normas rígidas.
¿Cuáles son los estilos disfuncionales de razonamiento en el TOC?

La “duda” es el elemento clave y fundamental, encontrándose en la base de la formación de las obsesiones. O’Connor lo define como ‘una interferencia acerca de un posible estado de las cosas como si se estuvieran produciendo en la realidad’. Es decir, las personas con TOC ven como real algo que solo se está produciendo en su mente. Os dejamos un ejemplo de este estilo de razonamiento:

1. Inferencia primaria

La inferencia primaria nos refiere al componente base de la duda. Así, la esencia de la “duda” debe ser un contenido significativo, importante y con elevada carga emocional para la persona.

La duda es el inicio del TOC. Es el pistoletazo de la duda porque adquiere forma de inferencia (es decir, presuposición), con un potente significado tanto personal como emocional.

2. Confusión inferencial

La duda obsesiva que constituye la inferencia primaria es producto de un razonamiento erróneo. Es erróneo porque la persona con TOC confunde “lo que es real” con “lo que es posible”. Esto tiene su origen en dos factores:
  • Muchos pacientes con TOC terminan desconfiando de sus propias percepciones y de sus sentidos. En consecuencia, la persona no consigue diferenciar con claridad entre lo que es real y lo que imagina que es real.
  • Dan mayor credibilidad a las posibilidades que son remotas y a menudo ficticias en contraposición a la realidad, que es accesible mediante los sentidos (oído, vista, olfato, gusto).
Además, la confusión inferencial puede evaluarse mediante la Inferential Confusion Questionnaire (ICQ), cuyas puntuaciones explican un porcentaje importante de las relaciones entre los síntomas obsesivo-compulsivos y las creencias disfuncionales que estamos mencionando.

3. Inferencias secundarias

Ante la duda obsesiva que da forma a la inferencia primaria, la persona con TOC anticipa las consecuencias negativas (o inferencias secundarias) que podrían darse en caso de que aquello que se teme (una posibilidad ficticia, posible e improbable) suceda.

Ante esta situación, el paciente siente un grado de malestar muy elevado (habitualmente ansiedad); en este momento su voluntad es secuestrada por la necesidad de poner en marcha comportamientos que atenúen tanto el malestar como las amenazas que se han anticipado.

Para concluir, cabe mencionar que este fenómeno de razonamiento erróneo es curioso porque las personas con TOC cometen estos errores de razonamiento únicamente cuando razonan sobre sus obsesiones. El resto de razonamientos los hacen como las personas sin TOC.

miércoles, 30 de agosto de 2023

Impacto del trastorno obsesivo-compulsivo en las relaciones interpersonales

¿Te has preguntado alguna vez cómo son las relaciones entre la persona que tiene TOC y su familia? ¿Crees que esta condición complica tener pareja? Conoce toda la información en este artículo.

No siempre se habla de ello, pero el impacto del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) en las relaciones de familia, de pareja e incluso de amistad, puede ser muy problemático. Si bien esta condición entra dentro de un espectro y no todos los pacientes son iguales, es habitual que aparezcan desafíos notables, capaces de producir un gran deterioro psicosocial.

Miedo, ansiedad y bucles de ideas intrusivas y persistentes son frecuentes en el TOC. Quienes lo sufren ponen a prueba la paciencia de su entorno, que tiene que convivir con sus pensamientos obsesivos y/o conductas ritualizadas, identificándolas como una fuente indubitable de sufrimiento.

No todo el mundo entiende a qué se debe ese patrón de conducta tan singular y, a la incomprensión, se le suma el rechazo. Sigue la lectura y profundiza un poco más en esta realidad.

Impacto del trastorno obsesivo-compulsivo en el entorno social

Existen grandes diferencias individuales en cómo afecta el TOC a los vínculos familiares, de pareja o de amistad. Sin embargo, son muchos los pacientes que acuden a consulta cansados del desgaste que sus rutinas causan en los demás, convirtiéndose en una fuente de conflicto. El deterioro social de quien evidencia esta realidad psicológica puede ser inmenso.

Así, en un trabajo de los doctores Keith D. Renshaw y Catherine M. Caska, publicado por el Oxford Academic, se avisa de lo común que es que alguien con TOC tenga problemas significativos en el plano social e interpersonal. Aunque estos conflictos pueden generar sufrimiento en la relación con todos los círculos, destaca el familiar por su frecuencia.

Este sufrimiento tiene que ver con la impotencia, ya que las personas que quieren ayudar a quien padece TOC, no alcanzan a hacerlo de una manera efectiva. La psicoeducación, en estos casos, resulta clave en ambas esferas, tanto en pacientes como en su entorno. Mira, a continuación, cómo afecta el TOC en distintos ámbitos sociales.

1. Impacto en la familia

El impacto del trastorno obsesivo-compulsivo en lo familiar suele ser más complejo de lo que se cree. Lo es, en primer lugar, porque esta condición tiende a diagnosticarse de forma desacertada. De hecho, casi el 50 % de los casos se detecta mal o incluso se reciben tratamientos inadecuados (Glazier et al., 2013, 2015; Perez et al., 2022).
  • Esto se traduce en un círculo cercano padeciendo por no saber cómo ayudar al pariente que lidia con una enfermedad mental.
  • Los pacientes sufren, igual que los padres, madres o hermanos que no entienden la conducta de ese familiar con TOC.
  • El entorno lleva a cabo pautas desacertadas, como criticar los rituales del trastorno y ridiculizar las conductas o preocupaciones.
  • La persona con trastorno obsesivo-compulsivo, al sentirse incomprendida, eleva aún más sus pensamientos ansiosos y cargados de angustia.
  • A menudo, estos pacientes involucran a sus familiares para que también formen parte de sus rituales. Es lo que se conoce como acomodación familiar y consiste en modificar rutinas para permitir que la persona con TOC integre sus conductas compulsivas.
2. Impacto en amigos, conocidos y compañeros de trabajo

Las personas con un trastorno obsesivo-compulsivo suelen evidenciar una baja autoestima. A esta característica se le añade alguna depresión encubierta a raíz del peso de sus miedos, de sus pensamientos obsesivos no tratados. Todo ello traza una anatomía psicológica llena de dificultades a la hora de construir relaciones sociales saludables.
  • Se sienten discriminados por conocidos o colegas.
  • Sufren una alta inseguridad en sus interacciones cotidianas con conocidos y compañeros de trabajo.
  • Están condicionados por la sensación de vergüenza. Les angustia ser juzgados, señalados u objeto de burlas por sus obsesiones o rituales.
  • Les cuesta mantener relaciones de amistad. A menudo, orbitan entre la necesidad de cercanía y de validación ajena con el deseo de aislamiento.
  • También tienen dificultades para mantener los empleos. Les es difícil ser puntuales y productivos; temen ser señalados o estigmatizados por sus jefes o compañeros, debido a su conducta.
  • Muchas personas con TOC sufren en silencio por no ser capaces de integrarse en sus escenarios sociales, por no actuar, responder y llevar a cabo un desempeño eficaz como sí lo hacen los demás.
3. TOC y relaciones afectivas

El impacto del trastorno obsesivo-compulsivo en las relaciones afectivas, por lo general, es problemático. La persona con TOC duda de todo vínculo afectivo por más sólido que este sea. Lo pone en duda en su mente una y otra vez y es incapaz de disfrutar del amor.
  • Se definen, además, por una compleja combinación entre el apego ansioso y el evitativo. Es decir, ansían refuerzos constantes del ser amado, pero a su vez, el miedo a ser abandonados les impulsa hacia la evitación y la distancia.
  • Esa conducta caótica agota a sus parejas y los abandonos y rupturas son algo frecuente. Tal escenario origina una herida tras otra, las cuales incentivan, todavía más, el patrón del miedo, de la ansiedad y los pensamientos rumiantes.
  • Muchas personas con trastorno obsesivo-compulsivo desarrollan el «TOC de amores relacional». En esta condición la pareja ocupa todo su tiempo y obsesión. Aparece el temor al abandono y la necesidad persistente y autodestructiva por proporcionar al otro infinitas muestras de afecto.
¿Cómo ayudar a un conocido con trastorno obsesivo-compulsivo?

¿Cómo puedes ayudar si eres familia, pareja, amigo o conocido? Lo más importante es conocer en qué consiste este trastorno. La psicoeducación en el TOC contribuye a que la sociedad tenga una visión más sensible de esta realidad. Adicional, detalla algunas pautas de apoyo en estos casos.

Dejar espacio para la preocupación sin reforzar las obsesiones

Hay familias y parejas que actúan como reforzadores de los rituales. Por ejemplo, ayudar a ese ser querido con TOC a separar la comida por colores. No puedes acomodarte a su patrón compulsivo, ni cambiar tus rutinas por ellos. Lo más acertado es darles espacio para que hablen de sus miedos y obsesiones, pero sin facilitar nunca sus rituales.

No permitir que caiga en conductas evasivas

Ese amigo o conocido con TOC que cualquiera tiene, puede que eluda cada vez más responsabilidades y tareas simples. La persona con un trastorno obsesivo-compulsivo se define por un comportamiento evasivo que incentiva su ansiedad. No le hagas la vida fácil en este aspecto, razona con esa persona y sé soporte para que no caiga en ese bucle de evasión persistente.

El TOC se trata. Aliéntalo a buscar ayuda especializada

El impacto del trastorno obsesivo-compulsivo en las relaciones interpersonales puede ser inmenso. Esto conlleva a la persona a un estado de gran desgaste psicosocial en el que aparecen otras comorbilidades como la depresión. Si tienes un familiar, pareja o conocido con TOC, guíale para pedir la ayuda de un profesional.

La terapia conductual de exposición con prevención de respuesta es muy efectiva en el tratamiento de esta condición. Se trata de un modelo que, según un trabajo de la Universidad de Northwestern, cuenta con una buena evidencia científica; facilita que la persona comprenda el trastorno y reduzca su ansiedad para evitar las compulsiones o rituales.

Es un viaje terapéutico para desprenderse de muchos miedos y dar forma a un enfoque mental más saludable. Todos merecen construir relaciones felices y satisfactorias; sé esa mano amiga que orienta a un ser querido hacia el bienestar.

martes, 29 de agosto de 2023

Los neurotransmisores relacionados con el placer

¿Influyen los neurotransmisores en las sensaciones? Explora en el siguiente artículo la parte más orgánica de estos mensajeros, asociados con el placer que experimenta el ser humano.

Los neurotransmisores influyen en el estado emocional y están relacionados con el placer. El vínculo surge al mediar en la comunicación que se produce entre las moléculas cerebrales. Y es que se trata de las sustancias encargadas de enviar información nerviosa de una neurona a otra, a través del mecanismo conocido como sinapsis.

En otras palabras, un impulso nervioso viaja entre neuronas para generar el intercambio de neurotransmisores. Es decir, estos son liberados por una neurona y captados por la siguiente. Es a partir de esta actividad sináptica que intervienen en distintas sensaciones. Descubre más sobre el tema, durante la lectura.

¿Cuáles son los neurotransmisores relacionados con el placer?

Existen muchos neurotransmisores con funciones diferentes y no todos se encuentran en el sistema nervioso; también pueden estar presentes en otras partes del cuerpo. Algunos de ellos están relacionados con el placer que sientes ante ciertos estímulos. ¿Cuáles son estos neurotransmisores? A continuación, se detallan.

Dopamina

La dopamina es considerada la hormona del placer, porque, en efecto, está relacionada con esta sensación. Pero también puede entenderse como la hormona de la motivación. Es decir, no se encarga de generar placer, sino de promover la apertura o la búsqueda de experiencias placenteras; esta promovería a llevar a cabo conductas que hacen sentir bien.

Se habla, además, de una relación entre los niveles de dopamina y la motivación. Un experimento publicado en The Journal of Neuroscience apunta a tal un vínculo.

Dicha investigación halló que las personas más comprometidas con cumplir sus objetivos, tenían elevados niveles de dopamina en el córtex prefrontal y en el cuerpo estriado. Por otro lado, la motivación para el cumplimiento de metas se enlaza con la ejecución de conductas placenteras.

Serotonina

La serotonina llamada «hormona de la felicidad» está ligada al bienestar. De hecho, se asocian bajos niveles de este neurotransmisor con la depresión; de ahí que un grupo importante de los fármacos pautados para el tratamiento de esta condición tengan la función de inhibir la recaptación de la serotonina: la idea es aumentar su densidad en el espacio intersináptico.

De acuerdo con un artículo compartido por RD-INCUAP, una menor actividad del sistema serotoninérgico conlleva a un gran efecto en la psicopatología de la depresión; igualmente, mencionan que las vías de serotonina intervienen en el estado de ánimo y en el control de la felicidad.

También incide en otras funciones como la temperatura corporal, el apetito o los ciclos de sueño-vigilia. Asimismo, niveles bajos de serotonina pueden estar relacionados con alteraciones en el sistema inmune.

¿Y cómo mejorar los niveles de serotonina? El mismo trabajo de RD-INCUAP sugiere aportar al organismo alimentos ricos en omega 3, chocolate negro y el plátano, por ejemplo. De la misma forma, son importantes las comidas con triptófano: leche, huevos y legumbres, entre otros. Por su parte, los alimentos que inciden de manera negativa en los niveles de serotonina serían los azúcares y las harinas refinadas.

El ejercicio físico regular ayuda a potenciar este neurotransmisor, lo que deriva en la sensación de bienestar y relajación, así como el control de la ansiedad y la agresividad. Dichas experiencias se traducen en placenteras para el ser humano.

Oxitocina

Este neurotransmisor es muy conocido por su papel en el parto y en la lactancia. No obstante, guarda correspondencia con la conducta en general. Por ejemplo, influye en la cognición social, en la empatía y en comportamientos parentales y sexuales, en mayor o menor grado de placer.

Se ha visto que la oxitocina actúa sobre la confianza hacia las demás personas y en el altruismo. Altos niveles de esta sustancia actúan, de manera positiva, con la conducta a la hora de crear vínculos con los demás. En síntesis, la oxitocina está relacionada con el comportamiento social humano, alude una investigación de la revista The Neuroscientist.

Endorfina

Otro de los neurotransmisores relacionados con el placer son las endorfinas; a estos los conocen como la morfina natural del cuerpo. Tienen efectos similares al opio, pero son generadas por el propio organismo.

Las endorfinas activan las redes neuronales que suprimen el dolor junto con los sistemas neuronales relacionados con la experiencia de placer. Por tanto, pueden entenderse como las drogas naturales que brindan una sensación de analgesia y bienestar. Una forma de producir endorfinas es con la práctica de ejercicio físico moderado y constante.

El placer y el sistema de recompensa son relacionados con los neurotransmisores

El sistema de recompensa del cerebro se encarga de regular la sensación subjetiva de placer en el organismo. Este se activa ante estímulos placenteros o gratificantes; está formado por diferentes regiones y estructuras, entre las que destacan el área ventral tegmental y el núcleo accumbens. Del mismo modo, participan las siguientes áreas:
  • Amígdala.
  • Hipocampo.
  • Hipotálamo.
  • Pálido ventral.
  • Corteza prefrontal.
  • Glándula pituitaria.
Principalmente la dopamina es el neurotransmisor que actúa en este sistema, además del glutamato y el GABA. La influencia de dicho sistema es sobre la memoria y el aprendizaje y su objetivo es que el individuo quiera repetir determinados comportamientos para asegurar la supervivencia.

En cuanto a la motivación y su relación con el sistema de recompensas, es entendida como un vector que apuntará a aquellos lugares que anticipan la posibilidad de obtener un refuerzo.

Incluso, se ha observado que la presencia de alteraciones a la hora de orientar este vector, es decir, de anticipar con más o menos acierto estas recompensas, también se conecta con la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar y con adicciones de diversas índoles.

Entonces, ¿el placer está determinado por los niveles de estas sustancias químicas?

No. El placer es subjetivo y no todas las personas lo sienten con los mismos estímulos. Aquí hemos expuesto los neurotransmisores que guardan relación, según la evidencia científica, con lo placentero.

Por último, es pertinente resaltar la importancia del estudio de los neurotransmisores más allá del placer, para entender cómo funciona la mente humana.

lunes, 28 de agosto de 2023

¿Cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica?

Los miedos asociados a la consulta por problemas mentales complican acudir al tratamiento. Pero si decides dar el paso, es posible que te preguntes cuándo empezarás a notar avances. ¿Serán muchas o pocas sesiones? Este artículo lo revela.

Si hay una pregunta recurrente cuando alguien solicita ayuda especializada, es cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica. Por término medio, durante las tres primeras sesiones el paciente ya percibe cambios. En esa etapa experimenta cierto alivio al sentirse comprendido y al trazar una alianza con la persona que le guiará en el viaje.

Ahora bien, los avances significativos dependen de las circunstancias de cada paciente; también del psicólogo y del tipo de estrategia metodológica que lleve a cabo. Asimismo, hay condiciones mentales que requieren un tiempo mayor de tratamiento, como es el caso de los trastornos de personalidad o la depresión mayor.

Factores que determinan cuánto tarda en hacer efecto la psicoterapia

Dar el primer paso y acudir a terapia es, con frecuencia, un ejercicio de valentía, porque para llegar a la sala de espera hay que vencer muchos miedos. No es fácil para todo el mundo, debido a que son procesos dolorosos y/o porque tienen, también, un coste económico.

Esto hace que algunos pacientes quieran conseguir resultados lo antes posible; en tales casos conviene saber que hay muchas variables mediando en el ansiado avance terapéutico.

La Universidad de Zürich destaca que mejorar la precisión con la que se estima el número de sesiones necesitadas por un paciente, sería un progreso dentro del campo de la salud mental. En Reino Unido, por ejemplo, el mínimo oscila entre 8 y 20 encuentros.

Sin embargo, una vez más, incide que cada paciente presenta unas particularidades y no siempre es fácil saber en qué momento está preparado para abandonar la compañía terapéutica. Ampliamos la información, con el propósito de tener una idea más concreta.

1. ¿Qué dice la Asociación Estadounidense de Psicología?

En el 2017, la Asociación Estadounidense de Psicología (APA) publicó unas estadísticas sobre el número de sesiones necesarias para que un paciente perciba cambios. Los datos ofrecidos son los siguientes:
  • Se necesitan entre 15 a 20 sesiones, para que el 50 % de los pacientes continúen de manera autónoma.
  • Por su susceptibilidad a las recaídas, algunos trastornos necesitan una intervención terapéutica más larga.
  • Las personas con trastornos de la personalidad demandan atención terapéutica en varias fases de sus vidas.
  • Hay terapias psicológicas que por su enfoque necesitan menos sesiones y, para determinados casos, pueden ser igual de efectivas. Ejemplo de ello es la terapia breve estratégica.
2. Depende de la realidad personal de cada paciente

Para saber cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica, es pertinente pensar en lo que conlleva a solicitar ayuda especializada. Por lo general, el tipo de problema de cada paciente interacciona con otras variables que acortan o prolongan la intervención.

La densidad y la calidad del círculo de apoyo o la percepción del trastorno son factores con mucho peso, en este sentido. ¿Qué otras variables considerar? Las siguientes:

  • Los trastornos de ansiedad y las fobias se benefician de terapias más breves y se notan avances de manera más rápida.
  • Realidades clínicas como el trastorno límite de personalidad (TLP) o la depresión mayor, pueden necesitar más sesiones.
  • La cantidad de sesiones que requiera un paciente depende también de su apertura, personalidad y compromiso con el proceso terapéutico.
  • A veces, el paciente puede presentar muchas resistencias durante la terapia. Esto provoca que se tarde más en evidenciar mejoría.
Por lo general, el psicólogo establece con el paciente durante la primera sesión los objetivos a lograr y las sesiones más o menos necesarias para ello. Los avances se manifiestan de manera progresiva.

3. El tipo de terapia hará que notes progreso antes

La terapia psicológica permite desarrollar nuevas herramientas, habilidades y técnicas para afrontar problemas. La estrategia cambia según el tipo de terapia recibida. Hay diferentes escuelas y modelos terapéuticos y cada uno de ellos podrá hacer que sintamos avances un poco antes.

Ante la cuestión de cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica, los enfoques cognitivo-conductuales ofrecen resultados relativamente rápidos. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Psychology destaca que este es el modelo más investigado y uno de los respaldados para múltiples necesidades psicológicas.

Por otro lado, también están las terapias breves estratégicas, como la de Giorgio Nardone, que pueden ir entre 5 y 12 sesiones. En estos casos, de igual manera, se perciben avances sustanciales más tempranos en los trastornos depresivos y de ansiedad. Al preguntarse por contra qué terapias tienden a ser las más extensas, entran en esta esfera a las psicodinámicas.

4. El psicólogo, un elemento esencial para percibir mejorías

A la hora de evidenciar sensación de mejora en el proceso terapéutico, el psicólogo es clave. Puede haber casos en que no se logre una conexión empática y cómoda con el profesional; esto se ve siempre durante las 3 o 5 primeras sesiones. Hay diversos factores influyendo en esa distancia entre especialista y paciente.

Por ello, en caso de tener esta percepción, es recomendable buscar otra opción. Hay psicólogos muy bien preparados con los que sí se logra el propósito de hallar lo antes posible el bienestar.

5. Depende de la idea que tengas sobre lo que es la terapia psicológica

¿Cuánto dura la piscoterapia para hacer efecto? La percepción sobre lo que es el proceso de psicoterapia hará que notes beneficios mucho antes. Es un punto a resaltar, porque aún se arrastran falsos mitos sobre esta dimensión y, en ocasiones, dificulta lograr los objetivos terapéuticos. Enseguida listamos algunos de estos factores:
  • La terapia no es un proceso pasivo en el que hay que limitarse a escuchar al profesional.
  • El psicólogo no tiene como función solucionar los problemas ni hacer el trabajo por el paciente.
  • El proceso no siempre es lineal: hay retrocesos necesarios que harán ver dónde están los conflictos más complejos que abordar.
  • La psicoterapia es un ejercicio de aprendizaje con el cual integrar nuevas herramientas para afrontar las vicisitudes presentes y futuras.
El compromiso influye en cuánto tarda en hacer efecto la terapia psicológica

Es común notar pequeños avances transcurridas las tres primeras sesiones. Esta cantidad, con frecuencia, es suficiente para identificar un progreso, así como para interiorizar algunas estrategias que mejoren las habilidades de afrontamiento o que empiecen a sanar las heridas.

A partir de ahí se inicia ese viaje entre paciente y psicólogo en el cual, ambos con su compromiso y esfuerzo, abordan las necesidades más profundas.

A pesar de ello, seguirán apareciendo momentos difíciles en los que no hay que rendirse. Recuerda siempre que, para sanar del todo, es necesario sufrir un poco más antes de cerrar para siempre los agujeros negros internos. No hay que rendirse, la terapia es la mejor aliada para el bienestar.

domingo, 27 de agosto de 2023

17 razones para vivir

¿Estás pasando por un mal momento? ¿Te cuesta encontrar la esperanza entre las grietas del día a día? Entonces te vendrá bien recordar todos esos motivos por los cuales la vida siempre merece la pena y hasta la alegría. ¡Toma nota!

Hay muchísimas razones para vivir, pero a veces todo se complica, se enreda y la esperanza parece consumirse por completo. Es como si alguien entrara en una habitación bien iluminada y fuera rompiendo una a una las bombillas. De pronto todo queda a oscuras, en una dimensión sin forma donde solo hay huecos y vacíos. ¿De qué manera gestionar esos instantes de sufrimiento?

Como decía el neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl, lo que de verdad nos impulsa a seguir adelante es encontrar un sentido y un propósito a nuestra existencia. Esa es la clave. Por ello, conviene repasar cuáles son esos rayos de luz en los momentos de oscuridad.

Razones para vivir que debes recordar cada día

En ocasiones, es posible que pase por tu cabeza la idea de que la vida no vale la pena. Es más, esta percepción tan desoladora no siempre es producto de una depresión o de algún trastorno mental. Cualquiera, en algún momento, puede transitar por esa dimensión tan cenicienta. Estar mal, cuando las cosas van mal, es algo lícito y comprensible.

Ahora bien, en esos instantes en que se derrumban las esperanzas, es más importante que nunca aferrarse a algo que dé sentido. Trabajos como los publicados en la Universidad de Manitoba, en Canadá, destacan cómo la fe y la religión para algunas personas resulta decisivo. No obstante, cada cual, debe clarificar las suyas.

Existen muchísimas de razones para vivir, pero entre todas ellas hay algunas que actúan como faros. Conócelas, a continuación.

1. La vida es cambio y mañana todo puede mejorar

La vida es como el océano: siempre en movimiento, fluyendo y en constante cambio, como las mareas. Es cierto que el oleaje puede arrastrar y hundir hasta el fondo, pero al poco tiempo llega la calma. En esencia, puede que hoy las cosas te vayan realmente mal, pero lo cierto es que ningún sufrimiento dura para siempre. Mañana todo puede cambiar.

2. Las personas que te aman

Cuando la desesperanza atrapa, la mente es hábil y engaña: hace creer que nadie nos quiere. Tenlo presente: hay personas para quienes lo eres todo, figuras que te quieren tal y como eres. Están ahí para ti, pase lo que pase y en cualquier circunstancia.

3. Tus pasiones, aquello que te da sentido

A veces ser feliz resulta de lo más sencillo: basta con hacer aquello que te gusta, eso capaz de lograr que el tiempo deje de existir. El arte, la música, el deporte, la cocina, el cine, los libros. Toda persona tiene una pasión o una afición que le hace entrar a un escenario único donde reina la armonía y calma. Recuérdalo, cuando las cosas vayan mal, busca es refugio.

4. Las amistades presentes y las que están por venir

La American Psychological Association (APA) en el 2017 destacó el papel del apoyo social y de las amistades en la salud mental. Así es, los amigos son esos aliados que dan sentido, vitalidad, alegría y vivencias que no se olvidan. Y no lo dudes, conocerás a personas especiales en un futuro cercano.

5. El placer de cumplir sueños

Hay muchas razones para vivir y, una de ellas, es conquistar metas, descubrir que muchos sueños sí se hacen realidad. Quizás hoy te parezca imposible que algo así suceda. Sin embargo, los triunfos no están exentos de caídas, de pasos atrás y tener que atravesar túneles sombríos. Pero, al final, lo harás, alcanzarás metas.

6. Sanar cicatrices y descubrir tus fortalezas

«Hay una grieta en todo, así es como entra la luz», decía Leonard Cohen. Lo cierto es que muchas personas andan un algo heridas y con más de una cicatriz invisible. Ahora bien, lo sorprendente es que, a pesar de estar rotos, al final acaban sanando y es entonces cuando descubren las fortalezas que hay en sí mismos. Hay que ser pacientes e impulsar, poco a poco, ese proceso de curación.

7. La sensación de ser libre

Entre las razones para vivir, disfrutar de la libertad es una de las más importantes. Siempre llega un momento en que te das cuenta de que puedes tomar tus propias decisiones y trazar tu rumbo. No eres una marioneta atada por hilos que otros mueven; puedes elegir qué quieres para ti. Y eso es maravilloso.

8. Enamorarse

No importa que tengas 13, 20 u 80, el amor siempre vale la pena, el amor es el combustible de la vida y esa chispa capaz de conectarte con el mundo a todos los niveles. Puede que te hayan roto el corazón, es cierto, pero si es así, no olvides: a la vuelta de la esquina tal vez está esa persona capaz de sanar lo que otros rompieron e incluso sembrar jardines de colores en tu interior.

9. Eres alguien importante en este mundo

No te subestimes, no dejes de lado a esa persona que cada día ves en tus espejos. Eres alguien muy importante en este mundo, tu sola presencia ya es valiosa y no tienes que demostrar nada a nadie. Así que no te compares, centra la atención en ti y en aquello que te haga feliz. No te obsesiones con el éxito o con lograr grandes cosas. Basta con ser tú, con estar aquí y sentirte bien.

10. Crear algo por ti mismo

Abundan las razones para vivir, como el placer de crear algo con tus manos, con tus emociones, creatividad y esfuerzo. No es necesario ser ingeniero; dibujar, escribir o componer ayuda a hallarle sentido a todo.

Como decía Graham Greene: «A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, o los que no pintan o componen música, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror pánico inherente a la condición humana».

11. El refugio de la naturaleza

La naturaleza es ese hogar de calma y belleza absoluta que, a menudo, ofrece el refugio necesario. Pocas cosas hay más placenteras que la humedad de un bosque al amanecer con su prístino perfume. O el océano, el mar, las playas, los ríos. También esos escenarios mágicos dan razones para vivir.

12. Decir «te quiero», que nos digan «te quiero»

Pareja, amigos y familia. Sentirse querido y expresar afecto a las personas que dan sentido cada día es el mejor amarre para estar en este mundo. No lo dudes, te quedan muchos «te quiero» por decir y por escuchar.

13. Preparar la maleta para un viaje

¿Puede haber algo más estimulante que un viaje? Dejar atrás lo cotidiano para aventurarnos a otros países, culturas y escenarios es una de las mejores experiencias que puedes guardar en el arcón de tu memoria. Viajar sana, educa, libera y ensancha tu felicidad.

14. Tus mascotas

Solo quienes aman a los animales saben el sentido que dan a la existencia. Seguro que también tú tienes a ese perro de ojos entusiasmados que te mira a diario como si fueras el ser más increíble del planeta. O puede que seas más de gatos, de esas criaturas que adoran estar arrebujadas a tu lado o sobre tu portátil cuando te descuidas.

15. El olor de la lluvia y las sensaciones que te hacen sentirte vivo

El petricor es una de las experiencias sensitivas más extraordinarias para los sentidos. Pero no es la única, hay millones de escalofríos de placer, de sabores a degustar, olores a percibir y sonidos que escuchar. Estar vivo es sentir y sentir, es felicidad.

16. Las noches estrelladas de verano

Tienes por delante infinitos veranos que disfrutar y maravillosas noches estrelladas que contemplar, en soledad o en compañía. No somos más que un pequeño puntito en este vasto universo, es cierto, pero en cada uno hay luz y un brillo capaz de iluminar a otros.

17. La mejor razón para vivir ¡eres tú!

Si te preguntas «¿por qué debo vivir?», la razón más importante eres tú. Eres lo mejor que tienes y, si bien es cierto que el viento favorece tus intereses, o los que pienses que son tus intereses, recuerda que esos momentos no duran para siempre.

Las situaciones dolorosas pintan el cielo de un color más oscuro que la tormenta, pero como estas, dichas situaciones también son pasajeras. Puedes decirte a ti mismo: calma, pasará. Además, seguro que cuentas con experiencias en el pasado en las que creíste que tampoco habría salida y después la encontraste.

¿Necesitas ayuda? Contacta con estos números de apoyo

Si estás pasando por un mal momento, recuerda que existen quienes desean apoyarte. No dudes en llamar a las líneas de ayuda para la prevención del suicidio, allí personas especializadas te guiarán.

Asimismo, es recomendable que hables con alguien cercano a ti. Nadie te va a juzgar. Porque mereces sentirte mejor, te compartimos una guía de contactos telefónicos.
  • Argentina: Centro de Asistencia al Suicida (135).
  • Austria: Rat auf Draht (147).
  • Alemania: Berlin Crisis Service/ International Helpline Berlin (0800 111 0 111 / 0800 111 0 222).
  • Bélgica: Centrum Ter Preventie Van Zelfdoding (1813).
  • Brasil: Centro de apoyo emocional (188).
  • Canadá: Canadian association for suicide prevention (988).
  • Colombia: Secretaría de Salud (106).
  • Chile: Hospital Digital (4141).
  • Dinamarca: Suomen Mielenterveysseura (70 201 201).
  • Ecuador: Aplicación móvil ANIMA Ec  (171-opción 6).
  • Estados Unidos: American Foundation for Suicide Prevention (988).
  • España: Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio. (0247).
  • Francia: S.O.S Amitié (09 72 39 40 50).
  • Grecia: Suicide Help Greece (1018).
  • Hong Kong: The Samaritan Befrienders Hong Kong (2389 2222).
  • Hungría: Magyar Lelki Elsősegély Telefonszolgálatok Szövetsége (116-111).
  • India: AASRA (91-22-27546669).
  • Italia: Azzurro (19696).
  • México: IAPA y Servicios de Salud Pública, (55 5533-5533).
  • Países Bajos: Stichting LOS (Landelijk Ongedocumenteerden Steunpunt) (0800 0113).
  • Portugal: SOS voz amiga (213 544 545 / 912 802 669 / 963 524 660).
  • Reino Unido: Papyrus HOPELINEUK, Samaritans, Carers UK (116 123).
  • Suiza: La Main Tendue – Die Dargebotene Hand (143).
  • Venezuela:  Federación de Psicólogos de Venezuela (0212-416-3116 / 0212-416-3118).

sábado, 26 de agosto de 2023

¿Cómo saber cuál es mi estilo de apego?

¿Cómo te vinculas con las personas que amas? ¿Estableces relaciones con base en la seguridad emocional o temes el abandono? Si deseas conocer cuál es tu estilo de apego, realiza el siguiente test.

«Seguro, evitativo, ansioso/ambivalente o desorganizado»: ¿cuál es tu estilo de apego? Son muchas las personas interesadas en conocer sus patrones a la hora de relacionarse con los demás. Esa curiosidad nace al ver que varias de sus relaciones fracasan y que el universo del afecto está lleno de caminos sinuosos, de miedos y necesidades no satisfechas.

Si bien los estilos de apego se forman en la infancia y suelen ser duraderos, a veces cambian con el tiempo, a raíz de nuevas experiencias emocionales con otras figuras.

Por ello, tener una idea de cuál es el patrón psicoemocional en la esfera de las relaciones, ayuda a comprender qué aspectos son mejorables para trazar lazos más satisfactorios y duraderos. ¿De qué manera descubrir esta información? A través de sencillos ejercicios es posible.

¿Por qué conviene saber cuál es mi estilo de apego?

La teoría del apego (TA) fue formulada por el psicoanalista inglés John Bowlby en los años 70. Más tarde, una de sus alumnas, Mary Ainsworth, amplió estos estudios describiendo tres estilos de apego: seguro, ambivalente y evitativo. Finalmente, en 1986, los investigadores Main y Solomon introdujeron la última categoría: la desorganizada-insegura.

En los últimos años, la TA ha adquirido una gran trascendencia en el ámbito psicoterapéutico. Comprender el estilo que define a cada persona facilita una visión amplia sobre sus necesidades emocionales, historia de vida, modos de relacionarse con su entorno y hasta el origen de alguna conducta problemática.

Investigaciones como las llevadas a cabo en la Universidad de Minnesota, destacan que los tipos de apego inseguro y ansioso en la edad adulta originarían el fracaso de muchas relaciones. Conocer en qué punto de este espectro te encuentras puede resultar muy revelador.

Prueba para saber cuál es mi estilo de apego

Si te preguntas cuál es tu estilo de apego, conviene realizar un pequeño test. Verás a continuación cuatro apartados que evalúan cada tipología mediante diez ítems.

Lee las frases con detenimiento y apunta en un papel con cuántas te identificas. Por último, compara la puntuación obtenida en cada clasificación, para descubrir cuál de ellas te define más.

1. Apego ansioso ambivalente

El apego ansioso ambivalente tiene su origen en unos cuidadores imprevisibles a la hora de conferir seguridad, afecto y atención a sus hijos. Esa incertidumbre y respuesta inconsistente deriva en una falta de coherencia en la provisión de los cuidados, produciendo en el cerebro de los niños una sobre-activación en zonas relacionadas con la ansiedad.

Esa imprevisibilidad proyecta inseguridad, que se termina traduciendo en dependencia emocional hacia los demás; la persona vive con el miedo constante de que el otro se vaya. No es fácil crecer con esa inseguridad afectiva y ambivalencia en los cuidados.

Por otro lado, en la etapa adulta, el hecho de prestar atención continua a lo que hacen los demás produce un gran desgaste cognitivo. ¿Con cuántas de las siguientes dimensiones pertenecientes a esta esfera te identificas?
  • Soy posesivo/a y celoso/a.
  • Necesito validaciones constantes.
  • Nunca me siento bastante amado/a.
  • Tengo repetidos altibajos emocionales.
  • Mi mayor miedo es que me abandonen.
  • Suelo cuestionar mi valor como persona.
  • Siempre necesito la atención de los demás.
  • Me preocupo en exceso por cualquier detalle de mi relación.
  • He tenido muchas relaciones «tóxicas» y basadas en la dependencia emocional.
  • Estoy siempre alerta y pendiente de esas señales que puedan advertir que mi pareja me engaña, no me ama o no se interesa por mí.
♥ Número de afirmaciones con las que me identifico: _______

2. El apego evitativo

El evitativo es otro de los estilos de apego que se considera poco saludable. La Universidad de Illinois ya apuntó en un estudio que esta tipología suele predecir la posible aparición de trastornos de ansiedad y depresiones en la adolescencia.

La raíz de ello está en unos cuidadores que no supieron o no quisieron atender, regular o comprender las necesidades emocionales del niño. En respuesta, el pequeño asume que lo mejor para no sentir más rechazo es desconectarse de sus emociones y dejar de expresarlas. Las consecuencias de esta experiencia son inmensas en la edad adulta. Revisa las señales listadas enseguida:
  • Me cuesta comprometerme.
  • No me gusta expresar lo que siento.
  • Sé que suelo ser frío/a con las personas.
  • La intimidad emocional me es incómoda.
  • Veo muchos fallos y defectos en mis parejas.
  • Suelo reprimir mis emociones y necesidades.
  • Me cuesta comprender lo que sienten los demás.
  • Cuando me piden que exprese lo que siento me enfado.
  • Priorizo mi independencia a toda costa en las relaciones de pareja.
  • No me agrada compartir mis pensamientos, sueños y deseos con mis parejas.
♥ Número de afirmaciones con las que me identifico: _______

3. Apego desorganizado

Crecer en un entorno familiar hostil siempre tienen un coste: los traumas, los miedos, la disociación y el desarrollo de un apego desorganizado. En este caso, el desencadenante reside en una infancia dominada por los maltratos o por dinámicas muy disfuncionales por parte de los cuidadores.

Estos agujeros negros del pasado se traducen en una tipología que se manifiesta en la madurez del modo siguiente:
  • No sé regular mis emociones.
  • He tenido parejas que me maltrataban.
  • Llevo conmigo muchos traumas no curados.
  • Sé que mi conducta es a veces contradictoria.
  • Pienso que las personas, en general, no son de fiar.
  • Me siento defectuoso/a, con una autoestima muy baja.
  • Quiero que me amen, pero me aterra que me hagan daño.
  • Sé que en cualquier relación siempre me acabarán dejando.
  • Me gustaría amar mejor, pero los miedos y la ansiedad lo estropean todo.
  • Necesito tener el control en una relación de pareja para procurar que no me dañen.
♥ Número de afirmaciones con las que me identifico: _______

4. El apego seguro

El apego seguro habilita a las personas en la construcción de vínculos más saludables, definidos por una buena intimidad emocional, madurez, confianza y comunicación eficaz. Disponer de unos cuidadores afectuosos, competentes en inteligencia emocional y capaces de nutrir las necesidades, dota de fortalezas óptimas para el desarrollo socioafectivo.

Ahora, descubre en esta lista los factores a considerar, para saber si te define este tipo de apego.
  • No temo que me abandonen.
  • No desconfío de las personas.
  • Me siento amado/a y respetado/a.
  • Tengo una buena autoestima.
  • Sé expresar a mi pareja lo que necesito.
  • Me comunico de manera asertiva y empática.
  • Comprendo y atiendo las emociones del ser amado.
  • Me rodeo de personas enriquecedoras emocionalmente.
  • Confío en mi capacidad para construir vínculos saludables.
  • No me cuesta intimar o construir una buena complicidad con las personas.
♥ Número de afirmaciones con las que me identifico: _______

Valoración final

Para saber cuál es tu estilo de apego, compara los resultados obtenidos en las cuatro tipologías. Lo común es que, aunque hayas puntuado en todas, sobresalga una. Es decir, los tipos de apego descritos son puros, pero la realidad es que las personas no lo son tanto. Así que, más que un estilo de apego particular, solemos contar con un perfil en el que existe uno o quizás dos un poco más marcados.

Por otro lado, si la complejidad no fuera poca con el perfil, parece que se pueden mostrar diferencias significativas en función del contexto en el que te relaciones. En cualquier caso, el estilo de apego está asociado a lo que se espera de los demás.

En este orden de ideas, toda persona ha sido víctima de su propia inseguridad, comportándose en alguna ocasión con un patrón de apego ansioso. Este es un fenómeno normal. La buena noticia es que hacerlo e identificar dicho patrón da información de cuáles son nuestros miedos reales, impidiendo que permanezcan en una capa poco consciente.

En caso de situarte en un estilo de apego desadaptativo, no dudes en solicitar ayuda especializada. Hay terapias válidas que facilitan ese cambio hacia el bienestar y la felicidad.

viernes, 25 de agosto de 2023

11 señales de baja autoestima

La baja autoestima se presenta de diferentes modos: algunas veces se expresa como un diálogo interno negativo; en otras, como comparaciones desfavorables... Si quieres conocer más indicadores, ¡sigue leyendo!

Tener una buena autoestima es fundamental para el bienestar emocional y para tener relaciones de calidad con los demás. Si tu autoestima es baja, no solo tendrás dificultades para relacionarte con otros, sino que aumentará el riesgo de padecer depresión.

Detectar las señales de baja autoestima puede ayudarte a mejorar la forma en la que te relacionas contigo (diálogo interior) y con los demás. Identificar estas señales también puede ayudarte a encontrar una salida a estados de tristeza, decepción o incluso a tomar las riendas si te sientes con un bajo estado de ánimo.

11 señales de baja autoestima

La baja autoestima puede expresarse de distintas maneras y puede ser diferente de una persona a otra. Hay quienes tienen una baja autoestima en varias áreas de su vida, mientras que otros pueden tenerla en un dimensión específica, como en su rendimiento laboral o imagen corporal.

Las señales de baja autoestima pueden ser más o menos intentases según el individuo y las circunstancias. Por ejemplo, ante un fracaso o una experiencia negativa, esta tiende a ser baja durante un tiempo, sin embargo, vuelve a la normalidad a medida que el individuo va superando lo sucedido.

A continuación te presentamos 11 señales de baja autoestima. Es importante aclarar que no todas las personas con problemas de autoestima muestran las mismas señales y que algunas pueden expresar más unas que otras.

1. Cuestionas lo que los demás dicen o hacen por ti

Un indicador de baja autoestima y que a menudo está detrás de esos pensamientos negativos sobre ti es la de cuestionar los sentimientos, las palabras y las acciones de otras personas hacia ti. Lo que los demás hacen, dicen o sienten respecto a ti te causa incertidumbre.

No cabe duda de que a todos nos gusta sentirnos amados y comprendidos. Sin embargo, como proponen artículos, las personas con baja autoestima tienden a sobrevalorar lo que dicen o hacen los demás y a cuestionarlo sistemáticamente. Piensan que hay algo sospechoso detrás de las buenas palabras o de las muestras de aprecio.

Esto es lógico. Tras ello hay un pensamiento inconsciente muy coherente: ¿cómo va a quererme otro más de lo que me quiero yo? ¿Cómo va a respetarme alguien más de lo que me respeto yo? ¿Cómo va a ser alguien más amable conmigo de lo que lo soy yo conmigo?

2. Estás siempre a la defensiva

Como afirman en el Journal of Personality and Social Psychology, Estar centrado en la autoprotección o estar siempre a la defensiva es otra de las señales de baja autoestima. La inseguridad y la falta de confianza en ti te mantienen en un estado de alerta injustificado . Eso no solo hace que aumenten tus niveles de estrés, sino que no te deja ser objetivo respecto a lo que ocurre en tu entorno.

Ese estar a la defensiva no te deja entender con claridad lo que la gente te dice o te pide, y te hace sentir incertidumbre por lo que los demás piensan. También genera un estado de miedo y tristeza que no te deja disfrutar de lo que te rodea. Al estar a la defensiva, es fácil que tu actitud hacia los demás se trasforme en grosera, desagradable o tensa, cuando no violenta.

Por otra parte, al estar siempre a la defensiva actúas prediciendo lo peor, con lo que tu reacción puede ser desmesurada e incluso estar fuera de lugar. Eso suele ocasionar conflictos que, en el peor de los casos, terminan haciendo realidad tus peores temores y reafirmando tu punto de vista.

3. Intentas evitar el conflicto fingiendo que todo está bien

Sin embargo, también puede ocurrir que quieras evitar un conflicto y, para ello, finjas que todo está bien. Es decir, en vez de defender algo justo o algo que te conviene o interesa, en ocasiones prefieres renunciar con tal de evitar problemas.

Una razón por la que huyes del conflicto es por la angustia que te genera. Los resultados de un estudio publicado en Psychiatry Research sugieren que las personas con baja autoestima sienten mucha angustia por los problemas interpersonales. 

El miedo a que los otros se enfaden o a que te hagan de menos por defender tu opinión o reclamar lo que te corresponde te lleva a aceptar lo que te digan o a asentir para tenerlos contentos. Y en ese proceso aumenta la sensación de que tu opinión no importa o de que lo que tú deseas no le interesa a nadie.

4. Te comparas con todo el mundo, aunque no haya nada que comparar

El hábito de compararse con todo el mundo es otra de las señales de baja autoestima, tal como se a firma en publicaciones del European Journal of Psychology. En realidad, la comparación social no es negativa. El problema es que las personas con baja autoestima se exceden en la comparación, especialmente, en aquellos aspectos en los que salen mal parados.

Es más, un sujeto con baja autoestima se compara incluso aunque no tenga nada que comparar y se regodea en el resultado. Como consecuencia, no solo decae la autoestima, sino que surgen sentimientos como la envidia, la sensación de sentirse abandonado o incluso de ser víctima de una injusticia. Todo esto solo sirve para socavar más y más el amor propio.

5. Consideras tus logros una cuestión de buena suerte

Es cierto que muchas de las cosas que conseguimos se pueden deber a un golpe de buena suerte, al menos en parte. Sin embargo, no todo es cuestión de suerte. Saber aprovechar las oportunidades es fundamental para materializar ese golpe de suerte en un logro.

Sin embargo, si tu autoestima es baja, no serás capaz de reconocer tu propio valor en lo que has conseguido. Por eso mismo, no valoras tus capacidades o tus esfuerzos. Es más, no consideras a los demás capaces de valorarlos ni entiendes los cumplidos que te hacen para felicitarte o alabarte. En cierto modo, esa actitud de otorgar a la suerte la responsabilidad de tus logros hace que te sientas incapaz y desmotivado, a la deriva.

6. Te sientes solo

Otra de las señales de baja autoestima es que evitas el contacto social. Esto se debe a que no tienes confianza en ti durante las interacciones y te sientes inadecuado. Los bajos niveles de autoestima se relacionan con sentimientos de soledad, principalmente, en la adolescencia, así lo indica un artículo publicado en Journal of abnormal child psychology.

Cuando tu autoestima no es alta, piensas que no tienes algo que ofrecerle a los otros, por lo tanto, evitas los encuentros sociales. Creer que no tienes nada valioso que aportar hace que le temas al rechazo, pues, consideras que nadie desea estar con alguien que no ofrece cosas buenas.

7. Diálogo interno negativo

La baja autoestima se manifiesta también a través del diálogo interno negativo. Cuando te hablas a ti mismo de manera peyorativa, te insultas, ofendes o desmotivas, tu autoestima empieza a descender, y a medida que lo hace, tus diálogos se tornan más negativos.

Así pues, existe una relación estrecha entre el diálogo negativo y la baja autoestima. Ambas forman un ciclo de retroalimentación autodestructivo. Entre más persiste una, más se mantiene la otra. El autodiálogo negativo es el lenguaje de tu autoestima, escúchalo y sabrás qué tan baja la tienes.

8. Autocríticas excesivas

Otra de las señales de baja autoestima son las autocríticas excesivas. Eres muy duro contigo mismo, con tus defectos y virtudes. Sueles tener una visión negativa de ti mismo y criticas de manera negativa las cosas que haces, sean buenas o malas. De hecho, en diferentes publicaciones se ha analizado la forma en que se da la autocrítica y cómo se relaciona con el crecimiento y la destrucción personal.

Esta forma de relacionarte contigo mismo te hace sentir incompetente, defectuoso, incapaz. Como te siente merecedor de todas tus autocríticas, el aprecio que tienes por ti disminuye con el tiempo. Por lo general, tus críticas terminan reafirmando más y más, esto hace que tu patrón de pensamiento negativo se fortalezca.

9. Evitas los desafíos por temor a fracasar

La evitación de los retos se debe a que percibes que no eres bueno, que no eres capaz ni hábil para lograrlo. Puedes tener todo a tu disposición para conseguirlo, pero te sientes incompetente, sientes que no puedes con el desafío. 

Una de las señales de baja autoestima es el temor a fallar. Cuando eludes los desafíos, también huyes de la posibilidad de triunfar, y al hacerlo, renuncias a la confianza que tienes en ti. Esto hace que tu autoestima descienda más, porque no logras ver cuan capaz eres.

10. Tienes una visión negativa del futuro

Otra de las señales de baja autoestima es que no percibas un futuro alentador para ti, ya que tus ideas negativas interfieren en el proceso. La sensación de incompetencia, la desvalorización de ti mismo y la falta de confianza, te arrebatan la esperanza de un mañana mejor.

Como solo puedes anticipar consecuencias negativas para tu vida, el futuro se convierte en una posibilidad indeseable que con el tiempo termina materializándose. Esto es así porque tus pensamientos hacen que te comportes de tal manera que confirmes lo que crees.

11. Eres complaciente con la gente

No todas las personas con baja autoestima son complacientes, pero pueden llegar a serlo en interacción con otros factores como la personalidad. En este contexto, la complacencia aparece como consecuencia de la autovaloración negativa que tiene la persona de sí misma.

Como no te valoras lo suficiente, necesitas del aprecio de los demás, ya que de ti mismo no puedes conseguirlo. Al requerir de la validación y la aceptación externa, terminas complaciendo a los demás para conservarlos en tu vida. Los comportamientos complacientes también pueden surgir del temor a entrar en conflictos con las otras personas. Para evitar problemas mejor cedes a lo que quiere el otro.

Conclusión

En este artículo hemos revisado varias señales de baja autoestima, entre las que destacan el diálogo interno negativo, las actitudes defensivas, el temor a los conflictos y al fracaso. Aunque estos indicadores son fáciles de reconocer, no deben utilizarse a la ligera.

La autoestima es un constructo complejo en el que interviene otras variables. La mejor forma de analizarla y de identificar los problemas asociadas con ella, es observarla en el contexto de vida de la persona, entenderla desde la historia de cada sujeto.

Te invitamos a que reflexiones sobre tu vida y sobre el valor que te atribuyes. ¿Te sientes familiarizado con alguna de estas señales? Si crees que tienes problemas de autoestima, te recomendamos visitar un profesional de la salud mental.

jueves, 24 de agosto de 2023

59 frases para aplicar a la vida

¿Te has propuesto alcanzar tus sueños y vivir de forma más plena? Si buscas inspiración para ello, aquí tienes varias frases para aplicar a la vida que te abrirán la mente.

¿Has sentido que necesitas un poco de dirección en tu vida? ¿Te gustaría tener algunas frases para aplicar a la vida con el objetivo de crecer y desarrollarte como persona?

La selección de frases que hemos realizado para ti tienen la capacidad de transformar tu perspectiva. Muchas de ellas son de personajes famosos y cada una tiene mucho que ofrecerte. Esperamos que resuenen en tu vida.

Anótalas, léelas con calma y ábrete al mensaje que te van a transmitir. Prepárate para sumergirte en las reflexiones que te presentaremos a continuación.

Las mejores frases para aplicar a la vida

En ocasiones, una simple frase puede cambiar la forma en la que percibes y disfrutas de tu vida. Pueden ayudarte a encontrar sentido donde no lo ves, a encontrar significado donde todo parece confuso. Incluso, tienen el potencial de inspirarte a seguir buscando la felicidad y la paz. Por eso, estos mensajes adquieren la relevancia que aquí destacamos.

Frases de felicidad y el éxito

Estas frases para aplicar a la vida pueden motivarte a luchar por tus sueños. Son una excelente dosis de reflexión para pensar sobre el significado de la felicidad y para recobrar fuerzas que te permitirán continuar tu camino hacia el éxito.
  • «La felicidad no es algo prefabricado. Viene de tus propias acciones», Dalai Lama.
  • «La felicidad es suma y compendio de lo que uno ha ido haciendo con su vida», Enrique Rojas.
  • «La felicidad o infelicidad no se mide desde el exterior, sino desde dentro», Giacomo Leopardi.
  • «La llave del éxito es el conocimiento del valor de las cosas», John Boyle O’Reilly.
  • «Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso», C.C. Cortez.
  • «¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu», André Maurois.
  • «He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito», Michael Jordan.
  • «Un tonto nunca se repone de un éxito», Oscar Wilde.
  • «Por cada minuto de enojo, perdemos sesenta segundos de felicidad», Ralph Waldo Emerson.
  • «La felicidad es amor, no otra cosa. El que sabe amar es feliz», Hermann Hesse.
  • «La palabra ‘felicidad’ perdería su significado si no estuviese equilibrada por la tristeza», Carl Gustav Jung.
  • «He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz», Jorge Luis Borges.
La felicidad y el éxito dependen de ti, de no dejarte vencer por los fracasos, de persistir en los proyectos y metas que te has trazado. Aprender a valorar los momentos y la vida es clave para ser feliz y conseguir el éxito en medio de las cosas pequeñas.

Frases para encontrar la paz

Pensar en la paz es necesario para que recuerdes la falta que hace en el mundo. Estas frases te harán reconsiderar qué es la paz y cómo puedes empezar a aplicarla en tu vida. Tómate unos minutos para degustar el significado de estas frases para aplicar a la vida.
  • «No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo», Buda.
  • «La paz comienza con una sonrisa», Teresa de Calcuta.
  • «No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla», Roosvelt.
  • «O caminamos todos juntos hacia la paz, o nunca la encontraremos», Franklin.
  • «La paz es la libertad en la tranquilidad», Cicerón.
  • «Quien tiene paz en su conciencia, lo tiene todo», Don Bosco.
  • «Si quieres la paz, no hables con tus amigos, sino con tus enemigos», Moshé Dayán.
  • « Si queremos un mundo de paz y de justicia, hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor», Antoine de Saint-Exupéry.
  • «No hay camino para la paz, la paz es el camino», Mahatma Gandhi.
Esperamos que, a partir de estas reflexiones sobre la paz. Te sientes motivado a cultivarla. Empieza con una sonrisa a espaciarla en tu entorno, haciendo de ella el camino que te lleva a encontrar la tranquilidad y el bienestar en tus relaciones.

Frases para agradecerle a la vida

Las frases sobre la gratitud para aplicar en la vida te harán ver que tienes bendiciones que das por sentado. Además, te enseñaran que el agradecimiento tiene un impacto positivo sobre tu vida y tu bienestar. 
  • «Si quieres cambiar tu vida, intenta dar las gracias. Cambiará tu vida poderosamente», Gerald Good.
  • «Demos gracias a las personas que nos hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestra alma», Margaret Fuller.
  • «Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos», Daniel Defoe.
  • «A menudo damos por hecho las cosas que más merecen nuestra gratitud», Cynthia Ozick.
  • «Debemos encontrar tiempo para detenernos y agradecer a las personas que hacen la diferencia en nuestras vidas», John F. Kennedy.
  • «Si la única oración que dijiste en toda tu vida fue ‘gracias’, eso sería suficiente», Meister Eckhart.
  • «La alegría es la forma más simple de gratitud», Karl Barth.

Para tener una buena vida, es crucial que aprendas a apreciar las cosas buenas que ya tienes, lo valiosas que son. Asimismo, es fundamental que les hagas saber a esas personas que tanto quieres lo agradecido que estás por tenerlas en tu vida.

Frases sobre el amor propio

Para crecer y vivir de manera plena es preciso que te ames a ti mismo. Por eso, te proponemos que pienses en las siguientes frases para aplicar a la vida, ya que son perfectas para que te percibas de otra forma. Ten presente en cada momento la manera en la que te tratas y te hablas actualmente.
  • «Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida», Oscar Wilde.
  • «Querer ser alguien más es malgastar la persona que eres», Marilyn Monroe.
  • «No puedes ser verdaderamente feliz hasta que te ames a ti mismo», Oprah Winfrey.
  • «Aprende a amarte a ti mismo primero, y todo lo demás caerá en su lugar», Lucille Ball.
  • «Siempre estás contigo mismo, así que es mejor que disfrutes de la compañía», Diane Von Furstenberg.
  • «El amor propio tiene muy poco que ver con cómo te sientes con tu apariencia. Se trata de aceptar todo de ti mismo», Tyra Banks.
A partir de las frases anteriores, puedes observar la relevancia que tiene la aceptación, la confianza y el respeto para incrementar tu amor propio. Aplícalos en tu vida para que cambies la relación que tienes contigo mismo.

Frases sobre el perdón

El perdón es necesario en la vida, por eso no pueden faltar en este listado de frases. Además de ayudarte a soltar el rencor y otros sentimientos negativos, perdonar te permite promover tu salud y tu bienestar psicosocial, así lo señala un artículo publicado en BMC psychology.
  • «El perdón no es un acto ocasional; es una actitud permanente», Martin Luther King.
  • «A perdonar solo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho», Jacinto Benavente.
  • «Perdonamos fácilmente a nuestros amigos los defectos en que nada nos afectan», François de La Rochefoucauld.
  • «A falta de perdón, deja venir el olvido», Alfred de Musset.
  • «Vencer y perdonar, es vencer dos veces», Pedro Calderón de la Barca.
  • «Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa, sabe amar», Gandhi.
Aunque perdonar no es fácil, hacerlo tiene grandes beneficios para tu vida como superar el dolor y el daño que te han hecho. Cuando perdonas, el que más provecho obtiene eres tú. Así que, no titubees al ponerlo en práctica.

Más frases para reflexionar

Te dejamos las siguientes frases para aplicar a la vida como complemento a las ideas de la felicidad y el éxito, la paz, el amor propio, la gratitud y el perdón.
  • «Adoro los placeres sencillos; son el último refugio de los hombres complicados», Oscar Wilde
  • «En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un hombre de valor: lo demás llegará naturalmente», Einstein.
  • «No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de cambio», George Wells.
  • «La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces», Proverbio persa.
  • «Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis», Michel de Montaigne.
  • «Las pequeñas acciones de cada día hacen o deshacen el carácter», Oscar Wilde.
  • «En la vida algunas veces se gana, otras veces se aprende», John Maxwell.
  • «El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas», William George Ward.
  • «No es pobre el que tiene poco, sino el que mucho desea», Séneca.
  • «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional», Buda.
  • «No le tengas miedo a la perfección; nunca la vas a alcanzar», Salvador Dalí.
  • «Nunca somos tan vulnerables al sufrimiento como cuando amamos», Sigmund Freud.
  • «Siempre parece imposible hasta que se hace», Nelson Mandela.
  • «Resérvate el derecho a pensar, ya que pensar de mal modo es mejor que no pensar en absoluto», Hipatia.
  • «No hay pensamientos peligrosos; pensar es, en sí mismo, algo peligroso», Hannah Arendt.
  • «La creatividad requiere que la valentía se desprenda de las certezas», Erich Fromm.
  • «Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras», William Shakespeare.
  • «La duda es uno de los nombres de la inteligencia», Jorge Luis Borges.
  • «Estamos aquí para vivir nuestras vidas tan bien que la muerte tiemble al arrebatárnoslas», Charles Bukowski.
Date tiempo de asimilar todas estas ideas para que puedas disfrutar de sus beneficios. No te apresures a aplicarlas todas enseguida. En su lugar, elige aquellas que más te impactaron y aplícalas poco a poco hasta que se hagan parte de tu cotidianidad.

Lecturas para el futuro

¿Te han animado estas frases para aplicar a la vida y para cambiar tu visión de las cosas? ¿Te servirán de aliciente para gestionar una vida más sana? Esperamos que así sea.

Y, si realmente te han llegado al corazón y estás dispuestos a reflexionar sobre ellas y aplicarlas en tu vida diaria, no te desamines ni renuncies en el intento. Anímate a llevarlas a tu vida y verás cómo se convertirán en un hermoso hábito.

miércoles, 23 de agosto de 2023

La teoría de la estupidez de Bonhoeffer, algo más peligroso que la malicia

¿Las personas ignorantes pueden ser, a veces, más peligrosas que las malvadas? Dietrich Bonhoeffer, un teólogo asesinado por el nazismo, legó una interesante teoría sobre esta idea. Descúbrela, a continuación.

La teoría de la estupidez de Bonhoeffer actúa como un reflejo de acontecimientos pasados y presentes. Toda persona sabe identificar el mal, por lo que no debería dudar en actuar contra él. No obstante, ante la ignorancia hay indefensión, porque esta no atiende a razones y suele a propagarse de manera silenciosa.

El estúpido otorga veracidad en un momento dado a la idea más inverosímil, a la conspiración más ridícula y a la proclama más peligrosa. Se nota con frecuencia en redes sociales.

El problema está en que las voces irracionales se contagian, se vuelven virales y se difunden en una sociedad que descubre con desconcierto, cómo la ignorancia es, en un momento dado, más amenazante que la propia malicia. ¿De qué forma se orquesta este singular fenómeno? Conoce más, enseguida.

La teoría de la estupidez de Bonhoeffer: origen y características

Hay figuras perdidas en los albores de la historia que merecen ser recuperadas y honradas. Una de ellas es Dietrich Bonhoeffer​, líder cristiano alemán que integró el movimiento de resistencia contra el nazismo. Y no solo eso, se alzó como una imagen destacada en su oposición a las políticas antisemitas de Hitler.

Fue encerrado y acusado de conspiración, tras descubrirse que ayudaba a los judíos a huir a Suiza. En 1945 se le condujo al campo de concentración de Flossenbürg, donde lo ahorcaron. Queda su legado, sus reflexiones sobre el totalitarismo y una teoría que es atemporal. Es esa que recuerda que las personas ignorantes, con su pasividad y escaso juicio, dejan la puerta abierta a la fatalidad.

«La estupidez es el enemigo más peligroso del bien», escribe en un texto publicado en Journal of Church and State, que recogió buena parte de sus pensamientos. Fue un hombre valiente que legó ideas aplicables en cualquier momento de la historia. Profundiza en ellas, a continuación.

La estupidez tiene un lado oscuro

La teoría de la estupidez de Bonhoeffer revela que las mentes sin criterio, carentes de lógica y capacidad de autorreflexión, pueden ser más peligrosas que aquellas dotadas de maldad. Fue durante esos días en los campos de concentración cuando este teólogo luterano ahondó en esa oscura realidad que dominaba en Alemania y procuró describir en sus cartas.

Ahora bien, con estupidez no se refiere a esa figura con un potencial cognitivo limitado. Estúpido es aquel que no cuestiona lo que le dicen, que acata órdenes sin pensar y que, carente de criterio, no atiende otras ideas.

De algún modo, las ideas de Bonhoeffer tienen cierta similitud a lo que el filósofo Edmund Burke dijo en el siglo XVII: «para que el mal triunfe solo hace falta que los hombres buenos no hagan nada». En el caso de lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial y en muchas otras crisis sociales y humanitarias de gran magnitud, hay un hecho que resulta de lo más turbador.

En el momento en que la estupidez actúa en grupo -«comportamiento manada»- llega la gran amenaza. Se da la entrada al mal por la puerta grande. En esencia, para imponerse, la maldad necesita como llave de paso a las mentes rebaño regidas por la ignorancia.

El problema: toleramos más la estupidez que la maldad

De acuerdo con la teoría de Bonhoeffer, no se tiende a combatir la estupidez del mismo modo que se hace con la maldad. Sus naturalezas son muy distintas. Tanto es así que, por lo general, sonreímos ante la conducta ingenua, el razonamiento simplista y el comentario irreflexivo que no merece siquiera debatirse.

Este fenómeno se nota con frecuencia en redes sociales. Los tuits estúpidos pululan por doquier y se procura no darles importancia; se toleran. Hasta que, de pronto, se vuelve viral una noticia falsa, se da pábulo a una teoría de la conspiración y las ideas sin base científica ni lógica se expanden sin control. Sucedió durante la pandemia por COVID-19.

Asimismo, hay otro hecho similar analizándose desde hace años en el ámbito de las organizaciones, es lo conocido como estupidez funcional. La Universidad de Uppsala, Suecia, destaca en un trabajo cómo en muchas empresas los empleados ya no cuestionan los procedimientos ni las normas imperantes. Solo se dejan llevar.

Esta dinámica también es un problema, porque quien se convierte en un agente pasivo sin reaccionar ni reformular aquello que le condiciona y le rodea, da paso libre al totalitarismo y la coacción. Normalizar y permitir que fluya la conducta estúpida afecta a todos, porque actúa como facilitadora de la maldad.

Los zombis de la sociedad y la teoría de la estupidez de Bonhoeffer

En el entorno social también habitan auténticos «zombis», es decir, personas arrastradas por consignas y pancartas que no ponen en duda. Y cuanto más llamativas, extremas e ilógicas, mejor. Esto es algo evidente, con frecuencia, en movimientos dominados por ideologías extremas.

De pronto, surgen líderes que dan soluciones simplistas a problemas complejos, personajes amenazantes y populistas que, en poco tiempo, logran gran cantidad de seguidores que le dan el poder. La teoría de la estupidez de Bonhoeffer nos advierte de esto mismo; de cómo las mentes ingenuas engullen esas narrativas sin sentido y las siguen a pies juntillas. Como almas desprovistas de cerebro racional.

Cuando la estupidez vence a la razón, todos perdemos

La estupidez es la mayor enfermedad de la sociedad, porque actúa como el mejor instrumento para que la mente malvada escale posiciones y alcance el poder. No hay mayor peligro que no razonar ni aplicar una mirada crítica a los eventos que nos rodean.

La teoría de la estupidez de Bonhoeffer cobra relevancia en la actualidad, porque cada vez se asumen más ideas como veraces de manera automática, sin un pensamiento crítico que las cuestione.

En esta realidad dominada por el scroll y el clickbait, apenas queda tiempo para dudar de lo que se ve y analizar lo que se dice. Es más fácil aceptar lo que llega y obedecer, imitar o hacer lo mismo que hacen los demás. Sucedió con el Brexit y fenómenos similares durante el confinamiento por coronavirus.

Tenlo en cuenta, si la estupidez vence a la razón, avanza el sinsentido y se retrocede como humanidad. No vale la pena.

martes, 22 de agosto de 2023

Cómo practicar gratitud cuando estás deprimido: formas de hacerlo

¿Estás pasando por un mal momento? ¿Te han diagnosticado una depresión? Practicar la gratitud es útil en estos casos. Este enfoque flexible, positivo y proactivo es capaz de reformular tus esquemas mentales. Descubre cómo puedes llevarlo a cabo.

Abatimiento, desesperanza, apatía, desmotivación, sensación de vacío y de sentido existencial, son algunas consecuencias de la depresión. Practicar gratitud cuando estás deprimido puede reconstruir tu enfoque mental, volviéndolo más flexible y receptivo. Quizás por sí mismo no desactive los complejos mecanismos de este trastorno del estado de ánimo, pero es una ayuda, una píldora de positividad cotidiana.

Decía Esopo que «la gratitud convierte lo que ya tenemos en suficiente». De algún modo, esta acción nos desprende de muchos pesos para apreciar los aspectos más importantes de la vida. Ejercitarla a diario traerá un gran beneficio y, para ello, existen varias estrategias tan enriquecedoras como sanadoras.

¿Por qué es beneficioso practicar gratitud cuando estás deprimido?
A la hora de abordar una depresión se necesitan varias técnicas. La terapia psicológica, los antidepresivos -si el médico así lo valora- y los cambios en el estilo de vida son claves. Es justo en este último ámbito, el de introducir nuevos hábitos a la cotidianidad, donde entra en valor el campo de agradecimiento.

Investigaciones como las realizadas en la Universidad John Cabot, en Italia, destacan los efectos positivos de la gratitud frente a los trastornos de ansiedad o del estado de ánimo. Cuando se navega por escenarios dominados por la oscuridad, la indefensión y la negatividad, esta dimensión abre nuevas perspectivas. Y con ellas aparecen cambios como los siguientes:

Mejoras la autorreflexión.
Reduces el pensamiento rumiante.
La esperanza florece en nuestro interior.
El diálogo interno se vuelve menos crítico y dañino.
Minimizas los sentimientos de falibilidad o de inutilidad.
La gratitud mejora la visión que tenemos de nosotros mismos.
Te abres un poco más al exterior para conectar con otras personas.
Descubres el valor de la autocompasión, de la necesidad de tratarnos mejor.
Favoreces la empatía y experimentas, poco a poco, emociones más positivas.
Promueves la aceptación, la capacidad para asumir esas cosas que imposibles de cambiar.
En esencia, practicar gratitud cuando estás deprimido actúa como protección psicológica. Es un ejercicio sanador que incentiva un enfoque mental más flexible y receptivo, muy beneficioso para cualquier persona, no solo para quienes lidian con una condición mental.

7 formas de practicar gratitud cuando tienes depresión

La gratitud está muy presente en la cultura oriental. Para aquellos que la practican, es una forma de alcanzar la paz mental y de edificar un estado interno con mayor armonía, con más calma y optimismo. Tal artesanía psicológica requiere voluntad y también ciertas dosis de proactividad. Esto porque durante el tránsito por un trastorno psicológico cuesta bastante activarse y ejecutars cambios.

Ahora bien, si deseas lograr mejoras, es necesario convertir la gratitud en un hábito, aunque al principio nos cueste cierto esfuerzo y la mente nos diga «hoy no me apetece hacer nada». Hay que romper esa inercia, en la medida de lo posible. Con este propósito serán de utilidad las estrategias sencillas que ahora detallaremos.

1. Lleva un diario para practicar la gratitud cuando estás deprimido

Es muy posible que ya tengas un diario o que, en algún momento, fueras de esas personas que escribían cada pensamiento y experiencia vivida. Bien, una de las formas de practicar gratitud cuando estás deprimido es llevar un diario de agradecimientos.

Se trata de una técnica beneficiosa y que, trabajos como este de la Universidad de Indiana Bloomington, en Estados Unidos, destacan por su utilidad como técnica complementaria en psicoterapia. El método es el siguiente:
  • Escribe todos los días cada cosa por la que sientes agradecimiento.
  • Describe los buenos momentos que has compartido con las personas.
  • Recuerda cada día un hecho del pasado que te hizo feliz y apuntalo en el diario.
  • Redacta con detalles las emociones positivas que has sentido hoy, esto alimenta el agradecimiento.
  • Resalta esas habilidades o características de ti de las que te sientes orgulloso y que agradeces.

2. Elabora un «frasco de gratitud»

El «frasco de gratitud» es una técnica que consiste en escribir, todos los días, en un papel aquello que agradeces; después, introdúcelo en un recipiente diseñado para ello. En este caso, es muy útil que toda la familia e incluso tus amigos lo lleven a cabo. Una vez a la semana, lee todos esos mensajes.

3. Reencuadre cognitivo de agradecimiento

Entre las formas de practicar el agradecimiento cuando estás deprimido hay una estrategia conveniente. Consiste en replantear y reestructurar tus pensamientos negativos desde un modo más racional, aplicando el filtro del agradecimiento. A continuación, los pasos:
  • Escribe los pensamientos disfuncionales y negativos que tienes a diario: «no valgo para nada, nada saldrá bien, todo es está mal», por ejemplo.
  • Pregúntate si esas ideas te son útiles y tienen una base de verdad.
  • Ahora, procura reencuadrar tales ideas. ¿Hay algún modo de ver esas percepciones desde un ángulo más positivo y esperanzador?
  • Por último, reflexiona sobre aquello a lo que puedes dar gracias para sentirte mejor: «Es cierto que a veces no confío demasiado en mí y me siento inútil, pero sé que he logrado muchas cosas. Agradezco el apoyo de los míos y el valor que aún me queda para seguir trabajando en mí y superar este momento».
4. Cultiva la gratitud en tu entorno

Cuando lidiamos con una depresión es común encerrarnos en nosotros mismos; apartarnos de todos y de todo. Pero lo conveniente es abrirse al entorno llevando a cabo actos de altruismo y de bondad. Basta pequeñas acciones, gestos muy simples que beneficien a los demás. Esto hará que te sientas mejor contigo mismo.

Por otro lado, procura también ser consciente y agradecer aquello que los demás hacen por ti. No dudes en decirlo en voz alta: «Te agradezco esto que has hecho; gracias de corazón».

5. Conexión social desde el agradecimiento

Para tratar la depresión es necesario cambiar algunos hábitos. En este caso, será ventajoso promover la conexión social a través de acciones sencillas que te sean gratificantes. Crea momentos de los que más tarde sientas agradecimiento por haberlos vivido.
  • Haz un nuevo amigo.
  • Regala algo a tu pareja.
  • Toma un café con un amigo.
  • Pasea por la playa o la montaña con alguien que aprecies.
6. Carta de gratitud a quienes amas

Haz el esfuerzo, coge papel y lápiz y piensa en esas personas especiales que hacen que tu mundo valga la pena. Pareja, amigos, familiares, hijos y, por qué no, hasta tus mascotas. Escribe en una hoja esas razones por las que agradeces tenerlos en tu vida, describe esas acciones, gestos y palabras que te dedican y que tú aprecias. Este ejercicio es muy reconfortante.

7. Aprecia la belleza del «aquí y ahora»

No hay agradecimiento más sanador que el de esa mirada conectada con el corazón y que es capaz de apreciar las bellezas del presente. «Aquí y ahora» se inscriben los mejores instantes y las oportunidades más decisivas. Abrázate a lo que acontece en estos mismos segundos y da las gracias por lo pequeño y lo grande, por todo hermoso que te rodea.

Agradecer favorece el bienestar

Mostrarte agradecido es una de las vías más fáciles para mejorar tu estado de ánimo. Reducirá la influencia de tus pensamientos intrusivos y se desarrollará en ti una visión más autocompasiva. Además, lograrás conectarte con la vida de una forma más activa. No obstante, ten en cuenta que este recurso es un ejercicio complementario a la terapia psicológica.

Si introduces ambas estrategias en tu cotidianidad, el sustrato de la depresión se debilitará poco a poco. No dudes en pedir ayuda especializada y en cambiar esos hábitos en tu vida que te acercarán al bienestar que necesitas.

lunes, 21 de agosto de 2023

Las mejores terapias para tratar los traumas

A la hora de tratar experiencias traumáticas es conveniente optar por las terapias especializadas en este campo. Hay diferentes tipologías que cuentan con buena evidencia científica y que sirven de ayuda. Descúbrelas en este artículo.

Las mejores terapias para tratar los traumas se suelen dividir en dos áreas: las que se centran en el propio hecho adverso y aquellas que abordan los síntomas. Este tipo de intervenciones psicológicas son cada vez más frecuentes; se debe a que muchas personas necesitan sanar heridas producidas por una experiencia de estas características.

Paul Conti, uno de los psiquiatras más reconocidos en esta área, señala en su libro Trauma: The Invisible Epidemic (2022) que casi el 70 % de la población ha pasado o pasará por un hecho traumático en algún instante.

Según la organización sin fines de lucro Mental Health America, los eventos traumáticos son la principal causa de discapacidad a largo plazo en todo el mundo. Y los trastornos de ansiedad y depresión relacionados con el trauma están entre las condiciones más comunes que buscan tratamiento. Disponer de recursos válidos y eficaces es fundamental.

Las 5 mejores terapias para tratar los traumas

Un trauma psicológico no impacta solo en el cerebro. No altera solo el modo de pensar, sentir, recordar o procesar la realidad. Estos eventos dolorosos también se adhieren al cuerpo. Es más, trabajos de investigación como los realizados en la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, destacan que los traumas afectan a toda nuestra biología de manera duradera.

Cuanto antes inicie el abordaje terapéutico, mayor será la evolución. Sin embargo, el problema reside en que buena parte de las personas que comienzan terapia llevan años -incluso décadas- lidiando con la herida invisible de un trauma.

Encontrar el camino de la recuperación y la sanación puede ser largo y difícil, pero hay herramientas para conseguirlo. Conoce, a continuación, las mejores terapias para tratar los traumas.

1. Terapia de Procesamiento Cognitivo (TPC)

La terapia de procesamiento cognitivo (TPC) es un tratamiento con evidencia científica que favorece la reformulación de sus esquemas mentales asociados al trauma.
  • El objetivo de este modelo es que la persona integre la experiencia vivida con una menor carga de sufrimiento y desarrolle, además, una visión más saludable de sí mismo y del mundo. (Resick et al., 2008b; Williams et al., 2011).
  • Permite a la persona desafiar y cambiar esas creencias disfuncionales que la mantienen atada al hecho traumático.
Este modelo desarrollado por la doctora Patricia Resick en los años 90, trabaja en las cogniciones dolorosas que se originan en estos contextos. Así, estudios como los realizados en la Universidad de Missouri-St Luis se refieren a su utilidad a la hora de tratar a mujeres víctimas de agresiones sexuales.

2. La terapia EMDR (movimientos oculares)

La terapia EMDR es una de las más eficaces frente a los traumas. Fue desarrollada en los años 80 por Francine Shapiro, una neuróloga y psicoterapeuta cognitivo-comportamental que buscaba un plan de intervención con mejores resultados para los veteranos de guerra.
  • Se basa en la técnica del movimiento ocular o estimulación bilateral.
  • Este tipo de estimulación cerebral favorece que la persona procese lo ocurrido hasta mitigar el dolor emocional.
  • Durante ese proceso se evocan emociones, recuerdos e imágenes que paciente y psicólogo trabajan, para integrar la vivencia dolorosa.
  • El modelo EMDR parte del supuesto de que los movimientos oculares rítmicos permiten procesar los recuerdos traumáticos de forma menos perturbadora.
Frontiers in Pychology (2017) agrega que la terapia EMDR también es beneficiosa en síntomas psicóticos o afectivos y en el dolor crónico. La idea general que se recoge en la investigación sobre el tema, es que la EMDR puede especialmente efectiva en personas que experimentaron traumas complejos y repetitivos a lo largo del tiempo, como el abuso emocional o sexual en la infancia.

3. La terapia de alivio del trauma de Robert Cicione

Otra terapia recomendable para tratar los traumas es la creada por el doctor Robert Cicicone; se centra más en los síntomas que en el origen de la experiencia adversa. El objetivo de la terapia del alivio del trauma es reducir todo el cuadro clínico asociado a los efectos del estrés postraumático.
  • Es una terapia no verbal, de movimientos corporales y técnicas artísticas.
  • Se orienta al paciente para que trace unos dibujos que actuarán como recursos catárticos.
  • El terapeuta guía a la persona para que lleve a cabo una serie de movimientos para descargar la angustia y el estrés.
  • No se trata de un recurso terapéutico dirigido a la depresión ni el origen de la vivencia adversa. Busca reducir el dolor emocional, la reactividad del cuerpo, el estrés y la angustia, por ejemplo.
4. Terapia cognitivo conductual centrada en el trauma (TF-CBT)

La terapia cognitiva conductual centrada en el trauma (TF-CBT) es un modelo muy útil para abordar los hechos dolorosos de la infancia y adolescencia. Los traumas asociados a abusos y/o maltratos vividos en esta época son los más frecuentes y, este enfoque, resulta conveniente.
  • Permite al paciente conocer cómo funciona el trauma psicológico y sus propias reacciones ante dicha experiencia.
  • Ayuda a la persona a dar forma a un enfoque mental más saludable en el que reducir esas visiones angustiosas y distorsionadas.
  • Se utilizan técnicas como la reestructuración cognitiva, la regulación emocional y la exposición a estímulos aversivos, si es el caso.
5. Las terapias somáticas

Entre las terapias para tratar los traumas más interesantes y útiles están las somáticas. El enfoque Somatic Experiencing (SE), del doctor Peter Levine, es toda una referencia en este ámbito. Según él, toda vivencia dolorosa que no se procesa de manera adecuada produce una disfunción en el sistema nervioso.

Esto se traduce en la aparición de síntomas como estar siempre en alerta, procesar todo como una amenaza, sufrir insomnio, problemas de concentración, desregulación emocional, entre otros.
  • Las terapias somáticas contribuyen a reducir los síntomas relacionados con el trauma psicológico.
  • Poco a poco, se le ayuda para que regule las emociones asociadas a los recuerdos, minimizando así el sufrimiento general.
  • El enfoque somático guía a la persona, para que tome conciencia de esas sensaciones físicas asociadas al hecho traumático.
  • Parten de la idea de que mente y cuerpo están vinculados y, por tanto, los recuerdos encapsulados siempre dejan su impronta en la esfera corporal.
Encuentra la terapia para el trauma que mejor se adapte a tu caso

Como ves, hay diversas opciones terapéuticas para tratar los traumas. Las centradas en los síntomas (como las somáticas y la del alivio del trauma) no serán útiles en caso de que evidencies otras comorbilidades. Con frecuencia, el trauma suele generar un trastorno del estado de ánimo; en este escenario resulta conveniente la cognitivo-conductual.

Sea como sea, consulta a profesionales especializados para disponer siempre de un buen diagnóstico. Lo más importante es no dejar de lado ese dolor, tampoco reprimirlo, ni desplazarlo como si no hubiera sucedido. Los traumas son como manchas de tinta que todo lo emborronan: la vida social, laboral y hasta la propia salud.

Hay herramientas efectivas para cerrar esas heridas, recuperar el control de la vida y hasta la ilusión por el futuro. Lo sucedido en el pasado puede sanarse gracias a las terapias aquí descritas. No dudes en solicitar ayuda.