Nuestra salud mental se edifica sobre distintos pilares. Uno de ellos lo forman las personas que nos rodean en entornos que son significativos para nosotros, por ejemplo, el laboral. Te invitamos a descubrir cuál es exactamente el papel que juegan los demás en estas circunstancias.
La salud laboral abarca varios elementos; entre otros, alude a la seguridad física en este contexto, pero también engloba lo mental. En este marco, la relación entre el nivel apoyo percibido y la salud en el trabajo es positiva: si el trabajador nota respaldo por parte de sus supervisores y compañeros, es probable que se sienta mejor y, por lo tanto, rinda más.
Incluso, cuando el empleado es apoyado por quienes le rodean, quizás experimente un menor agotamiento mental. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la evidencia científica apunta en esta línea; la institución menciona que el apoyo social laboral está positivamente vinculado con el bienestar psíquico de los empleados (OMS, 2020).
Apoyo percibido en el trabajo: ¿en qué consiste?
Una investigación que reseña The Canadian Medical Association Journal, con una muestra de 1422 profesionales, encontró que el 48,5 % se sentía apoyado en el trabajo. Es decir, menos de la mitad. Partiendo de este escenario, no nos arriesgamos al adelantar que el apoyo social tiene un impacto significativo en la salud mental.
Así, el apoyo percibido en el trabajo comprende la socialización con distintos niveles de formalidad y hacia diferentes escalas del organigrama de la empresa. Es decir, implica una serie de relaciones/interacciones donde un trabajador o supervisor provee de ayuda a otro. En este sentido, existen 3 tipos diferentes de apoyo; a continuación, los comentamos:
- Instrumental. Un vehículo para lograr un objetivo.
- Expresivo. Puede ayudar de forma intrínseca. Por ejemplo, mediante la expresión emocional.
- En crisis. Se refiere al rol que tiene el apoyo a la hora de promover el bienestar y proteger frente a la enfermedad.
Es importante resaltar que el apoyo percibido en el ámbito social se refiere a eso, a una percepción. Más que a un apoyo real, tangible y evidente, hace referencia a «la percepción de que está disponible» si el trabajador lo necesita.
¿Cómo se relaciona el apoyo en el trabajo con la salud mental?
La ausencia de apoyo percibido por parte de los empleados tiene el potencial de impactar en su salud mental. De acuerdo con la investigadora Sohmaran et al. (2019), los trabajadores que reportan poco apoyo tienen un riesgo superior de padecer las siguientes condiciones:
- Insomnio clínico.
- Síndrome de burnout.
- Trastorno depresivo mayor.
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
Los empleados que se sienten desamparados son más vulnerables o, dicho de otra forma, manifiestan tendencia a una salud mental más frágil. En la línea con lo anterior, otro estudio publicado en el Journal of Occupational Health relaciona un buen nivel de apoyo social percibido con un menor nivel de angustia experimentada por los trabajadores (Sconfienza et al., 2019).
¿El apoyo percibido podría proteger la salud mental?
Para la doctora Christina Maslach (2017), la ausencia de apoyo percibido podría relacionarse con el síndrome de burnout. Este resulta del estrés laboral persistente, insidioso y endémico. En consecuencia, el empleado puede sentirse cansado, despersonalizado y poco aprovechado en sus tareas.
En este mismo orden, Sohmaran et al. (2019) señala que el respaldo a los trabajadores tiene el potencial de protegerles frente a síndrome de burnout y frente al TAG. De hecho, quienes perciben el apoyo presentan una reducción del 39 % en la probabilidad de padecer TAG, en comparación con aquellos colaboradores poco apoyados por sus supervisores.
Asimismo, el hecho de percibir resapaldo se relaciona con mayores cotas de engagement en el contexto laboral. El engagement es un término clásico procedente de la psicología organizacional. Los empleados con altos niveles en esta variable revelan que el trabajo les aporta grandes dosis de bienestar y el rendimiento es óptimo.
Por otra parte, los índices elevados de apoyo percibido, así como de engagement, se configuran como factores protectores frente al estrés (Orgambídez-Ramos, 2017).
En la esfera de la salud laboral, los profesionales conocen lo expuesto. De hecho, muchas de las políticas y de las directivas de actuación sugieren promover el apoyo en tal ámbito, con el objetivo de incrementar el bienestar y la salud psíquica de los trabajadores. Es así como el apoyo tendría el potencial de considerarse un factor que escuda frente a la ansiedad, el malestar y la depresión.
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