El trastorno obsesivo-compulsivo es una de las condiciones clínicas más incapacitantes. Ahora, ¿te imaginas que la posibilidad de un hecho catastrófico desencadenara en ti la misma reacción emocional que un hecho? Algo similar ocurre en el TOC, y en este artículo vamos a explicarlo.
El trastorno obsesivo-compulsivo (en adelante, TOC) es una condición clínica que a menudo resulta incapacitante. Se caracteriza por la presencia de obsesiones, que producen sufrimiento, y ante las que la persona responde con compulsiones o rituales, tanto conductuales como mentales. En este artículo vamos a analizar el mecanismo que explica la formación de las obsesiones: los estilos disfuncionales de razonamiento en el TOC.
En el TOC, las compulsiones o los rituales distan de ser placenteros, aunque cuando se realizan algunas personas experimentan alivio. Las respuestas afectivas asociadas al TOC son muy variadas, y también intensas. Además, es común las personas experimenten una “necesidad de perfección” agobiante, lo que les produce frustración y malestar.
¿Qué es el TOC?
Antes de hablar de los estilos disfuncionales de razonamiento, reflexionemos sobre qué es lo que caracteriza a este grave trastorno. Así, la Organización Mundial de la Salud define esta entidad clínica por la presencia de obsesiones y compulsiones persistentes:
- Las obsesiones adoptan la forma de pensamientos recurrentes y persistentes, imágenes o impulsos o la sensación de que “hacerlo es muy urgente”. Estos pensamientos resultan muy molestos, distan de ser deseados y están asociados con frecuencia a la ansiedad. La persona trata de ignorar o de suprimir sus obsesiones llevando a cabo conductas repetitivas (compulsiones).
- Las compulsiones son conductas tanto físicas como pensadas que una persona realiza ante la urgencia de sus obsesiones. Se realizan de acuerdo a normas rígidas.
¿Cuáles son los estilos disfuncionales de razonamiento en el TOC?
La “duda” es el elemento clave y fundamental, encontrándose en la base de la formación de las obsesiones. O’Connor lo define como ‘una interferencia acerca de un posible estado de las cosas como si se estuvieran produciendo en la realidad’. Es decir, las personas con TOC ven como real algo que solo se está produciendo en su mente. Os dejamos un ejemplo de este estilo de razonamiento:
1. Inferencia primaria
La inferencia primaria nos refiere al componente base de la duda. Así, la esencia de la “duda” debe ser un contenido significativo, importante y con elevada carga emocional para la persona.
La duda es el inicio del TOC. Es el pistoletazo de la duda porque adquiere forma de inferencia (es decir, presuposición), con un potente significado tanto personal como emocional.
2. Confusión inferencial
La duda obsesiva que constituye la inferencia primaria es producto de un razonamiento erróneo. Es erróneo porque la persona con TOC confunde “lo que es real” con “lo que es posible”. Esto tiene su origen en dos factores:
- Muchos pacientes con TOC terminan desconfiando de sus propias percepciones y de sus sentidos. En consecuencia, la persona no consigue diferenciar con claridad entre lo que es real y lo que imagina que es real.
- Dan mayor credibilidad a las posibilidades que son remotas y a menudo ficticias en contraposición a la realidad, que es accesible mediante los sentidos (oído, vista, olfato, gusto).
Además, la confusión inferencial puede evaluarse mediante la Inferential Confusion Questionnaire (ICQ), cuyas puntuaciones explican un porcentaje importante de las relaciones entre los síntomas obsesivo-compulsivos y las creencias disfuncionales que estamos mencionando.
3. Inferencias secundarias
Ante la duda obsesiva que da forma a la inferencia primaria, la persona con TOC anticipa las consecuencias negativas (o inferencias secundarias) que podrían darse en caso de que aquello que se teme (una posibilidad ficticia, posible e improbable) suceda.
Ante esta situación, el paciente siente un grado de malestar muy elevado (habitualmente ansiedad); en este momento su voluntad es secuestrada por la necesidad de poner en marcha comportamientos que atenúen tanto el malestar como las amenazas que se han anticipado.
Para concluir, cabe mencionar que este fenómeno de razonamiento erróneo es curioso porque las personas con TOC cometen estos errores de razonamiento únicamente cuando razonan sobre sus obsesiones. El resto de razonamientos los hacen como las personas sin TOC.
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